Estudio epidemiológico molecular | 25 ENE 06

Correlación clínico-radiográfica en la tuberculosis primaria y reactivada

Se considera que las TBC primaria y secundaria tienen características radiográficas y clínicas que las diferencian.
Autor/a: Dres. Elvin Geng, Barry Kreiswirth, Joe Burzynski, Neil W. Schluger Fuente: Comentario y resumen objetivo: Dra. Marta Papponetti Clinical and Radiographic Correlates of Primary and reactivation tuberculosis. A Molecular Epidemiology Study. JAMA. 2005. 293(22);2740-2745
INDICE:  1. Desarrollo | 2. Bibliografía
Desarrollo

Se acostumbra a clasificar a la tuberculosis (TBC) activa en primaria y secundaria. Muchos investigadores consideran a la TBC primaria y secundaria para calcular el momento entre la infección inicial con Mycobacterium tuberculosis y el comienzo de la enfermedad clínica. En la literatura, dicen los autores, el intervalo exacto que distingue a la TBC primaria de la secundaria oscila entre 1 año y 5 años.

También se considera que las TBC primaria y secundaria tienen características radiográficas y clínicas que las diferencian. Se dice que la TBC primaria se caracteriza por localizarse en el lóbulo pulmonar inferior  y presentar adenopatías y derrame pleural, denominándose atípica, mientras que la TBC secundaria, o reactivación, se asocia con enfermedad en el lóbulo superior y cavitación, y a la cual se la denomina típica. Sin embargo, acotan, las observaciones clínicas, basadas en estudios realizados antes de disponer de técnicas de "fingerprinting" molecular, brindan datos incompletos y circunstanciales.

La TBC pulmonar en las personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (HIV) o enfermos de SIDA suele caracterizarse por la presencia de adenopatías, localización en las zonas media o inferior del pulmón, derrames y escasas lesiones cavitarias. Debido a que esas personas tienen mayor predisposición a la TBC, algunos han atribuido este aspecto radiográfico atípico a la facilidad que tienen los pacientes infectados con el HIV para sufrir una progresión rápida desde la infección inicial hasta la enfermedad en su fase activa. Otros especialistas se preguntan si los signos radiográficos atípicos resultan de un estado inmunológico alterado, pudiendo, por lo tanto, representar también la reactivación de la infección latente durante un período prolongado, en huéspedes con una respuesta inmunológica anormal.

Los estudios epidemiológicos moleculares de la TBC permiten comparar los cuadros clínicos y radiográficos de los casos de TBC, con la posibilidad de ser relacionados en tiempo y espacio con aquellos que no los son. En el presente estudio, los autores utilizan este enfoque para comprobar si los casos de reciente transmisión tienen cuadros radiográficos diferentes de los casos con infección adquirida distante y secundariamente, si los cuadros radiográficos atípicos en la TBC asociada al HIV se deben a una preponderancia de infección reciente o son manifestaciones de la alteración de la inmunidad en la reactivación de la infección latente.

Objetivo

Analizar la relación entre la tuberculosis pulmonar recién adquirida o de adquisición remota, las variables clínicas y demográficas y los cuadros radiográficos, mediante el estudio epidemiológico convencional y por "fingerprinting" molecular.

Método

Se realizó un estudio retrospectivo de 456 pacientes hospitalizados en un centro médico de la ciudad de New York, en el período 1990-1999. Los pacientes elegibles tuvieron al menos un cultivo respiratorio positivo para Mycobacterium tuberculosis y contaban con datos radiográficos disponibles.

Las radiografías de tórax se describieron teniendo en cuenta la presencia o la ausencia de 6 cuadros: infiltrado en el lóbulo superior, lesión cavitaria, adenopatía, derrames, infiltrado de las zonas media o inferior del pulmón y, patrón miliar. Las radiografías fueron consideradas típicas cuando presentaban infiltrado o cavidad en el lóbulo superior, estuviesen presentes o no algunas de las características nombradas. Las radiografías atípicas eran aquellas con adenopatías, derrame o infiltrados en las zonas media o inferior del pulmón o ninguna de las características antes descritas.


La infección con el HIV se asoció más comúnmente con signos radiográficos atípicos en la radiografía de tórax, con un riesgo relativo de 0,20. Aunque un “fingerprinting” agrupado, que representa la enfermedad de adquisición reciente, se asoció con radiografías típicas en el análisis univariado (riesgo relativo, 9,68) la asociación fue menor cuando se ajustó con el estado HIV.



Comentarios

Los autores comprobaron en esta serie grande de pacientes tuberculosos, bien definidos desde el punto de vista epidemiológico y clínico, que el signo radiográfico predictor independiente más significativo es el estado H

 

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