Aerolíneas Argentinas y Austral se transformaron ayer en las primeras compañías aéreas del país que dejaron de cobrar asiento extra a las personas obesas en sus vuelos de cabotaje. Esta práctica, la de venderle otro asiento a los pasajeros que no entran en uno solo, es común en todas las empresas aéreas del mundo.
"No hay ninguna otra transportadora aérea afiliada a IATA que exima del pago del segundo asiento a los obesos. Somos pioneros", dijo a Clarín Rubén Nobile, gerente de ventas de Aerolíneas. La IATA es la Asociación Internacional de Transporte Aéreo y nuclea a las 230 principales empresas del mundo.
En Aerolíneas y Austral pusieron un par de requisitos para llevar a pasajeros obesos sin que deban pagar asiento extra: que avisen a la aerolínea con 48 horas de anticipación de su condición y que envíen por fax un certificado médico autorizando al viaje.
"El certificado es por seguridad. El pasajero puede tener graves dificultades para subir al avión o sufrir alguna descompensación a bordo, por eso se pide que un médico lo autorice a viajar", explicó el gerente Nobile.
Una vez arriba de la aeronave, al pasajero que vaya a viajar en clase económica y tenga más de 135 centímetros de perímetro abdominal se le darán dos asientos y se levantará el apoyabrazos que separa uno de otro. Además se le facilitará un prolongador del cinturón de seguridad. En "business" el perímetro abdominal para ocupar dos asientos deberá ser superior a los 149 centímetros.
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