Edades | 11 NOV 06

¿Existe la andropausia?

Si bien el declive hormonal que experimentan los hombres con el paso de los años es natural, hay una tendencia a tratarlo como si fuera una enfermedad. ¿Tiene algún sentido su medicalización?

Irritabilidad, desánimo, falta de deseo sexual, mal humor, aumento de tejido adiposo en la cintura, osteoporosis Los síntomas adosados a las mujeres en su camino hacia la menopausia hoy se inscriben en el calendario masculino. A paso lento, la andropausia fue ganando espacio en el psiquismo de los hombres -desde sus cuarenta, pero especialmente en sus cincuenta-, que se lanzan en busca del tiempo y la lozanía perdidos.

El peregrinaje por fórmulas terapéuticas de dudosa eficacia convocó al mundo científico, y hoy el enfoque de la andropausia está en el centro del debate. "La búsqueda de la eterna juventud es vibrante y en esta búsqueda es fácil adscribir el proceso de envejecimiento a las hormonas endocrinas", editorializó en la revista The New England Journal of Medicine de octubre Paul Stewart, investigador de la Universidad de Birmingham, Inglaterra.

Luego de analizar los últimos estudios científicos al respecto, que fracasaron en el intento por hallar una fórmula mágica para detener el paso del tiempo, Stewart alertó sobre los riesgos de la terapia de reemplazo hormonal para revertir la disminución en la secreción de testosterona, que suele ser presentada como la piedra clave del envejecimiento masculino.

Stewart respondió así a una fuerte corriente médica que se propone administrar masivamente testosterona en sus múltiples variables -parches, comprimidos, inyecciones, gel- para contrarrestar un déficit que acompaña naturalmente el paso de los años.

El editorial acompañaba un estudio clínico que mostraba la falta de eficacia de la administración en los hombres mayores de testosterona y dehidroepiandrosterona (DHEA), una hormona que funciona como precursor de la testosterona.

En diálogo con LA NACION, el autor principal del estudio, el endocrinólogo Sreekumaran Nair, de la Clínica Mayo, resumió sus resultados: "Reemplazamos DHEA en hombres mayores para elevar sus concentraciones sanguíneas y no hallamos ningún efecto benéfico o ventaja que justificara su uso. También administramos testosterona en baja dosis, por los potenciales efectos adversos, y tampoco encontramos ningún resultado sobre las variables fisiológicas estudiadas: calidad de vida, desempeño físico, composición corporal."

"Estudios futuros deberán determinar los beneficios y efectos adversos de dosis más elevadas de testosterona", agregó el investigador.

Nair dispara directamente sobre la llaga abierta años atrás por un estudio norteamericano que reflejó los riesgos de la terapia de reemplazo hormonal en las mujeres: el cáncer es un precio demasiado alto para contrarrestar los efectos de la disminución de estrógenos de la menopausia. Hoy, muy difícilmente una mujer reciba estrógenos compensadores por el solo hecho de haber ingresado en el climaterio. Sólo si el cuadro lo justifica y durante un tiempo recortado está indicada la terapia hormonal de reemplazo. Las mujeres tienen, además, un aliado en los fitoestrógenos, que recortan la sintomatología menopáusica.

¿Hay alternativas naturales para hombres preocupados por su potencia en declive? Nair es muy claro: "Ejercicio aeróbico regular combinado con ejercicios de flexibilidad ayudan a mejorar sustancialmente la calidad de vida de las personas mayores. La prevención del aumento de peso que comúnmente ocurre durante el proceso de envejecimiento es altamente recomendable".

De hecho, la estrecha relación química que existe entre el tejido adiposo y las hormonas sexuales convierte los programas para bajar de peso en las primeras opciones terapéuticas para los pacientes con sobrepeso, que, con solo adelgazar, alcanzan concentraciones de testosterona adecuadas.

Un reciente estudio de Thomas Travison y colaboradores, de New England Research Institutes en Massachusetts, halló que en los últimos veinte años los niveles de testosterona sanguínea en los norteamericanos de 65 años bajaron un 15%, y una de las hipótesis capaces de explicar al menos parcialmente el fenómeno es la epidemia de obesidad que invade Estados Unidos.

En tanto, otros estudios están postulando a la dieta hipocalórica como la más exitosa fórmula anti-envejecimiento.

Testosterona: ¿sí o no?

Aunque perdió una batalla, la testosterona no se rinde y muchos todavía se preguntan: Entonces, ¿no tiene ninguna aplicación terapéutica? El doctor Oscar Levalle, jefe del Servicio de Endocrinología del hospital Durand, se ubica en un punto de equilibrio y esgrime que "la andropausia no es una enfermedad, sino un hecho fisiológico natural".

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