Anemia e insuficiencia renal | 13 AGO 12

Efectos de la anemia sobre la mortalidad en pacientes internados por sindromes coronarios agudos

La anemia, así como la presencia de insuficiencia renal, puede asociarse con tasas de mortalidad más elevadas en estos pacientes.
Autor/a: Younge J, Nauta S, Van Domburg R y colaboradores Fuente: American Journal of Cardiology 109(4):506-510, Feb 2012 

Introducción

La anemia es frecuente en los pacientes internados por síndromes coronarios agudos (SCA), con una prevalencia que oscila entre 6.4% y 45%, y se asocia con evoluciones desfavorables. Si bien hay muchos estudios referidos a los efectos deletéreos de la anemia en otras poblaciones, hay pocos en pacientes con infarto agudo de miocardio (IAM) con elevación del segmento ST (IAMST). En las últimas décadas, surgieron diversas intervenciones que lograron disminuir la morbilidad y aumentar la supervivencia en los casos de IAM; entre ellas, se encuentran los tratamientos de reperfusión, antiagregantes plaquetarios, inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina y beta bloqueantes.

En la actualidad, las intervenciones percutáneas coronarias (IPC) son de primera elección en los pacientes con IAMST. Aún no se analizó el efecto de la anemia en estos casos; por ello los autores de este trabajo investigaron la asociación entre la anemia y los resultados a corto y largo plazo en pacientes con SCA internados entre 1985 y 2008, y la relación de esa asociación con la insuficiencia renal.

Métodos

Se incluyeron a todos los pacientes > 18 años ingresados por un episodio de IAMST o no IAMST (IAM-NST) en la unidad de cuidados intensivos del Thoraxcenter, Erasmus University Medical Center, entre enero de 1985 y diciembre de 2008, en quienes se obtuvieron determinaciones de hemoglobina.

El diagnóstico primario al alta de IAMST se basó en la presencia de los siguientes síntomas: dolor torácico o síntomas equivalentes en combinación con cambios dinámicos en el electrocardiograma compatibles con IAM, y curvas características en los niveles de marcadores de necrosis cardíaca como creatinquinasa MB (CK-MB) y troponina T (TropT). El diagnóstico de IAMST se basó en la presencia de una elevación del segmento ST > 0.1 mV en > 2 derivaciones bipolares o > 0.2 mV en > derivaciones precordiales; de no estar presentes, se diagnosticaba IAM-NST.

Los datos se adquirieron de manera retrospectiva a partir de las historias clínicas. Se recabaron los datos demográficos (edad, sexo), antecedentes cardíacos (IAM previo, ICP o cirugía de revascularización miocárdica), factores de riesgo (hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, antecedentes familiares, tabaquismo, insuficiencia renal), diagnóstico al alta (IAMST o IAM-NST) y tratamiento realizado.
El criterio principal de valoración fue la mortalidad a los 30 días y a los 20 años de seguimiento. El estado vital se recabó mediante los registros civiles municipales.

Se determinó el nivel de hemoglobina al ingreso. La anemia se definió según los criterios de la Organización Mundial de la Salud, a partir de un nivel < 13 g/dl en hombres y < 12 g/dl en mujeres. A su vez, los pacientes con anemia se agruparon en tercilos: anemia leve (12.2 a 13 g/dl en hombres y 11.2 a 12 g/dl en mujeres), moderada (10.9 g/dl a 12.1g/dl y 10.3 g/dl a 11.1 g/dl, respectivamente) y grave (< 10.8 g/dl y < 10.2 g/dl).
En los análisis finales, se efectuaron ajustes estadísticos por edad, sexo, hipertensión, diabetes, insuficiencia renal definida por niveles de creatinina > 150 mmol/l, hipercolesterolemia, tabaquismo, presentación clínica, tratamiento, antecedentes de cirugía de revascularización coronaria, IAM, angioplastia coronaria percutánea transluminal. Al analizar las tendencias, los pacientes se agruparon por las fechas de internación: 1985 a 1990, 1991 a 2000 y 2001 a 2008.

Resultados

De los 5 304 pacientes incluidos en el estudio, el 73% eran hombres. La media de edad era de 61 años. El 38% de los participantes tenía anemia. Al dividirlos por tercilos, 655 tenían anemia leve (12.3%), 717 anemia moderada (13.5%) y 646 anemia grave (12.2%). Los niveles medios de hemoglobina eran de 14.2 ± 1.2 g/dl en aquellos sin anemia y de 11.0 ± 1.6 g/dl en los anémicos.

Los pacientes con anemia tendían a ser mayores, a tener más comorbilidades y a recibir medicaciones cardiovasculares. Incluso, aquellos con anemia recibieron menos tratamientos adicionales al ingreso. La prevalencia de anemia leve aumentó de 8.5%, entre 1985 y 1990, a 12.6%, entre 1991 y 2000, y a 16%, entre 2001 y 2008 (p < 0.001). La de anemia moderada lo hizo el 10.2%, entre 1985 y 1990, a 14.2% entre 1991 y 2000, y a 15.6% entre 2001 y 2008 (p < 0.001). Finalmente, la de anemia grave lo hizo de 10.5% entre 1985 y 1990 a 13.3% entre 1991 y 2000, y a 11.8% entre 2001 y 2008 (p < 0.05).

 El promedio de tiempo de seguimiento en la población global fue de 10 años (entre 2 y 25). Las tasas de supervivencia fueron de 91% a los 30 días y de 49% a los 20 años. En cuanto a la supervivencia a 30 días, las tasas en los casos sin anemia fueron de 93% y, en aquellos con anemia, de 88% (p < 0.001). Las tasas de supervivencia a 30 días en el caso de anemia aumentaron de 87.2%, entre 1985 y 1990, a 91.3%, entre 1991 y 2000, (p = 0.002) y a 94.1% entre 2011 y 2008 (p < 0.001).

Las tasas de supervivencia a 20 años fueron de 52% en los pacientes sin anemia y de 42.8% en los anémicos (p < 0.001). La diferencia fue más notable en el primer año; después las curvas fueron paralelas. Con el tiempo, las tasas acumuladas a 20 años fueron de 33.8% entre 1985 a 1990, y disminuyeron a 33.7% entre 1991 y 2000. Además, la supervivencia acumulada a 10 años fue de 66.8% entre 2001 y 2008.

 

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