Podría explicar la vulnerabilidad | 16 FEB 15

Hallan más vínculos genéticos con la obesidad

Más de 100 localizaciones en el ADN se asocian con el exceso de peso.

Robert Preidt

Una nueva investigación ofrece más evidencias de que los genes influyen de manera significativa en la obesidad.

Los hallazgos podrían ayudar a explicar por qué algunas personas son más propensas a aumentar de peso y a contraer afecciones relacionadas con la obesidad, dijeron los investigadores.

Los investigadores analizaron muestras genéticas de más de 300,000 personas e identificaron más de 140 localizaciones en sus muestras de ADN que podrían tener un papel en la obesidad. También localizaron nuevas vías biológicas que tenían un papel importante en el peso corporal y en la distribución de la grasa.

Los hallazgos aparecen en dos estudios sobre la misma temática publicados el 11 de febrero en la revista Nature.

Se trata del primer paso hacia la identificación de los genes individuales implicados en la forma y el tamaño corporal, según los investigadores. Las proteínas producidas por los genes podrían servir como objetivo para el desarrollo de nuevos medicamentos para combatir con la obesidad.

Uno de los estudios se centró en los genes que afectan al lugar en que se almacena la grasa en el cuerpo, que afecta al riesgo para la salud. Por ejemplo, las personas con más grasa en el abdomen tienen más probabilidades de sufrir afecciones metabólicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares que las que tienen más grasa en las caderas o distribuida por todo el cuerpo.

"Necesitamos conocer estas localizaciones genéticas porque los distintos depósitos de grasa suponen riesgos distintos para la salud", dijo en un comunicado de prensa del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan la autora principal, Karen Mohlke, profesora de genética de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte.

"Si podemos averiguar qué genes influyen en el lugar donde se deposita la grasa, eso podría ayudarnos a comprender el mecanismo biológico que conduce a varias afecciones de la salud, como la resistencia a la insulina y la diabetes, el síndrome metabólico y las enfermedades cardiacas", explicó.

El otro estudio observó el vínculo entre los genes y el índice de masa corporal (IMC), un estimado de la grasa corporal basado en la estatura y en el peso. Los investigadores dijeron que hallaron 97 asociaciones genéticas vinculadas con el IMC. También hallaron que las localizaciones genéticas asociadas con el IMC estaban vinculadas con áreas que controlan factores como el apetito y el uso energético.

"Nuestro trabajo muestra con claridad que la predisposición a la obesidad y un IMC más alto no se deben a un solo gen o un solo cambio genético", señaló en el comunicado de prensa la Dra. Elizabeth Speliotes, autora principal del estudio del IMC. Speliotes es profesora asistente de medicina interna y de medicina computacional y bioinformática del Sistema de Salud de la Universidad de Michigan.

"La gran cantidad de genes hace que sea menos probable que una solución para vencer a la obesidad funcione para todo el mundo, y abre la puerta a maneras posibles que podemos usar las pistas genéticas para que nos ayuden a vencer a la obesidad", añadió.

El próximo paso, dijeron los investigadores, es averiguar exactamente cómo funcionan los genes y cómo hacen a las personas más susceptibles a la obesidad.

FUENTE: University of Michigan Health System

 

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