Factores de riesgo | 30 MAY 07

La obesidad y la actividad física en la predicción del riesgo de enfermedad coronaria en mujeres

Se analizan los efectos independientes de la obesidad y del sedentarismo sobre el riesgo de enfermedad coronaria.
INDICE: 

Puesto que la obesidad y el sedentarismo constituyen importantes factores de riesgo de enfermedad coronaria (EC), se considera que una intervención efectiva para su prevención sería la modificación de estos factores. De todos modos, todavía se discute la importancia relativa de cada uno de ellos como predictores de riesgo de la enfermedad.

En un estudio relativamente pequeño llevado a cabo en mujeres en su mayoría con EC preexistente, los puntajes de aptitud física se asociaron en forma independiente con la incidencia de la enfermedad, no así las medidas relacionadas con la obesidad; por lo tanto, no resulta claro si estos resultados son aplicables a las mujeres sanas. Además, según un informe reciente de los autores, el índice de masa corporal (IMC) y la actividad física predijeron de manera independiente tanto la mortalidad total como aquella debida a causas específicas.

Los investigadores realizaron un estudio para evaluar las relaciones independientes y conjuntas del ejercicio y las medidas de adiposidad (IMC, circunferencia de la cintura y relación cintura-cadera [RCC]) con la incidencia de EC durante 20 años de seguimiento en el Nurses' Health Study (NHS).

Métodos

En 1976 se estableció la cohorte del NHS con 121 700 enfermeras de entre 30 y 55 años, quienes a partir de entonces y cada 2 años contestaron un cuestionario acerca de su historia médica y estilo de vida. El cuestionario de 1980 incluyó una pregunta sobre el peso que tenían a los 18 años, que fue respondida por el 80% de las enfermeras. Además, a partir de ese año, la dieta y la actividad física fueron evaluadas mediante cuestionarios validados.

Participaron de este análisis 88 393 mujeres luego de excluidas aquellas que informaron enfermedad cardiovascular o cáncer a partir de 1980. Valoración de la obesidad. El IMC (expresado en kg/m2) fue calculado para evaluar la obesidad global. Los pesos declarados por las mujeres fueron validados en 184 participantes y presentaban una elevada correlación con los medidos, incluido el peso a los 18 años. En 1986 las participantes del NHS informaron las medidas de circunferencia de cintura (a nivel umbilical) y de cadera (la mayor circunferencia).Valoración de la actividad física. Las mujeres fueron interrogadas respecto de la actividad física que realizaban –número promedio de horas de actividades recreativas moderadas (marcha rápida) o intensas (deportes vigorosos y trote) durante el año previo– en los cuestionarios de 1980 y 1982.

En los años 1986, 1988, 1992, 1996 y 1998 el cuestionario incluyó el tiempo promedio semanal dedicado a las siguientes actividades: caminata, trote, ciclismo, natación, tenis y calistenia. Con esta información, los autores calcularon el promedio de tiempo empleado por semana en la realización de actividades moderadas a intensas.Valoración de la incidencia de EC. El criterio de valoración principal del estudio fue la incidencia de EC, que incluyó muerte por causa de la enfermedad e infarto agudo de miocardio (IAM) no fatal sucedido entre 1980 y 2000. El IAM fue confirmado de acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud: síntomas más cambios en el electrocardiograma o elevación de los niveles de enzimas cardíacas. Análisis estadístico. Las mujeres fueron agrupadas en 9 categorías de IMC (que fue medido en 1980): < 18.5, bajo peso; > 25, sobrepeso; > 30 obesidad clase 1; > 35, obesidad clase 2 y > 40, obesidad clase 3. Se calculó la evolución del peso desde que tenían 18 años hasta 1980, y se agrupó a las participantes en 5 categorías: pérdida > 4 kg, estabilidad (modificación del peso < 4 kg), aumento de 4 a 10 kg, de 10.1 a 19.9 kg, de 20 a 39.9 kg y > 40 kg. Se establecieron 3 categorías de actividad física: < 1 h/semana, 1 a 3.49 h/semana y > 3.5 h/semana.

Para evaluar los efectos conjuntos de la actividad física y de la adiposidad abdominal sobre la EC, los autores emplearon como base el año 1986. La circunferencia de cintura y la RCC fueron divididas en tercilos, con los siguientes puntos de corte: < 28, 28.1 a 31.9 y > 32 pulgadas para la primera y < 0.74, 0.74 a 0.79 y > 0.80 para la RCC.

El riesgo conferido por el sobrepeso o por la actividad física no óptima (< 3.5 h/semana de actividad física moderada o intensa) fue calculado para estimar el porcentaje de EC en la cohorte en estudio que en teoría no hubiera sucedido si las mujeres hubieran pertenecido al grupo de bajo riesgo.

Resultados

Durante los 20 años de seguimiento se identificaron 2 358 nuevos casos de EC, incluidos 889 de EC fatal y 1 469 de IAM no fatal.

En comparación con las mujeres con IMC de 18.5 y 22.9 (en 1980), aquellas con IMC > 40 presentaron un incremento de 5 veces en el riesgo de EC. El riesgo se incrementó en relación con el aumento del IMC. Esta asociación no se modificó con el ajuste por el puntaje referente a la dieta. Por cada unidad de incremento del IMC, el riesgo de EC aumentó un 8% (intervalo de confianza [IC] del 95%, 7% a 9%).

Un análisis secundario que utilizó el IMC actualizado con un desfase de 4 años entre las mediciones de IMC y los eventos de EC mostró resultados similares; los riesgos rela

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024