Recomendaciones | 03 FEB 08

ómo elegir un cirujano plástico

Cómo evitar riesgos al someterse a una cirugía estética.

La Argentina ocupa el quinto lugar en el ranking de países con más operaciones.

La promesa de que un retoque facial, una reducción del contorno corporal o unas mamas perfectas le podrá cambiar la vida, y por un costo más económico que el habitual, esconde riesgos que pueden ser fatales para la salud. Si se tiene en cuenta la cantidad de pacientes que mueren o sufren complicaciones graves durante una intervención, la necesidad de tomar todos los recaudos necesarios se hace más que evidente.
 

“Cuando alguien decide hacerse una cirugía estética debe comprender que esto no es como ir de shopping”, advierte el doctor Jorge Pedro, miembro titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires. “Se trata de una operación, de ingresar en un quirófano, donde siempre hay riesgos. Por eso, la opinión del profesional tiene que estar por encima de cualquier otra consideración estética.”

La experiencia enseña, sin embargo, que a menudo son los pacientes los que se dejan seducir por propuestas poco seguras. Entre las más frecuentes están las promesas de que todo deseo se puede cumplir con la ayuda del bisturí o que es posible hacerlo a bajo costo.

Otra práctica poco aconsejable es la del médico que prefiere no darle al paciente demasiados detalles para no asustarlo y evitarle el “estrés previo.” También está el caso del cirujano que no le comunica al paciente que debe firmar un consentimiento previo de los detalles de la operación.

“Los pacientes tienen parte de la culpa, porque muchos llegan a la consulta después de haber visitado a tres o cuatro cirujanos –señaló Pedro, especialista universitario en cirugía plástica, estética y reparadora-. Muchos saben seguir el consejo del médico y aceptan un no como respuesta, pero otros prefieren ir al que les va a decir que el lunes pueden ir a trabajar, que no tienen que guardar reposo o que los consentirá en todo lo que pidan. Así es como vemos trompas y pómulos inflamados, cejas elevadísimas y narices respingadas..."

Según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (Isaps, por sus siglas en inglés), la Argentina sigue ocupando el quinto lugar en la lista de los 50 países de mayor demanda anual de estas intervenciones.

Entre las más de 30.000 cirugías que se realizan cada año en nuestro país, según la Isaps, están el lifting facial, los retoques de párpados y el estiramiento de la piel de la frente. El objetivo: reducir los signos que naturalmente deja el paso de los años.

Pero esta creciente demanda estética, que incluye a gran cantidad de extranjeros con planes de hacer turismo médico, aumenta la oferta sin que muchas veces se garanticen las medidas de seguridad adecuadas.

"Todo depende del cirujano y de dónde se hacen las operaciones. Si, por ejemplo, se hace una cirugía mayor en una supuesta clínica, el riesgo siempre será mayor que si la intervención se realiza en un hospital de alta complejidad y con un equipo de profesionales idóneos tanto en estética como en el uso de la anestesia o en el control de los signos vitales de la paciente", señaló el doctor Manuel Sarrabayrouse, director de la Unidad Académica de la carrera de médico especialista en Cirugía Plástica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.

Las dos causas principales de complicaciones graves durante las cirugías son el mal uso de la anestesia y el tromboembolismo pulmonar, que ocurre cuando un coágulo obstruye el paso normal de la sangre por las arterias pulmonares.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024