El juego al aire libre mitiga efectos negativos del tiempo de pantalla en niños

Resumen

Importancia

Se desconoce si la asociación entre un mayor tiempo de pantalla en la infancia y un neurodesarrollo subóptimo posterior puede mitigarse mediante la frecuencia del juego al aire libre.

Objetivo

Investigar si un mayor tiempo de pantalla a los 2 años se asocia con resultados de desarrollo neurológico a los 4 años y si esta asociación está mediada por la frecuencia de juego al aire libre a los 2 años y 8 meses.

Diseño, entorno y participantes

Los participantes fueron una submuestra del Estudio de cohortes de nacimiento de Hamamatsu para madres y niños (Estudio HBC, N = 1258). Los niños nacieron entre diciembre de 2007 y marzo de 2012 y fueron seguidos desde 1 año 6 meses hasta 4 años. El análisis se realizó desde abril de 2021 hasta junio de 2022.

Las exposiciones al tiempo de pantalla de más de 1 hora al día a la edad de 2 años se codificaron como tiempo de pantalla más alto.

Principales resultados y medidas

Se utilizaron puntuaciones estandarizadas para los dominios de comunicación, habilidades de la vida diaria y socialización de la Escala de comportamiento adaptativo de Vineland, segunda edición, a los 4 años (media [DE], 100 [15]). El factor mediador fue la frecuencia de juego al aire libre a la edad de 2 años y 8 meses, con 6 o 7 días a la semana codificados como juego frecuente al aire libre.

Resultados

De 885 participantes, 445 niños (50%) eran mujeres; el tiempo medio (SD) de pantalla por día fue de 2,6 (2,0) horas. Los análisis de mediación causal revelaron que un mayor tiempo de pantalla a los 2 años se asoció con puntuaciones más bajas en comunicación a los 4 años (coeficiente no estandarizado b = −2,32; IC del 95 %, −4,03 a −0,60), pero la asociación no estuvo mediada por la frecuencia de juego al aire libre.

Un mayor tiempo frente a la pantalla también se asoció con puntuaciones más bajas en las habilidades de la vida diaria (b = −1,76; IC del 95 %, −3,21 a −0,31); el 18% de esta asociación estuvo mediada por la frecuencia de juego al aire libre.

La frecuencia de jugar al aire libre se asoció con la socialización (b = 2,73; IC del 95 %, 1,06 a 4,39), mientras que un mayor tiempo de pantalla no lo estuvo (b = −1,34; IC del 95 %, −3,05 a 0,36).

Conclusiones y relevancia

Un mayor tiempo de pantalla a los 2 años se asoció directamente con una comunicación más deficiente a los 4 años. También se asoció con las habilidades de la vida diaria, pero la frecuencia del juego al aire libre a los 2 años y 8 meses lo alivió, lo que sugiere que el juego al aire libre mitigó la asociación entre un mayor tiempo frente a la pantalla y un neurodesarrollo subóptimo.

La investigación futura debe especificar la naturaleza de las asociaciones y las medidas de intervención, lo que permite intervenciones específicas que reducen el riesgo potencial en el tiempo de pantalla.

Comentarios

Investigadores de la Universidad de Osaka descubren que reducir los efectos negativos del tiempo de pantalla en las mentes pequeñas podría ser tan simple como animar a los niños a jugar al aire libre