Recomendaciones | 14 MAR 07

Cómo controlar el dolor tras una operación

Un artículo en 'The Lancet' repasa las terapias más adecuadas para el dolor posquirúrgico
Fuente: El Mundo, España 

ÁNGELES LÓPEZ (elmundo.es)

MADRID.- Eliminar el dolor en el 100% de los casos tras una operación es difícil, casi imposible. Sin embargo, seguir unas normas sobre el empleo de los analgésicos en función de la intervención y del paciente puede lograr un mejor manejo de las molestias tras el paso por el quirófano. Un estudio publicado en 'The Lancet' ofrece las claves esenciales para controlar este tipo de dolor.

Existen muchas clases de dolores, como el causado por una enfermedad crónica, por un cáncer o por un trastorno mental. Este tipo de sensaciones son complicadas de tratar y con frecuencia requieren de un seguimiento individualizado por parte de un equipo especializado en el tratamiento del dolor. Sin embargo, las molestias que se originan tras una intervención quirúrgica suelen ser diferentes: agudas y puntuales, relacionadas con frecuencia con el hecho de la operación y con la ansiedad generada en torno a este proceso.

Paul Myles e Ian Power del departamento de Medicina Anestésica y Perioperativa del Hospital Alfred y de la Universidad Monash, ambos en Melbourne (Australia), han hecho un repaso sobre las terapias más adecuadas para paliar el dolor posquirúrgico. El trabajo señala cuándo emplear un analgésico por vía oral o intravenosa, cuándo descartar un tipo de fármacos y emplear otros y qué tipo de procesos responden mejor a una terapia u otra.

En primer lugar, estos expertos recomiendan que tras una operación lo más inmediato es medir el dolor a través de una escala visual o verbal establecida para estos pacientes. Además de ser útil para identificar las necesidades del enfermo, la evaluación del grado de dolor podría servir para valorar la aparición de complicaciones como una hemorragia, una infección o un íleo paralítico.

Intervenciones pequeñas

El siguiente paso es determinar si la persona operada continúa en ayunas durante unas horas o puede tomar algo por boca tras la intervención. De ser así, es preferible optar por opiáceos en comprimidos en lugar de inyectables. La dosis de estos fármacos debería prescribirse de forma individual porque las necesidades entre cada persona varían mucho. Además, hay que tener en cuenta que los pacientes mayores de 60 años necesitan una cantidad un 20% menor por década de edad.

El paracetamol es el fármaco idóneo para las personas sometidas a una intervención menor o intermedia, las que se pueden llevar a cabo de forma ambulatoria o no precisan muchos días de ingreso hospitalario. A este se le puede unir cualquier otro antiinflamatorio no esteroideo (o algún inhibidor de la COX-2) y añadir también tramadol para un dolor importante.

Según estos expertos, se puede utilizar 1-1,5 gr de paracetamol (intravenoso, oral o rectal) cuatro veces al día. El máximo de dosis recomendable es de 5 gr diarios durante menos de cinco días. En cuanto a los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), el artículo explica que el principal inconveniente de estos fármacos son sus efectos secundarios, sobre todo en las personas mayores. Por un lado, el mayor riesgo d

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024