Riesgos cardiovasculares | 22 SEP 07

No le ponga tanta sal a la vida

Da sabor, energía y, según dicen algunos, incluso buena suerte si la echamos sobre los hombros. Pero, en exceso, la sal puede traer muchos problemas.

CRISTINA G. LUCIO

MADRID.-
Y abusar, abusamos. Un puñadito de más en el guiso, un aperitivo a media mañana, esa salsa preparada tan sabrosa, y el salero siempre a mano... En total, nos pasamos más que de lejos de los cinco gramos diarios –una cucharadita- que, según los expertos, serían recomendables.

¿La razón? La sal ha pasado de ser un producto preciado y escaso (en la antigüedad se utilizó como moneda de cambio) a estar presente, y en grandes cantidades, en muchas de las cosas que comemos, sobre todo en los alimentos precocinados. Tanto exceso, puede afectar a nuestra salud cardiovascular; sobre todo si ya se tienen problemas con la presión arterial o una sensibilidad especial al exceso de sodio.

"Estudios poblacionales muestran que, a nivel global, un consumo excesivo de sal se asocia con niveles de tensión arterial más altos y más casos de hipertensión, lo que puede provocar más problemas cardiovasculares", explica Josep Redon, experto en Medicina Interna del Hospital Clínico de Valencia.

Menos sal, más salud

Según una revisión de estudios que acaba de publicar la Asociación Médica Americana, pequeñas reducciones en el consumo diario permiten prevenir nuevos casos de hipertensión y mantener alejadas las posibilidades de sufrir un problema en el corazón.

"Reducir 1,3 gramos de sodio al día permitiría salvar 150.000 vidas al año en Estados Unidos", explican los autores de este estudio, quienes remarcan que la restricción del consumo de sal no debería ser una cuestión exclusiva de quienes ya padecen un problema de hipertensión.

En nuestro país, el problema tal vez no sea tan grave como en Norteamérica donde, según las estimaciones, un adulto consume alrededor de 4.000 mg de sodio al día, pese a que la OMS recomienda que no se superen los 2.000 mg. Sin embargo, según indican los expertos, también deberíamos controlarlos más.

"A todos los hipertensos se les recomienda una reducción del consumo de sal pero, en realidad, nadie debería abusar", explica Redon, que forma parte de 'World Action on salt and Health', un organismo que trabaja para concienciar a la población de la necesidad de controlar la ingesta de sal.

Vicente Bertomeu, presidente de la sección de hipertensión arterial de la Sociedad Española del Corazón, coincide con la tesis Redon. "Consumimos demasiada y nuestras necesidades básicas están cubiertas con mucho menos. Puede cocinarse con sal, pero no es adecuado usar el salero en la mesa para añadir más a la a la ya utilizada al condimentar los alimentos", comenta este experto.

 

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