La polisomnografía mide la actividad del cerebro y del cuerpo | 21 ENE 08

El sueño también es estudiado

Si el sueño es uno de los indicadores clave de nuestra calidad de vida, cuando no se consigue dormir bien, el descanso tanto físico como mental tampoco se lo puede lograr, y con ello se presentan desórdenes de la salud.
Autor/a: Por Miguel Romero Flores 

“El dormir no es sólo un período de ‘reposo’ de la rutina de cada día. Es un estado activo que es importante para ayudar a mantener nuestra salud física y mental”, dice la Academia Americana de Medicina del Sueño, AAMS.

Para el médico psiquiatra Gonzalo Matovelle, miembro de la AAMS, el insomnio (dificultad para iniciar o mantener el sueño) y la hipersomnia (somnolencia durante el día) constituyen dos de los principales motivos de consulta psiquiátrica, pues están relacionados con problemas de ansiedad y depresión.

Aclara que lo más común en pacientes con ansiedad y depresión es el insomnio primario crónico —meses o años de no dormir bien—, cuyas causas más comunes son la ansiedad, el estrés, el alcohol, el café. También señala al insomnio primario agudo, que son lapsos de semanas de no dormir bien.

Cualesquiera de los tipos de insomnio no permiten lograr una buena noche de reposo, lo que conlleva repercusiones graves en la salud.

El 40 por ciento de la población mundial —dice Gonzalo Matovelle— sufre de alguna forma de insomnio, del cual el 16 por ciento lo tiene crónico. Es decir, de los dos millones de habitantes de la ciudad de Quito, 800 mil no duermen bien.

Foto_1: Gonzalo Matovelle, médico psiquiatra, miembro de la Academia Americana de Medicina del Sueño.

LAS ETAPAS DEL SUEÑO

Se conocen dos etapas del sueño: sueño sin movimientos oculares rápidos (NREM, por sus siglas en inglés) o sueño desincronizado, y sueño con movimientos oculares rápidos (REM, por sus siglas en inglés) o sueño sincronizado.

Según información de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EEUU, el acto de soñar está asociado con el sueño REM. Durante esta etapa, no se mueven los músculos corporales, con excepción de los ojos y los pulmones.

Entre tanto, el sueño NREM tiene 4 etapas que se pueden diferenciar por medio de ondas cerebrales, EEG.

Una persona con sueño normal tiene un promedio de 4 a 5 ciclos de sueño REM y de sueño NREM durante una noche. Las dos etapas de sueño se alternan cada 90 minutos aproximadamente.

Foto_2: Con los exámenes polisomnográficos se registran las ondas cerebrales, frecuencia cardiaca, movimientos musculares del paciente.

LA POLISOMNOGRAFÍA AYUDA AL DIAGNÓSTICO

“El momento en que uno entienda bien a la persona en su noche, tiene más opciones de entenderla mejor durante el día”, afirma el doctor Matovelle, quien destaca además la importancia de estudiar algo que representa la mitad de nuestras vidas: el sueño. Por ello, él abrió en Quito el Laboratorio del Sueño, Insomnolab. Allí se realizan exámenes polisomnográficos.

En la actualidad, los problemas del sueño pueden diagnosticarse y ser tratados de formas más precisas mediante la polisomnografía, que mide la actividad del cerebro y del cuerpo mientras la persona duerme.

La polisomnografía es en un estudio del sueño que mide sus ciclos y etapas por medio del registro de las ondas cerebrales (EEG), la actividad eléctrica de los músculos, los movimientos oculares, la frecuencia respiratoria, la presión arterial, la saturación del oxígeno en la sangre y el ritmo cardiaco.

Entre los trastornos del sueño que se pueden evaluar con un estudio polisomnográfico, explica Gonzalo Matovelle, están el insomnio, hipersomnia (somnolencia diurna excesiva), apnea obstructiva del sueño, narcolepsia, problemas respiratorios o alteraciones de comportamiento durante el sueño.

Los exámenes polisomnográficos son realizados sobre todo en niños, ancianos y embarazadas.

Foto_3: El estudio de los problemas del sueño permite diagnósticos y tratamientos más precisos.
 

EXÁMENES POLISOMNOGRÁFICOS, PASO A PASO

Los exámenes polisomnográficos se realizan en centros especializados en estudios del sueño, la mayoría de las veces durante la noche.

La recomendación inicial: no consumir ningún medicamento para dormir, ni alcohol ni bebidas que contengan cafeína antes del examen.

Al paciente, acostado en una cama, el médico, o el tecnólogo, le coloca electrodos en el mentón, el cuero cabelludo y en el borde externo de los párpados.

Las señales provenientes de los electrodos se registran mientras la persona está despierta con los ojos cerrados y durante el sueño. Se mide el tiempo que la persona necesita para conciliar el sueño y el tiempo que toma para entrar en el sueño MOR (movimiento ocular rápido).

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024