Diseño de un dispositivo | 29 MAR 11

Sujeción cefálica en terapia intensiva

Los pacientes críticos con Hipertensión Endocraneana y/o en Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM) pueden beneficiarse con la fijación cefálica. Una propuesta práctica de un dispositivo de sujeción.
Autor/a: Dr. Ramón J. Ferro, Leonardo Makinistian, Elsio S. Turchetto, Rubén L. Makinistian Clinica-UNR.org

*IntraMed agradece a los autores y al sitio Clinica-UNR.org por compartir su trabajo con nuestros lectores.

Introducción

A partir de comprender que los pacientes críticos con Hipertensión Endocraneana y/o en Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM) pueden beneficiarse con la fijación cefálica, nos proponemos diseñar un dispositivo que mantenga la cabeza del paciente en posición centrada mientras se encuentre en decúbito supino.

Fundamentación

Pacientes con Hipertensión Endocraneana (HTEC)

En el paciente con injuria cerebral aguda traumática y no traumática (HSA, ACV), uno de los objetivos primarios de la atención médica radica en la prevención y/o tratamiento de las lesiones secundarias. La meta buscada es garantizar una presión de perfusión cerebral adecuada a partir del soporte hemodinámico sistémico y el control de la hipertensión endocraneana1,2. Para esto último, el monitoreo de la presión intracraneana (PIC) y las acciones médicas consecuentes resultan imprescindibles. En este marco, todos los protocolos para prevención y/o tratamiento de la HTEC actualmente en uso, sugieren que el paciente se encuentre en posición de decúbito supino, con la cabeza y tronco elevados en un ángulo entre 15º y 30º (dependiendo de cada caso) con respecto al plano de la cama3,4, y que la cabeza se encuentre centrada. La lateralización y/o flexión del cuello alteran el retorno venoso por compresión yugular y, por consiguiente, colaboran al incremento de la HTEC5-9.

El ángulo de entre 15º y 30º con respecto al plano de la cama, se consigue mediante el uso de camas especiales que permiten elevar la cabecera. Por el contrario, para mantener centrada la cabeza con respecto al eje del tronco, no se dispone hasta la fecha de ningún elemento de sujeción específicamente diseñado para ese fin.

Sí existe un dispositivo llamado Soportes Laterales que se utiliza en el traslado de pacientes politraumatizados, sin embargo, este dispositivo sólo puede ser utilizado unido a la Tabla Rígida de Rescate y debe retirarse junto con esta. Además, como su nombre lo indica, la tabla rígida no posee la capacidad de articularse, por lo que no permite cumplir con el propósito de mantener al paciente en un ángulo de 15º a 30º, lo que obliga a retirarla en cuanto el paciente quede internado en la unidad de cuidados intensivos.

Ante la ausencia de un dispositivo específico para mantener la cabeza en posición centrada, en la práctica, se suele recurrir a algún tipo de soporte improvisado, lo cual, según el caso, puede generar inconvenientes como lesiones en piel, dificultades en accesos vasculares al cuello y de higiene; y, además, con el correr de las horas suelen perder efectividad.

Pacientes en Asistencia Respiratoria Mecánica (ARM)

El tiempo que los pacientes se encuentran bajo ARM alcanza, en promedio, los 5.9 días, aunque es variable según la patología10. Como todo procedimiento médico, la ARM no está exenta de provocar complicaciones. Algunas de ellas, son ocasionadas por la vía aérea artificial (cánula o tubo endotraqueal) y pueden manifestarse tiempo después de que el paciente pudo ser separado del respirador.

La complicación más grave ocasionada por la vía aérea artificial es la lesión traqueal que se produce durante la ARM por acción directa del tubo o cánula sobre la mucosa traqueal. Esta lesión tiene dos mecanismos principales: uno es la presión ejercida por el manguito del tubo y el otro es el rozamiento entre el extremo distal del tubo y la mucosa11,12.

Para evitar la lesión por el manguito se recomienda que el tubo o cánula se encuentre centrado, y que la presión del manguito sea inferior a 25 mmHg. Este dato, debe ser corroborado cada 8 horas.

Evitar la lesión por rozamiento es mucho más difícil pues la misma se produce como consecuencia del movimiento impuesto al tubo por las tubuladuras conectadas a él, y este movimiento puede producirse ante cualquier manipulación de las mismas. Para intentar evitar esta complicación se ha sugerido que las tubuladuras se mantengan en el mismo eje del tubo, sin embargo con esto no pueden evitarse los movimientos laterales de la cabeza del paciente, que provocan igual efecto. Hasta el momento no se cuenta con un dispositivo que mantenga la cabeza del paciente en posición centrada, ayudando así a evitar esta complicación.

Diseño

Por tratarse de un dispositivo de pieza única destinado al apoyo de la cabeza, y estar diseñado para amoldarse a la misma, el dispositivo propuesto pertenece naturalmente a la clase de los que, genéricamente, se llaman “almohadas”. Por lo tanto, la utilidad y novedad del mismo consisten, exclusivamente, en su diseño específico.

Se trata de una pieza oblonga (10 cm de ancho, 13 cm de altura y 50 cm de largo), que cuenta con simetría especular: las mitades derecha e izquierda son imágenes en el espejo una de la otra (Fig. 1). Desde los extremos hacia el centro, presenta un perfil curvado que incluye tres canales laterales (seis en total) que atraviesan, paralelos, transversalmente la pieza de un lado (cefálico) al otro (caudal) casi a ras de la superficie, y se abren (quedan expuestos, conectados) a la misma por ranuras paralelas de un ancho ligeramente menor al diámetro de los mismos, pudiendo introducirse en ellos -mediante la aplicación manual de una presión hacia abajo- guías de sueros o catéteres, de diámetro típicamente inferior a los 4 mm. El perfil de la pieza continúa en una curvatura que facilita su agarre y que se torna una prominencia o solapa que configura la parte antero-lateral del contorno del canal mayor o central, destinado a alojar la cabeza del paciente. Las solapas se ven reforzadas por encima con un engrosamiento o nervadura (ventana B de la Fig. 1) y se flexionan hacia afuera en el sentido de las flechas curvadas de la Fig. 1 (abajo) a los efectos de posibilitar la introducción de la cabeza del paciente en el canal central. Dicho canal es más angosto en su extremo cefálico o superior, que en su extremo caudal o inferior, configurando un espacio ligeramente cónico que se adapta a la geometría de la cabeza mejor que uno cilíndrico. En la Fig. 2 se muestra el dispositivo en uso en un contexto ilustrativo.

 

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