Riesgos en el futuro niño | 25 NOV 09

Fumar durante el embarazo y el plomo elevan el riesgo de TDAH

Un estudio halla más del doble de probabilidades para uno, y que ambos elevan el riesgo ocho veces.

Los niños cuyas madres fumaron durante el embarazo o que estuvieron expuestos al plomo podrían afrontar más del doble de riesgo de tener el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) que otros niños, según halla una investigación reciente.

Y con la exposición tanto a cigarrillos como al plomo, las probabilidades de sufrir TDAH aumentaban dramáticamente. Los niños cuyas madres fumaron durante el embarazo y cuya sangre mostró signos de exposición al plomo tenían un riesgo ocho veces mayor de padecer TDAH.

"Cuando se ha tenido ambas exposiciones, hay un efecto sinergético", aseguró la autora del estudio, la Dra. Tanya Froehlich, especialista en desarrollo pediátrico y conductual y profesora asistente de pediatría del Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati.

Los investigadores concluyeron que casi el 38 por ciento de los casos de TDAH entre los niños de 8 a 15 años en Estados Unidos podrían deberse a la exposición prenatal al humo de tabaco, mientras que el 25 por ciento de los casos se deben a la exposición al plomo, de acuerdo con el estudio que aparece en la edición en línea del 23 de noviembre de la revista Pediatrics.

Froehlich y sus colegas utilizaron los datos de 2,588 niños de 8 a 15 años de todo el país que formaron parte de la Encuesta nacional de examen sobre salud y nutrición 2001-2004. La exposición al tabaco se evaluó al preguntar a las madres si habían fumado durante el embarazo, mientras que las concentraciones de plomo se midieron mediante análisis de sangre.

Cerca del 8.7 por ciento de los niños cumplían con el criterio para el TDAH, que se caracteriza por falta de atención, dificultad para concentrarse, impulsividad e hiperactividad, de acuerdo con el estudio. En el grupo de TDAH, el 16.8 por ciento eran hijos de madres que fumaron durante el embarazo y el 6.6 por ciento eran hijos de madres que no lo hicieron.

La exposición al plomo se dividió en tres grupos: baja, media y alta. Cerca del 5.2 por ciento de los niños que tenían los niveles más bajo de plomo en sangre tenían TDAH. Cerca del 9.1 por ciento de los niños del rango medio tenían TDAH, mientras que el 13.6 por ciento de los niños que estaban en el tercio más alto tenían TDAH, hallaron los investigadores.

Alrededor del 28.6 por ciento de los niños expuestos tanto al humo prenatal como los que tenían mayores concentraciones de plomo tenían TDAH, dijo Froehlich.

Los investigadores no encontraron una relación fuerte entre la exposición al cigarrillo de segunda mano en la infancia y el TDAH.

De modo alarmante, aún los niños del tercer nivel más alto tenían niveles de plomo más bajos de lo que el gobierno federal considera como "elevado". Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. consideran los niveles de plomo de 10 microgramos por decilitro como "motivo de demanda", dijo Froehlich. En el estudio, los niños del tercio superior tenían niveles de plomo en sangre de 1.3 microgramos por decilitro o más; los niños del grupo medio tenían niveles de entre 0.9 y 1.3 microgramos por decilitro.

 

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