Metabolismo de la vitamina D | 02 OCT 15

Una dieta más rica en proteínas podría ser útil para algunas personas con diabetes tipo 2

Un estudio encuentra algunos beneficios para las personas con una variante genética relacionada con el metabolismo de la vitamina D

Las personas con diabetes tipo 2 podrían beneficiarse de una dieta más rica en proteínas, pero probablemente dependa de si portan o no un gen particular relacionado con el metabolismo de la vitamina D, según una nueva investigación.

El estudio de adultos con sobrepeso con diabetes tipo 2 halló que las personas perdieron una cantidad parecida de peso a lo largo de dos años si seguían una dieta rica en proteínas, baja en proteínas, baja en grasas o rica en grasas.

Pero las diferencias surgieron con respecto a los niveles de insulina de las personas que seguían las dietas. En la diabetes tipo 2, el cuerpo pierde la sensibilidad a la insulina, lo que desencadena aumentos en el azúcar en la sangre y en la producción de insulina.

En este estudio, algunas personas mostraron reducciones mayores en el nivel de insulina y experimentaron una mejora en la sensibilidad a la insulina cuando comieron una dieta rica en proteínas, a saber, las personas con una variante genética particular que aumenta los niveles de vitamina D en la sangre.

No está claro todavía lo que todo esto significa, dijo el investigador principal, Qibin Qi, profesor asistente del Colegio de Medicina Albert Einstein en la ciudad de Nueva York.

Por un lado, la información no es útil desde el punto de vista práctico ya que las personas no conocen la genética que hay detrás de su metabolismo personal de la vitamina D.

"Ahora mismo, solamente estamos en la 'fase conceptual' de esta investigación", dijo Qi.

El estudio aparece en la edición en línea del 29 de septiembre de la revista Diabetologia.

La vitamina D es conocida principalmente por sus efectos sobre la formación de los huesos, pero desarrolla una amplia variedad de funciones en el cuerpo, como ayudar a regular el crecimiento celular, la función inmunitaria y la inflamación, según los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.

Los estudios han vinculado los niveles bajos de vitamina D con un aumento del riesgo de varias afecciones de salud crónicas, como la diabetes tipo 2, indicó Qi.

Para el actual estudio, su equipo deseaba ver si las variaciones genéticas en el metabolismo de la vitamina D afectaban al modo en que las personas con diabetes tipo 2 respondía a distintas dietas para perder peso.

El estudio contó con 645 adultos con sobrepeso y obesos que pasaron dos años siguiendo una de cuatro dietas distintas con un bajo contenido calórico. Dos dietas eran relativamente ricas en proteínas, con un 25 por ciento de las calorías diarias procedentes de las proteínas, y las otras dos tenían unos niveles "promedio" (un 15 por ciento de calorías a partir de las proteínas), según el estudio.

La cantidad de grasa en las dietas también variaba: dos de ellas tenían cantidades relativamente bajas (un 20 por ciento de las calorías diarias) y dos tenían un contenido calórico alto (un 40 por ciento de las calorías), señalaron los investigadores.

Con respecto a la pérdida de peso, todas las dietas tuvieron una efectividad similar, y ayudaron a las personas a perder un promedio de entre 8 y 10 libras (entre 3.6 y 4.5 kg). Y las diferencias en los genes relacionados con la vitamina D no mostraron ninguna influencia en la pérdida de peso de las personas en general.

Pero los genes aparentemente sí influyeron en cuanto a la mejora con respecto a la insulina, dijo Qi.

El gen que destacó más se conoce como DHCR7, y ayuda al cuerpo a sintetizar la vitamina D, dijeron los investigadores. La mayoría de los participantes del estudio tenían al menos una copia de la variante "T" de dicho gen, que aumenta los niveles de vitamina D en la sangre, reveló el estudio.

Y estas personas tendían a mostrar una mayor mejora de los niveles de insulina con la dieta rica en proteínas, en comparación con la dieta con un nivel promedio de proteínas. También respondieron mejor al plan con más proteínas que las personas que no portaban la variante "T", según el estudio.

El motivo no está claro, según Qi. Pero, dijo, algunos alimentos (como, por ejemplo, algunos pescados y los productos lácteos fortificados) son buenas fuentes de vitamina D, y es posible que las personas con la variante "T" deriven más vitamina D a partir de esos alimentos, en comparación con las personas que no tienen dicha variante.

Unos niveles más altos de vitamina D, a su vez, podrían mejorar la sensibilidad a la insulina de las personas, señaló Qi.

Pero no está claro si eso es así. Qi señaló que una limitación del estudio es que los investigadores no midieron el nivel de vitamina D en la sangre de las personas que siguieron las dietas.

Además, el estudio no dice nada sobre el impacto que en última instancia tiene una dieta rica en proteínas sobre la salud de las personas a largo plazo.

"En general, los efectos de las diferentes dietas sobre la pérdida de peso fueron parecidos", dijo Qi. "De verdad creo que es el patrón general de la dieta lo que más importa, y no un nutriente en concreto. Las personas deberían comer una dieta equilibrada y hacer ejercicio con regularidad".

La Dra. María Peña, especialista en gestión del peso del Hospital Lenox Hill, en la ciudad de Nueva York, se mostró de acuerdo.

"En este momento, podemos decir que comer una dieta equilibrada (proteínas de gran calidad, grasas sanas y carbohidratos ricos en fibra, más que los carbohidratos procesados) es lo más importante", dijo Peña, que no participó en el estudio.

Indicó que las dietas "ricas en proteínas" en este estudio realmente contenían cantidades moderadas. "En realidad se deberían tomar alrededor de un 25 por ciento de las calorías a partir de las proteínas", dijo Peña. "Lo que pasa es que la mayoría de la gente no lo hace".

También recomendó que las personas se aseguren de que toman las cantidades recomendadas de vitamina D, a partir de los alimentos o de un multivitamínico. La recomendación diaria para la vitamina D varía ligeramente según la edad. Pero para la mayoría de las personas, el gobierno estadounidense aconseja que se tomen 600 unidades internacionales al día.

En cuanto a los hallazgos sobre los genes, dijo Peña, la información no es prácticamente útil ahora mismo. Pero podría serlo en el futuro, añadió. Los investigadores esperan que algún día se puedan personalizar los planes dietéticos para adaptarse de la mejor manera a los perfiles genéticos de las personas, dijo Peña.

 

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