Revisión sistemática y metaanálisis | 15 ABR 14

La relación médico paciente empática afecta a la salud de los pacientes

Una relación cómoda puede ser tan beneficiosa como las estatinas para los problemas cardiacos, halla un estudio.

El trato que da el médico a sus pacientes parece tener un efecto real sobre la salud de los pacientes, sugiere una nueva revisión de investigaciones.

La revisión de trece ensayos clínicos halló que cuando se entrenaba a los médicos para que perfeccionaran sus habilidades sociales, a los pacientes generalmente les iba mejor en sus esfuerzos por perder peso, reducir su presión arterial o gestionar el dolor.

Los expertos dicen que los hallazgos, que aparecen en línea el 9 de abril en la revista PLOS One, muestran que la relación entre el médico y el paciente puede tener un impacto sobre la salud de las personas.

Los efectos vistos en estos estudios fueron pequeños, pero aún así "impresionantes", aseguró Alan Christensen, profesor de psicología de la Universidad de Iowa.

Christensen, que no participó en la investigación, estudia el tema de las relaciones entre los proveedores de atención de salud y los pacientes. Apuntó que muchos programas de entrenamiento en los estudios incluidos en la nueva revisión se enfocaban en unas habilidades bastante "generales", como mantener el contacto visual con los pacientes y escuchar sin interrumpir.

Así que es alentador ver que esos programas de entrenamiento se traducen en algún beneficio específico de salud, según Christensen.

"Es importante poder demostrar que los profesionales clínicos pueden aprender a cambiar la forma en que interactúan con los pacientes, y que eso afecta a los resultados de salud", apuntó.

La Dra. Helen Riess, investigadora principal del nuevo estudio, se mostró de acuerdo. "Creo que intuitivamente las personas piensan que si se tiene una relación abierta y comprensiva con el proveedor, es algo beneficioso".

Pero para realmente saber los efectos objetivos de salud, los ensayos clínicos son la clave, aseguró Riess, que dirige un programa de empatía y ciencias relacionales en el Hospital General de Massachusetts, en Boston.

Para su revisión, dijo que su equipo eligió solo ensayos clínicos rigurosos que midieran "resultados concretos", como los cambios en la presión arterial, en lugar de experiencias subjetivas, como la satisfacción del paciente.

Los investigadores terminaron con 13 ensayos clínicos de todo el mundo. En cada uno, los proveedores de salud (médicos, con la mayor frecuencia) se asignaron al azar a seguir con su atención usual o a recibir algún tipo de entrenamiento sobre la interacción con el paciente. Algunos se enfocaron en crear "calidez" y empatía, dijo Riess, mientras que a otros proveedores se les enseñaron técnicas específicas, como las "entrevistas motivacionales".

En la mayoría de los ensayos, aunque no en todos, los pacientes parecieron beneficiarse. Los pacientes obesos y diabéticos tendían a perder más peso, los pacientes de artritis reportaron menos dolor y los hipertensos redujeron más sus cifras.

Riess y sus colaboradores hallaron que esos efectos eran "modestos" en general. Pero la magnitud del beneficio fue similar a la observada en estudios que evaluaron la aspirina en dosis baja o las estatinas para reducir el colesterol en la reducción de los ataques cardiacos, según la nueva investigación.

"Esto es importante porque la aspirina y las estatinas se recetan comúnmente, y todo el mundo se muestra de acuerdo en que se deben usar para reducir el riesgo de ataque cardiaco", apuntó Riess.

Añadió que no está claro exactamente por qué los ensayos en esta revisión hallaron beneficios. ¿Se trata de la empatía mejorada, o de la técnica de entrevista motivacional, por ejemplo?

Y por supuesto, los individuos difieren en lo que consideran una "buena" relación con su médico, anotó Christensen.

"Las personas difieren claramente en la cantidad de información que desean", comentó. "Algunas personas desean una mayor autogestión, y lo consideran como tener más control. Algunas personas lo ven como una carga. A algunas personas les gusta que les pregunten sobre su vida personal, más allá de su condición de salud. A otras, no".

Pero la moraleja, dijeron Christensen y Riess, es que la relación entre el proveedor y el paciente importa.

"Los pacientes deben comprender que está bien buscar un médico que cumpla con sus preferencias y expectativas", dijo Christensen.

O, dado que hallar un nuevo médico puede resultar difícil, Riess sugirió hablar con su médico actual.

"Si no se siente contento, hay formas educadas de decirlo", aseguró. "Los pacientes deben sentirse con el derecho de decir que no comprendieron el lenguaje que el médico usó, y pedirle que se explique con términos más sencillos. Puede decirle (a su médico) si se siente que le apresura, o ansioso".

Y no se preocupe de ofender a su médico, aconsejó Christensen. Aseguró que a la mayoría de los médicos sí les importa, y que intentan "personalizar" la forma en que se comunican con los pacientes individuales.

Pero si los pacientes no se expresan, quizá el médico no se dé cuenta de que hay un problema, anotó Riess.

FUENTES: Alan Christensen, Ph.D., professor, psychology, University of Iowa, Iowa City; Helen Riess, M.D., director, empathy and relational science program, Massachusetts General Hospital, Boston; April 9, 2014 PLOS One, online http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0094207

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024