La situación actual del cáncer de mama

El Dr. Alan Coates, profesor de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Sydney (Australia), es co presidente del Comité Científico del Grupo Internacional para el Estudio del Cáncer de Mama (IBCSG) y uno de los grandes expertos mundiales en esta área de la oncología.

­Dr. Coates, ¿cuáles son las razones principales por las que se explica el incremento de la incidencia del cáncer de mama en las últimas décadas?

­Una de las peculiaridades del cáncer de mama es que, tal y como sucede con otras, si bien escasas, neoplasias, presenta una mayor incidencia en los países desarrollados. Incidencia, además, que resulta a su vez mayor en los grupos socioeconómicos más elevados. Las razones no están bien definidas, pero parece que las mujeres con mayor solvencia económica tienden a prolongar su etapa educativa y, en consecuencia, a retrasar su maternidad. Y sabemos que la maternidad precoz actúa como protector frente al cáncer de mama. De hecho, cuanto más joven sea la madre, menor será su riesgo. En el caso de España, la incidencia es inferior a la de la mayoría de países europeos --mediterráneos incluidos--, pero coincidiendo con las razones expuestas anteriormente, resulta superior a la de los países Iberoamericanos --salvo alguna excepción como Argentina--. En definitiva, la incidencia se ha incrementado, lo que seguramente signifique que los estándares de vida también lo han hecho. La buena noticia es que la tasa de mortalidad mantiene el descenso iniciado a principios de los noventa.

­¿Qué factores ambientales o estilos de vida predisponen a este cáncer?

­De acuerdo con las evidencias recogidas en la bibliografía, las auxiliares de vuelo y las mujeres que pasan mucho tiempo a gran altitud, esto es, donde la exposición a los rayos cósmicos es mayor, presentan una mayor incidencia de cáncer de mama. De la misma manera, y de acuerdo con lo observado en niños con enfermedad de Hodgkin sometidos a rayos X, la mama irradiada con rayos X presenta un riesgo significativamente mayor de desarrollar un tumor. Por su parte, también se ha constatado que el consumo de alcohol, incluso en cantidades mínimas, se asocia con un incremento de la incidencia. Sin embargo, se trata de factores cuya influencia debe considerarse mínima: el factor de riesgo más importante es ser mujer. Y el segundo, el envejecimiento.

­En ocasiones ha comentado que el cáncer de mama no es la misma enfermedad que encontró cuando se inició en su estudio y manejo, hace ya 40 años...

­Tan sólo debe recordarse el silencio que envolvía al cáncer de mama, más bien a las afectadas, hace 40 años. No en vano, se pensaba que se trataba de una enfermedad infecciosa, contagiosa, por lo que las mujeres no podían hablar de la misma y no acudían a la consulta en busca de tratamiento. Así, el cáncer se encontraba en fases muy avanzadas en el momento del diagnóstico. Es cierto que esta situación aún se mantiene en la mayoría de países en vías de desarrollo, pero no en el mundo desarrollado, en el que la detección se lleva a cabo en estadíos precoces gracias al conocimiento de las mujeres sobre la enfermedad. Además, la cirugía no es tan agresiva como antaño, pues, por un lado, el tumor es más pequeño --gracias a la detección más precoz-- y, por otro, contamos con numerosos estudios que nos han constatado que no necesitamos extirpar toda la mama. De ahí la cirugía más conservadora que, siempre que nos resulta posible, practicamos en la actualidad. Sólo extirpamos el tumor, lo que si bien no se asocia con un incremento de la supervivencia, no altera de manera tan significativa la calidad de vida de las pacientes. Lo que realmente incrementa la supervivencia es la quimioterapia, sobre todo los tratamientos hormonales.