PNIE 24 | 04 ENE 10

Trastornos de personalidad - Parte I

Este apartado es una ampliación y actualización de un artículo publicado el año pasado en la revista Persona, dirigida por el IADEP, que escribí en colaboración con los Dres Gonzalo Illa, Gustavo Vázquez y Paula Oyhamburu.

 

Parte I

...“es innegable el concepto de innato o congénito en la personalidad, como también es cierto que en la estructura de la misma han intervenido factores ambientales que afectan al embrión o quizás incluso al niño”… Kurt Schneider

En esta entrega plantearemos los conceptos generales, las diferencias entre las definiciones categoriales y dimensionales, las aproximaciones neurobiológicas en general, y las del Cluster A en particular. En la próxima entrega detallaremos las características de los cluster B y cluster C.

Aclaremos que el objetivo del siguiente apartado es dilucidar los correlatos biológicos de los TP descriptos hasta el presente, consignando desde ya que estas alteraciones no son específicas para ningún trastorno en particular. No objetivan causas sino correlaciones que nos permitirán ampliar nuestra forma de interpretar y abordar terapéuticamente a estos pacientes (generalmente impacientes). 

Los TP son rasgos de carácter y patrones de conducta persistentes y desadaptativos y que determinan dificultades en el funcionamiento interpersonal y ocupacional de quien los padece. Se configuran cuando se instauran patrones persistentes y rígidos en las formas de percibir, relacionarse y pensar sobre sí mismo y el entorno que se manifiestan en una amplia gama de contextos sociales y personales. Cabe destacar como consecuencia el deterioro funcional y/o un malestar subjetivo significativo de la persona sufriente.

La conducta de estos pacientes se torna desadaptativa en la mayoría de las veces por una anómala respuesta al estrés, generador de limitaciones en las esferas laboral, social y sobre todo, interrelacional. Por lo general estas limitaciones son mayores que las atribuibles a los trastornos de tipo “neuróticos”. Su particularidad conductual repetitiva y autoperjudicial, es por lo común irritante para los demás. El propio sufrimiento  emocional es percibido por ellos mismos como algo inevitable, en lugar de como un factor que se debe aprender a evitar. Si se pretendiese ampliar esta diferencia diríamos que los síntomas del paciente “neurótico” son autoplásticos, es decir, repercuten en su propio perjuicio y sufrimiento, y por ello, son experimentados como egodistónicos (lo sufre él mismo y nadie lo nota). A diferencia de los síntomas del paciente que padece un trastorno de personalidad, éstos son aloplásticos, significa que repercuten en los demás y son plenamente aceptados por el ego del paciente (solamente lo sufre quien se interrelaciona). Carrasco Pereda lo ejemplifica maravillosamente diciendo que el malestar del "neurótico" es como una chinche en el zapato (solo lo nota él mismo), en cambio el malestar del "caracterópata" es como el aliento a ajos (solo lo notan los demás).

Los manuales diagnósticos los clasifican en categorías, acorde a los síntomas, pero consignemos desde ya que es difícil encontrar un TP que sea puro. Ambos los dividen en tres clusters , cuyas características neurobiológicas abordaremos luego. Así:

DSM-IV 

CIE-10

Cluster A

Paranoide

Paranoide

Esquizoide

Esquizoide

Esquizotipico

No equivalente

Cluster B

Borderline

Límite

Antisocial

Disocial

Narcisista

Narcisista ?

Histriónico

Histriónico
Impulsivo

Cluster C

Evitativo

 

Dependiente

Dependiente

Obsesivo-Compulsivo

Anancástico

 

Ansioso

 Neurobiología

Para comprender las bases biológicas de la personalidad anormal debemos referirnos a las bases de los temperamentos , que constituyen el cimiento de  la personalidad. Recordemos el conocido aforismo: "con el temperamento se nace, el carácter se hace, la personalidad se conquista".

Dentro de las teorías de mayor aceptación se encuentra la propuesta realizada por Cloninger, para quien el  temperamento conforma las respuestas asociativas automáticas a estímulos básicos emocionales que determinan hábitos y habilidades.

Postula 4 dimensiones temperamentales en intima vinculación al compromiso de diferentes sistemas de neurotransmisores.

• Buscador de sensaciones o novelty seeking  (DA)

Evitador de daño o harm avoidance  (5-HT y GABA)

 Dependiente de recompensa o reward dependence (NA)

 Persistente (5HT y Glutamato)

Con el objeto de clarificar las determinaciones temperamentales nombradas ad-supra aclaremos las principales tendencias y particularidades de cada una.

Buscador de sensaciones o novelty seeking  (DA)

Son individuos con una tendencia heredable hacia la excitación en respuesta a estímulos novedosos. Esto los conduce a realizar conductas exploratorias en busca de recompensa o de evitación de la monotonía, a lo que presentan una significativa vulnerabilidad. Dentro de sus particularidades se encuentran características de exploración, extravagancia e impulsividad. El neurotrasmisor implicado sería la dopamina, suficientemente estudiada como responsable de las conductas de búsqueda de placer y riesgo.

 

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