| 26 SEP 07

Entonces... ¿Qué es comer?

Una palabra con múltiples sentidos. Un grupo de expertos del más alto nivel y usted se encuentran en nuestro auditorio el Jueves 4 de Octubre.

"Cultura son las conversaciones que nos sostienen"
Clifford Geertz

IntraMed se ha propuesto abrir puentes de diálogo entre disciplinas, facilitar la confluencia de personas provenientes de distintos campos del saber y promover el intercambio de puntos de vista. Como parte de ese proyecto –en el que ya se han concretado varias iniciativas en los últimos dos años- inauguramos una serie de encuentros convocados por una palabra con el propósito de poner en evidencia los modos diversos, pero complementarios, en que el mismo término puede ser definido, entendido, construido. El objetivo es ampliar los horizontes de sentido como una estrategia más para escapar del encierro disciplinar.

La cultura –entendida como conjunto de las producciones simbólicas del hombre- se ha organizado en compartimentos diferenciados sólo desde hace pocos siglos. La progresiva especialización del saber ha resultado muy eficaz y es responsable de gran parte de los beneficios de los que hoy todos gozamos. Pero comienzan a aparecer voces que cuestionan el sostenimiento de tales divergencias y que reclaman un futuro de interrelaciones recíprocas cada vez mayor.  La organización académica se ha deslizado a casi todas las áreas trazando una serie de circuitos diferenciados de circulación del conocimiento sin que en esos recorridos existan puntos de contacto. Esta falta de espacios de convergencia produce algunas consecuencias que merecen ser evaluadas:

  • Discursos endogámicos y a menudo autorreferidos.
  • Falsa percepción de explicaciones totalizantes y completas de los fenómenos.
  • Imposibilidad de ampliar, confrontar, enriquecer o modificar sus propias definiciones.

Las palabras representan un ejemplo paradigmático de la polisemia y la ambigüedad de los significados. Apropiadas desde campos circunscriptos estandarizan definiciones que luego el uso hace aparecer como “naturales” y unívocas. Se cristalizan en forma de “jergas” o ideolectos que contribuyen a construir su propia identidad a un campo del saber. De este modo la complejidad de lo real se reduce artificialmente y las perspectivas parciales crean la ilusión de la univocidad y la omnipotencia de suponer que "su" lenguaje nombra las cosas tal como ellas son y de un modo completo y total.

“Comer”, una palabra con múltiples sentidos

Comer es un acto cotidiano, indispensable. Es una palabra que designa algo que parece no ofrecer dificultades para comprender su sentido. Paradójicamente “comer” se vincula hoy tanto con la supervivencia -al aportar los nutrientes indispensables para la vida- como con las causas de las enfermedades responsables de la mayor mortalidad en el mundo. Por carencia o por defecto, comer es algo que tiene una relación íntima con la vida.

Pero, ¿estos datos agotan las dimensiones del “comer”?

Comer es también –y tal vez principalmente- un acto cultural, una escena social, un hecho cargado de significados que su descripción nutricional no agota. Comer es una ceremonia, una expresión privilegiada de los gustos, las censuras y las posibilidades de un grupo social. Es: para algunos una celebración, para otros una condena o una adicción y, lamentablemente para muchos, una expresión más de la inequidad y el desamparo en que sus existencias se encuentran sumergidas. Es una señal de pertenencia a un grupo o a una clase. Es una fuente a nutrientes pero también de placer. Es una necesidad biológica pero también una necesidad hedónica.

Podemos preguntarnos muchas cosas acerca de lo que parecía tan evidente y sencillo. Podemos hacer de lo naturalizado por el contacto diario un hecho extraño, cargado de dimensiones en las que no reparamos, de significaciones y símbolos que su sustancia  cargada de sabores, olores y texturas vehiculiza en cada bocado que nos llevamos a la boca. 

¿Por qué comemos?

¿Qué comemos cuando comemos?

¿Cuáles son las formas de construcción del gusto?

¿Qué dice de nosotros el modo en que comemos?

¿Qué "apetitos" satisface la comida?

¿Qué diferencia la “nutrición” de la “comensalidad”?

¿Qué ocurre cuando un médico da indicaciones sobre cómo “nutrirse” a una persona que “come”?

¿De qué nos privan las dietas?

¿De qué nos privan los excesos?

¿Cuándo un acto voluntario se convierte en compulsivo?

 Dr. Daniel Flichtentrei 


 Las opiniones:

En IntraMed hemos invitado a nuestros lectores y a nuestros disertantes a que nos hagan conocer sus definiciones de “comer”.

Los disertantes:

Dra. Mónica Katz (médica nutricionista)
Comer”: Es un acto destructivo-constructivo que implica incorporar y trasformar la energía química contenida en el alimento, en otros tipos de energía (mecánica, térmica, eléctrica, química) para poder desempeñar nuestras funciones esenciales y secundarias. Es una herramienta imprescindible al servicio de la regulación del placer y el estrés. Está destinada a cumplir con la esencia misma del ser humano: somos al mismo tiempo máquinas termodinámicas y máquinas deseantes.


Dra. Patricia Aguirre:
(antropóloga de la alimentación)
"Comer": Claude Fischler señalaba que: “los humanos somos los únicos que comemos nutrientes y sentidos”. Para comprender qué y por qué comemos los humanos hay que abordar el fenómeno como lo que es, un hecho complejo que combina simultáneamente aspectos físicos y culturales. No sólo comemos para crecer y reponer la energía gastada en la vida cotidiana, una característica del comer humano es que (desde que somos omnívoros) el evento alimentario es colectivo y complementario, se realiza en sociedad -somos comensales- por lo tanto entra en el juego de las representaciones compartidas y como todo evento social es producto y produce relaciones sociales.
El plato de comida, en cualquier sociedad y en cualquier tiempo, es producto de las relaciones sociales que hacen que eso que es designado como “comida” llegue al plato en forma de “productos” “cocinados” de acuerdo a ciertas “reglas” en forma de “recetas” cuyo “consumo” ha sido legitimado por su sociedad de acuerdo a criterios de edad, género, ocupación, religión, etc. Y tal evento a su vez produce relaciones sociales, marca la pertenencia del comensal a un estrato social, de ingresos, ocupación, religión, un género y a cierto tramo de edad. Porque comer es un evento social tiene usos sociales: no solo contribuye a la reproducción física sino que legitimando el consumo de unos sobre otros, las sociedades reproducen su estructura de derechos y las desigualdades y la dominación de unas clases o estratos sobre otros.
La forma de comer marca el tiempo cotidiano o festivo y se utiliza como foco para actividades familiares y comunitarias. Se utiliza como premio o castigo, también para demostrar la naturaleza y profundidad de los sentimientos, para hacer frente al stress, como manejo político o económico. Al comer se demuestra la pertenencia a un grupo y también se marca lo que nos distingue como individuos, como familia y como sociedad es decir al mismo tiempo que señala nuestra pertenencia también marca nuestra particularidad. En fin, comer es parte de la identidad y es -como ésta- una construcción entre el yo del sujeto y el otro cultural. Porque aunque esté modelado por la construcción social del gusto que canaliza su expresión, el comer tiene un componente subjetivo, único, hedónico que depende de las características del sujeto, de su historia personal y los avatares de su deseo.
Así que en esa definición de “comer” como concepto polisémico, complejo, entendido como bisagra entre el sujeto y la estructura,  que se despliegan sus usos sociales y nos permiten contestar qué comemos cuando comemos: comemos nutrientes y sentidos.   


Mensajes de los lectores en el FORO de discusión

Etimología
Dr. Manuel Luis Martí

Según Joan Corominas, comer se incorpora al castellano hacia el año 1140. Deriva del latín: comedere, derivado de: edere. Derivados de comer: comedor, comestible, comida, comidilla, comilón, comilona, comistrajo, comistajear, comezón, concomio, reconcomerse, reconcomio. Estos últimos, antiguos.

Comer, ¿para que?....
Rómulo Spadafora

El Bebé come (toma) de la teta, para calmar su Hambre y poder incorporar sus nutrientes y defensas necesarias, el niño come para crecer y recibir algún tipo de premio a través de la comida, y los adultos, en especial los obesos, buscan el Placer en la comida, que a veces substituye o reemplaza a otros placeres, calmar las angustias, ansiedades, soledades y aburrimiento o mal manejo delo ocio.

 Adalberto Enrique

 

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