Aspectos destacados Este ensayo aleatorizado evaluó el efecto del entrenamiento intervalado de alta intensidad (HIIT) sobre las placas ateromatosas coronarias en 60 pacientes con enfermedad arterial coronaria estable después de una ICP. Las sesiones dos veces por semana de HIIT supervisado al 85% al 95% de la frecuencia cardíaca máxima en comparación con los estándares de atención contemporáneos durante 6 meses se asociaron con una reducción significativa en el volumen de ateroma porcentual derivado del ultrasonido intravascular y el volumen total de ateroma normalizado para la longitud del segmento. Estos hallazgos sugieren que el HIIT se asocia con una regresión del volumen del ateroma entre los pacientes con enfermedad arterial coronaria estable después de la PCI, con implicaciones para los esfuerzos preventivos secundarios. Resultados clave
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ANTECEDENTES
El volumen del ateroma coronario está asociado con el riesgo de eventos coronarios en la enfermedad arterial coronaria (EAC). El entrenamiento físico es una piedra angular en la prevención primaria y secundaria de la EAC, pero se desconoce en gran medida el efecto del ejercicio sobre las placas ateromatosas coronarias.
OBJETIVO
Evaluamos el efecto de seis meses de entrenamiento intervalado de alta intensidad (HIIT) supervisado en la geometría de la placa coronaria mediante ultrasonido intravascular en pacientes con CAD estable después de una intervención coronaria percutánea (ICP).
MÉTODOS
Sesenta pacientes fueron aleatorizados a dos sesiones semanales de HIIT supervisado al 85-95 % de la frecuencia cardíaca máxima (n = 30) o para seguir las pautas preventivas contemporáneas (grupo de control, n = 30).
Los criterios de valoración del estudio fueron el cambio en el porcentaje de volumen de ateroma (PAV) y el volumen total de ateroma (TAV) normalizado para la longitud del segmento (TAVnorm) a los seis meses de seguimiento.
RESULTADOS
El cambio en el PAV promedio para los segmentos coronarios emparejados desde el inicio hasta el seguimiento mostró una diferencia significativa entre los grupos (-1,4, IC del 95 %: -2,7 a -0,1, p = 0,036).
Hubo una reducción significativa en el grupo HIIT (-1,2, IC del 95 %: -2,1 a -0,2, p = 0,017) mientras que no en el grupo de control (0,2, IC del 95 %: -0,7 a 1,1, p = 0,616). TAVnorm se redujo (-9 mm3, IC del 95 %: -14,7 a -3,4, p = 0,002) después del HIIT, con una diferencia significativa entre grupos (-12,0 mm3, IC del 95 %: -19,9 a -4,2, p = 0,003).
Figura: Caso que demuestra los hallazgos de una imagen de un vaso con angiografía coronaria y espectroscopia de infrarrojo cercano combinada con ultrasonido intravascular (NIRS-IVUS) en un paciente en el grupo de entrenamiento de intervalos de alta intensidad al inicio (panel superior) y en el seguimiento (panel inferior) . A. Angiografía coronaria con flecha que muestra una placa en el segmento proximal de la arteria circunfleja. B, Sección transversal de la imagen NIRS‐IVUS donde los anillos circunferenciales amarillos representan la acumulación de lípidos dentro de la placa. C, quimiograma NIRS que demuestra maxLCBI4mm al inicio y durante el seguimiento con una reducción en maxLCBI4mm de 669 a 407 durante el período de intervención. El amarillo representa una alta probabilidad de lípidos y el rojo indica que no hay lípidos. HIIT indica entrenamiento de intervalos de alta intensidad; y maxLCBI4mm, índice máximo de carga de lípidos en el núcleo dentro de cualquier segmento de 4 mm en toda la lesión.
CONCLUSIÓN
En pacientes con enfermedad arterial coronaria (CAD) establecida, se observó una regresión del volumen del ateroma en los que se sometieron a seis meses de HIIT supervisado en comparación con los pacientes que siguieron las pautas preventivas contemporáneas.
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