Tratamiento complementario | 04 ENE 10

El aripiprazol es de utilidad como adyuvante del tratamiento antidepresivo

El aripiprazol es la primera droga aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) para el tratamiento complementario de los pacientes con trastorno depresivo mayor que presentan una respuesta insatisfactoria a los antidepresivos.

Introducción y objetivos

Se estima que la prevalencia anual de trastorno depresivo mayor (TDM) es del 5.28%. La entidad es más frecuente en mujeres de 45 a 64 años y puede presentarse en comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos como el trastorno de pánico y el abuso de sustancias. Desafortunadamente, dos tercios de los pacientes con TDM que reciben tratamiento antidepresivo no logran alcanzar la remisión del cuadro. Además, hasta el 50% de los individuos no presentan respuesta al tratamiento. Se considera que los pacientes tienen resistencia al tratamiento cuando no responden de manera adecuada ante la administración de al menos un curso adecuado de terapia con dos antidepresivos de clases diferentes. En ausencia de remisión, se observa un aumento del riesgo de recaídas y una afectación del desempeño social y laboral. En estos casos, la enfermedad toma un curso crónico. De acuerdo con lo antedicho, la remisión es un objetivo importante del tratamiento antidepresivo.

De acuerdo con los resultados del estudio Sequenced Treatment Alternatives to Relieve Depression (STAR-D), la aplicación de estrategias de potenciación del tratamiento con citalopram en ausencia de remisión no se asocia con resultados satisfactorios. Por ejemplo, en pacientes que no habían alcanzado la remisión y recibieron tratamiento complementario con buspirona o bupropion, los índices de remisión fueron del 32.9% y 39%, respectivamente. Asimismo, el empleo complementario de litio o triyodotironina (T3) se vinculó con índices de remisión del 14.5% y 25.7%, respectivamente.

Otras estrategias de potenciación del tratamiento incluyen la administración combinada de antidepresivos como la venlafaxina y la mirtazapina. También se informó la utilidad de la combinación entre el litio y los antidepresivos tricíclicos. El empleo de T3 se fundamenta en su efecto de desensibilización de receptores inhibitorios 5-HT1A y en el aumento del metabolismo cerebral que provoca, entre otros. Los antipsicóticos atípicos también pueden emplearse como estrategia de potenciación ante la falta de respuesta adecuada al tratamiento antidepresivo. Entre las drogas cuyo uso arrojó resultados satisfactorios se incluyen a la risperidona, la quetiapina y la olanzapina.

El aripiprazol es la primera droga aprobada por la Food and Drug Administration (FDA) para el tratamiento complementario de los pacientes con TDM que reciben antidepresivos. El objetivo del presente estudio fue evaluar la información disponible al respecto.

Características del aripiprazol

El mecanismo de acción del aripiprazol involucra el agonismo parcial de los receptores dopaminérgicos D2 y D3 y serotoninérgicos 5-HT1A y el antagonismo de los receptores 5-HT2A. Su efecto de agonismo parcial sobre los receptores dopaminérgicos resultaría beneficioso en caso de depresión ya que se postula que dicha entidad se asocia con una afectación de la liberación de dopamina. La droga sería de utilidad al modificar la interacción entre los sistemas dopaminérgico y serotoninérgico y mejorar el procesamiento de los circuitos de recompensa afectados en los pacientes con depresión.

El agonismo parcial sobre los receptores 5-HT1A se asocia con un efecto ansiolítico y una disminución de la probabilidad de síntomas extrapiramidales. Además, el antagonismo 5-HT2A también disminuiría la probabilidad de síntomas extrapiramidales. Dado que la droga presenta una afinidad insignificante por los receptores colinérgicos muscarínicos y una afinidad moderada por los receptores histaminérgicos H1 y adrenérgicos a 1, la probabilidad de eventos adversos asociados con el bloqueo de dichos recetores es baja.

Empleo de aripiprazol como complemento del tratamiento antidepresivo

El perfil de acción sobre los diferentes receptores mencionados en el apartado anterior se relaciona con la utilidad del aripiprazol como agente adyuvante del tratamiento antidepresivo. Dicho perfil de acción es compartido con otras drogas que también se emplean como adyuvantes, como la buspirona y algunos antipsicóticos atípicos. Además,el aripiprazol potenciaría el efecto de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) al revertir la inhibición del sistema noradrenérgico resultante del agonismo serotoninérgico sobre los receptores 5-HT2A. Asimismo, la droga aumenta la liberación de dopamina en la corteza prefrontal mediante el agonismo parcial de los receptores 5-HT1A. Dicho agonismo parcial sería mediador del efecto antidepresivo del aripiprazol. Por último, los receptores dopaminérgicos D2 y D3 estarían implicados en la neurobiología de la depresión. De acuerdo con lo antedicho, el aripiprazol potenciaría el efecto del tratamiento con antidepresivos.

Eficacia clínica del aripiprazol

Existen diferentes estudios abiertos y análisis retrospectivos cuyos resultados indican que el aripiprazol es eficaz y bien tolerado como potenciador del tratamiento antidepresivo. Además, se llevaron a cabo dos ensayos aleatorizados, a doble ciego y controlados con placebo sobre la eficacia y seguridad del aripiprazol como adyuvante del tratamiento antidepresivo. Los pacientes estaban tratados con escitalopram, fluoxetina, paroxetina de liberación prolongada, sertralina o venlafaxina de liberación prolongada. La dosis empleada de aripiprazol osciló entre 5 y 20 mg/día.

 

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