Datos alarmantes sobre las edades de comienzo | 03 SEP 15

¿Los niños no toman alcohol?

Un reporte halla que muchos empiezan a edades más tempranas, así que es más probable que se den atracones de bebida

El alcohol supone una amenaza mucho más grande para los niños que lo que muchos padres quieren admitir, según advierte un nuevo informe.

Muchos niños empiezan a beber a una edad temprana, y su tamaño e inexperiencia con el alcohol les hace más propensos a los atracones de bebida, dijo la autora del informe, la Dra. Lorena Siqueira, directora de medicina adolescente en el Hospital Pediátrico Nicklaus de Miami.

Beber tanto puede resultar fatal. Por ejemplo, en un tercio de todos los accidentes de coche fatales relacionados con el alcohol hay jóvenes de 15 a 20 años, halló el informe.

"Las tres causas principales de mortalidad en los adolescentes son los accidentes de vehículos motorizados, los homicidios y los suicidios, y el alcohol está fuertemente asociado con cada una de ellas", señaló Siqueira.

Entre el 36 y el 50 por ciento de los estudiantes de secundaria beben alcohol, y entre el 28 y el 60 por ciento reportan atracones de bebida, según el informe.

Pero el panorama real es incluso más oscuro, sugirió Siqueira. Esas cifras se basan en la definición adulta de los atracones de bebida: cinco bebidas o más en un periodo de dos horas para los hombres, o cuatro o más para las mujeres.

Dado que los adolescentes normalmente pesan menos que los adultos, también son más propensos a alcanzar una concentración de alcohol en la sangre no segura con mayor rapidez, dijo Siqueira.

El alcohol no es benigno, convino un experto.

"Pasamos mucho tiempo preocupándonos por todas las maneras de abuso de sustancias, y tenemos que hacerlo, pero este informe nos dice que la droga de la que abusan los niños más habitualmente y que más peligrosa resulta para ellos es el alcohol", comentó el Dr. Bennett Leventhal, profesor de psiquiatría infantil y adolescente de la Universidad de California, en San Francisco.

En 2014, la mitad de los estudiantes de doceavo curso y uno de cada nueve de los estudiantes de octavo curso se habían emborrachado al menos una vez en su vida, según el informe.

El modo en que los niños beben alcohol los hace más propensos a beber demasiado, indicó Siqueira.

"Cuando beben, a menudo tienden a beber directamente de la botella y la pasan los unos a los otros", dijo.

El informe hace un listado de una serie de problemas para la salud que derivan de beber alcohol cuando no se ha alcanzado la edad permitida:

La mitad de todas las lesiones en la cabeza de los adolescentes se asocian con la bebida.
Los atracones con la bebida se asocian con una actividad sexual más temprana, el embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual.
Los niños que empiezan a beber antes de los 15 años tienen 4 veces más probabilidades de convertirse en alcohólicos, en comparación con las personas que empiezan a beber después de los 20 años.
Beber a una edad temprana también puede alterar el desarrollo cerebral, afectando a la atención, entre otras cosas.
Los niños empiezan a pensar de forma positiva sobre el alcohol ya entre los 9 y los 13 años de edad, halló el informe.

Estos niños están influenciados por lo que ven en el mundo que les rodea, dijo Leventhal. Ven anuncios atractivos de bebidas alcohólicas, observan a modelos de rol que beben alcohol, e incluso ven a los adultos que los rodean bebiendo alcohol.

Los padres han de estar preparados para hablar con franqueza con sus hijos sobre el alcohol a una edad muy temprana, como puede ser en la escuela primaria, dijo Marcia Lee Taylor, presidenta y directora general de Partnership for Drug-Free Kids.

"Como padres, debemos de tener claro todos que si no somos los que hablamos con nuestros hijos y conformamos su perspectiva, otras personas lo harán", dijo Taylor.

En estas conversaciones, los padres deberían hablar sobre cómo beber de modo responsable, y sobre que el modo en que beben los adultos es distinto al modo en que beben sus jóvenes amigos, dijo Siqueira.

Por ejemplo, los adultos tienden a comer mientras beben para reducir los efectos del alcohol, dijo. No beben muy rápidamente ni directamente de la botella.

Taylor dijo que los padres también necesitan ser un buen modelo de conducta con respecto a la bebida. No deberían describir el alcohol como algo que necesitan como alivio para el estrés, y deberían evitar beber en exceso delante de sus hijos.

El informe insta a los pediatras a que pregunten a los niños sobre su exposición al alcohol. "Si su médico quiere hablar con su hijo a solas, eso es lo que se recomienda como un buen método al tratar con un adolescente", dijo.

Por encima de todo, los padres no deberían dar por sentado que beber es algo que solamente ocurre cuando un niño se hace mayor, y que no hay modo de que puedan retrasarlo o detenerlo, señaló Taylor.

El nuevo informe indicó que el 80 por ciento de los adolescentes afirman que sus padres son la mayor influencia a la hora de decidir si beben o no, dijo Taylor.

FUENTE: Lorena Siqueira, M.D., MSPH, director, adolescent medicine, Nicklaus Children's Hospital, Miami, and professor, medicine, Florida International University; Bennett Leventhal, M.D., professor, child and adolescent psychiatry, University of California, San Francisco; Marcia Lee Taylor, president and CEO, Partnership for Drug-Free Kids; September 2015 Pediatrics

 

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