Tratamiento | 13 FEB 08

Reparación endovascular de aneurismas abdominales rotos

Alternativa con menor morbilidad.
Autor/a: Dres. Najjar SF, Mueller KH, Ujiki MB, Morasch MD, Matsumura JS, Eskandari MK. Fuente: Comentario y resumen objetivo: Dr. Rodolfo Altrudi Arch Surg 2007; 142(11): 1049-1052
INDICE:  1. Desarrollo | 2. Bibliografía
Desarrollo

Introducción

A pesar de las mejoras en la atención de emergencia, la tasa de mortalidad de los aneurismas de aorta abdominal rotos (AAAR) permanece muy alta. Desde el reporte inicial de Parodi y col [1] hace más de una década atrás, la exclusión endoluminal de los AAA ha revolucionado las opciones del tratamiento contemporáneo para casos electivos. Existe un estudio menos frecuentemente citado [2] del grupo Nottingham que demuestra el éxito en la reparación endovascular de un AAAR. Se han publicado series de casos subsiguientes [3-14] ponderando las ventajas potenciales de la reparación endovascular para las roturas, como un abordaje de primera línea alternativo. Los beneficios percibidos se enfocan en el evitar una laparotomía, que puede ser problemática y puede demorar el rápido control aórtico, en el caso de una rotura libre o de un gran hematoma retroperitoneal. Los riesgos conocidos de la reparación abierta incluyen hipotermia, pérdida substancial insensible de fluidos y lesión iatrogénica de estructuras venosas, uréter o intestino [15-16].

Desde su descripción original, la reparación endovascular de los AAAR ha sido realizada principalmente a través de una exposición abierta bilateral de la arteria femoral, permitiendo la introducción segura del sistema liberador del stent bajo visión directa. Una modificación completamente percutánea de esta técnica, utilizando un sistema de cierre arterial mediado por sutura ha sido previamente reportado [17]. Las ventajas de un procedimiento enteramente percutáneo son la reducción del tiempo operatorio, menor duración de la estadía hospitalaria, deambulación más precoz y muy pocas complicaciones en la herida (por ejemplo, infección, filtración linfática y neuropatía). En los casos de AAAR un beneficio adicional es la posibilidad de acceder expeditivamente a la arteria femoral y colocar un balón de oclusión aórtica para sortear el colapso hemodinámico antes de iniciar la anestesia general. Este estudio revisa los resultados después de intentar este abordaje, en comparación con aquellos de un grupo contemporáneo de pacientes tratados con la reparación quirúrgica tradicional a cielo abierto.
 
Métodos

Pacientes
Desde el 1 de enero de 2000 hasta el 31 de diciembre de 2005, 37 pacientes con AAAR fueron tratados en el Northwestern Memorial Hospital. Entre este grupo, 22 recibieron una reparación abierta y 15 fueron tratados usando un stent aórtico. Sólo los pacientes con rotura contenida o libre documentada fueron incluidos en el análisis; sólo los pacientes sintomáticos fueron excluidos en esta revisión retrospectiva.

Procedimiento operatorio
Todos los procedimientos fueron realizados en una sala de operaciones funcional, por cirujanos vasculares certificados que tenían una extensa experiencia endovascular. Los pacientes fueron sometidos a anestesia general. La media ± desvío estándar (DE) del tiempo transcurrido desde la realización de la tomografía computada (TC) hasta el comienzo de la operación en todos los pacientes fue de 76,3 ± 40 minutos. La selección de reparación abierta o endovascular se basó en las imágenes de la TC a pesar de la presencia o ausencia de extravasación activa. La reparación a cielo abierto fue realizada de la manera estándar a través de una laparotomía mediana con control selectivo supracelíaco y uso selectivo de heparina sódica sistémica. La anastomosis proximal se realizó en la ubicación infrarrenal y la anastomosis distal en la bifurcación aórtica, arteria ilíaca o arteria femoral.

Los requerimientos anatómicos necesarios para intentar la reparación endovascular incluyeron las siguiente mediciones tomográficas: (1) longitud del cuello proximal de 10 mm o mayor; (2) diámetro del cuello proximal de 26 mm o menos; (3) diámetro de la arteria ilíaca externa de 7 mm o más amplio y (4) ausencia de excesiva calcificación o tortuosidad de los vasos iliacos. La reparación endovascular fue realizada como fuera descrita previamente [17]. De manera resumida, el acceso femoral fue alcanzado bajo anestesia local utilizando una aguja de calibre 18 y un alambre en J, que fue asegurado con una vaina de 8F. El acceso a la arteria femoral común fue confirmado utilizando fluoroscopia. Se usó una oclusión aórtica cuando fue necesario.

Después de la realización de la anestesia general y de alcanzar la estabilización hemodinámica se efectuó el acceso de la arteria femoral contralateral. Luego un dispositivo de cierre arterial mediado por sutura de 10F (Prostar, Abbott Vascular Devices, Redwood City, California) fue introducido y desplegado en cada sitio de punción femoral. Se colocaron las vainas liberadoras del stent cuyo tamaño va desde 18F hasta 12F. Los sistemas de stent (AneuRx [Medtronic Vascular, Santa Rosa, California] o Excluder [W.L. Gore & Associates, Inc, Tempe, Arizona]) fueron utilizados. La exclusión completa del aneurisma roto se obtuvo de una manera similar a la reparación endovascular electiva estándar. Al final del procedimiento, las vainas fueron removidas y la hemostasia de la arteriotomía se obtuvo utilizando las suturas desplegadas. Se usó mínimamente, o no se utilizó. heparina sistémica durante estos procedimientos.

Análisis estadístico
Las variables medidas incluyeron datos demográficos de los pacientes, tamaño del aneurisma, nivel preoperatorio de hemoglobina, tiempo operatorio, estadía hospitalaria y mortalidad a 30 días. Los datos son expresados como promedio ± DE. La prueba de t no apareada (2 colas) fue usada para las variables continuas y la prueba exacta de Fisher para las variables categóricas, con una P < 0,05 considerada como estadísticamente significativa.
 
Resultados

Características de los pacientes
La edad promedio ± DE de la cohorte fue de 73,0 ± 9,6 años, siendo la mayoría de los pacientes hombres. Aproximadamente un tercio del total de la cohorte tenía una presión sistólica de 80 mmHg o más baja al momento del examen inicial y n todos los casos se trató de roturas. Se usó en todos los casos una hipotensión permisiva para mantener la tensión sistólica por arriba de 80 mmHg. En comparación, los 2 grupos fueron similares al momento de la admisión en lo atinente a edad, sexo, tamaño del aneurisma, presión arterial sistólica y niveles de hemoglobina.

Datos perioperatorios
Existió una diferencia apreciable en los tiempos operatorios, requerimientos de transfusión y duración de la estadía hospitalaria cuando se compararon la reparación abierta y la endovascular. Todas esas variables alcanzaron significación estadística con una P < 0,05. Los resultados de la mortalidad a 30 días también tuvieron tendencia a favor de la reparación endovascular (P = 0,61).

En el grupo endovascular, nunca se requirió una oclusión aórtica con balón. Los primeros 4 casos fueron realizados mediante el abordaje abierto tradicional de la arteria femoral usando el sistema AneuRx. En 1 caso, un síndrome compartimental abdominal requirió una laparotomía descompresiva y una coagulopatía no corregible llevó a la muerte de ese paciente. Las restantes 11 operaciones fueron realizadas a través del abordaje completamente percutáneo utilizando una endoprótesis Excluder. Dos de los 11 últimos casos fueron roturas resultantes de fallas tardías de un stent previo electivo (AneuRx). Una fue una endofiltración proximal tipo-1 debida a migración de la prótesis y la otra fue una endofiltración de tipo-3 por un desgarro de fábrica. La endofiltración proximal de tipo-1 fue tratada utilizando un cuello de extensión aórtico proximal y la de tipo-3 fue realineada. En estos 11 casos, el cierre percutáneo de la arteriotomía fracasó de un lado en 1 paciente, requiriendo reparación abierta intraoperatoria de la arteria femoral. Fuera de eso, no hubo complicaciones tempranas o tardías (pseudoaneurismas, infección, linfocele o neuropatía) atribuible a los sistemas de cierre. Durante el seguimiento alejado promedio de 12 meses (rango, 3-24 meses) 2 endofiltraciones de tipo-2 fueron demostradas, sin agrandamiento asociado del saco aneurismático; las mismas fueron manejadas sólo con observación. No hubo casos de endofiltraciones proximales o distales de tipo-1, migraciones o infección durante el seguimiento alejado.

Eventos mayores en los primeros 30 días
La morbilidad a 30 días se resume en la Tabla 1. La tasa conjunta después de la colocación del stent fue del 6,7% (1 de 15) en comparación con una incidencia del 50,0% (11 de 22) después de la reparación abierta. La ocurrencia de un síndrome compartimental abdominal después de la colocación de un sistema de stent AneuRx se cree que se debió a factores de confusión sobre la coagulopatía difusa y la porosidad del material protésico. Se han reportado casos similares [18]. En series subsiguientes, los autores usaron un sistema de stent protésico basado en politetrafluoroetileno. La mortalidad global fue del 6,7% (1 de 15) en el grupo endovascular y del 13,6% (3 de 22) en el grupo de cirugía abierta. Todas las muertes después de la reparación abierta se debieron a eventos cardíacos primarios.
Tabla 1

   

N° de pacientes con complicaciones

 

Comentarios

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