Reflexiones de Arnoldo Kraus. | 16 ENE 06

"Sabiduría: lápices y gomas" y "Publicar o perecer"

Hacia donde se dirije el conocimiento.
Fuente: La Jornada, Mx. 

Arnoldo Kraus

Estas líneas descansan sobre dos ideas que con frecuencia me persiguen. Ambas disecan algunos entresijos de la condición humana. Ambas podrían ser tabiques para repasar algunas de las pifias de nuestra especie. Ambas inquietan por su vigencia. Aunque podría parecer, a vuelapluma, que no se entrecruzan, ahora que las leo en el mismo papel encuentro que juntas adquieren más fuerza.

Fue Mark Twain quien dijo, palabras más, palabras menos, que "los libros deben escribirse con la parte trasera de los lápices". Aunque la historia del hombre, del conocimiento y de la sabiduría debería utilizar la misma regla, no es así. Se hace, se escribe, se investiga, se genera información y se crece sin parar y sin preguntar. Sin preguntar cuánto de lo hecho, cuánto del conocimiento y cuánto de lo construido sirve y cuánto no sólo no sirve, sino que, por el contrario, destruye y desplaza. Destruye al medio ambiente y desplaza al ser humano. En el mundo actual se acumula sin cesar conocimiento, muchas veces supeditado al poder y a lo que la información "desea y busca".

La información tecnológica, espacial y biomédica, si se genera y luego se utiliza sin cuestionar si es ese el conocimiento que más se requiere, puede ser perjudicial, sobre todo cuando no se piensa en las mermas que podría producir en el futuro. El deterioro del medio ambiente es un ejemplo harto conocido. Un corolario escéptico, pero real, de lo que acontece en el mapamundi contemporáneo podría ser "sobran lápices, faltan gomas". Twain pide demasiado: borrar implica reflexionar. Borrar es humildad. Borrar requiere autocrítica. Borrar es reconsiderar. Reflexionar, humildad, reconsiderar y ser autocrítico son conceptos lejanos cuando el poder omnímodo decide sin preguntar. La información prevalece sobre el conocimiento y el conocimiento sobre la sabiduría. Así lo enseña T. S. Eliot.

En su poema La roca (1934) escribió: "Invenciones sin fin, experimentos sin fin, nos hacen conocer el movimiento, pero no la quietud, conocimiento de la palabra, pero no del silencio de las palabras, pero no de la Palabra.

"¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en el conocimiento?

¿Y dónde esta el conocimiento que hemos perdido en la información?"

T. S. Eliot, 70 años más viejo, tiene razón: vivimos en un mundo copado por datos. La información aumenta y aumenta. Se multiplica sin cesar. Progresa en forma geométrica. Revistas, estadísticas, televisión, folletines, anuncios luminosos, propaganda, números: ¿dónde las palabras?, ¿cuándo la Palabra de Eliot? La información crece mientras el conocimiento decrece. La información es una vestidura superficial, barata y ligera. El conocimiento requiere esfuerzo e introspección. Es fácil "estar informado" y son presas fáciles las víctimas de esas campañas. La información "rápida", "superflua", desechable, sin contenido, sin conocimiento, es parte de los objetivos de los medios de comunicación. Esa información es económicamente redituable y es enemiga del saber.

Tener conocimiento, en cambio, es más complejo. Requiere la participación de la persona. Del esfuerzo del individuo y de las bases que le hayan o que haya sembrado. Requiere imaginación. Implica dejar de ser meramente consumidor. El conocimiento siembra seres contestatarios, evoca respuestas. Al reparar sobre Twain escribí que no todo el conocimiento es bueno. Y lo reitero: depende del uso que se le dé y los motivos por los cuales se genera. El "buen" conocimiento, obviamente, es lo que ha creado los pilares de la civilización. Sin embargo, en la actualidad la información prevalece sobre el conocimiento "útil" y ambos sobre la sabiduría. T. S. Eliot tiene razón: el valor que se le da a la sabiduría es escaso. Parecería que ese don es una reliquia.

La sabiduría es un paso que va más allá del conocimiento. Es el corazón del ente sabio. Es lo que hace que un ser humano sea persona. En muchas ocasiones es lo que determina la conciencia de los individuos. Sabiduría implica juicio y prudencia. En tiempos donde la información rige las reglas del mercado y el comportamiento de muchos seres humanos tanto el juicio como la prudencia son cualidades escasas.

Escribí sobre una idea de Twain y otra de Eliot para retratar "unos fragmentos" del mundo contemporáneo. Uno apela a la autocrítica como fuente de saber y otro a la sabiduría como medio para dar valor a las palabras. Uno entiende que los textos finales son sólo finales después de mucho borrar. Otro comprende que la sabiduría es lo que hace al hombre ser humano. Uno borra para escribir y otro vindica la Palabra para saber. Uno sabe después de borrar. Otro pregunta para impedir que la superficialidad erosione al ser humano.


Arnoldo Kraus: ¿Publicar o perecer?

Hace algunos años una prestigiosa revista estadunidense planteaba el siguiente dilema, ¿publish or perish?, es decir, "publicar o perecer". El quid, por supuesto, estaba dirigido a todo científico, cuya "obligación" es sacar a luz sus descubrimientos, de preferencia en "buenas" revistas. Siguiendo el dogma "publicar o perecer", quien investiga y no aporta datos nuevos debería dedicarse a otra cosa y abandonar la ciencia. Sin embargo, como demuestra el affaire Hwang-Science, las cosas no son tan sencillas. Y no lo son porque entre los investigadores, la ciencia y las revistas científicas hay una miríada de intereses que perturban enormemente la "pureza" de la ciencia.

"Pureza", entre comillas, implica que todo lo que gira en torno a la ciencia debería vestirse de términos como honestidad, ética, servicio y conocimiento "útil"; implica, asimismo, alejarse de todo lo que se relacione con fraudes, plagios, intereses económicos "inadecuados", experimentos mal diseñados e invención de resultados. Cuando se habla de ciencia, sobre todo cuando ésta tiene que ver con comunidades grandes o con naciones, también debería incluirse la palabra neutral. Aunque el affaire Hwang-Science no ha concluido, son muchas las lecciones de este chisme científico -para no hablar de la ciencia de las azoteas.

Science y Nature son dos de las r

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024