Osteoporosis | 24 AGO 05

Mujeres posmenopáusicas con osteoporosis:beneficios del ejercicio físico intenso

Los mejores resultados con relación al riesgo de padecer osteoporosis se obtienen con programas de ejercicios diseñados para estos fines.
Autor/a: Dres. Kemmler W, Lauber D, Weineck J, Hensen J, Kalender W, Engelke K. Arch Intern Med. 2004;164:1084-91

La práctica habitual de ejercicios físicos que ponen en actividad a las diferentes partes del cuerpo humano es beneficiosa en cualquier momento de la vida. En particular, los ejercicios físicos ayudan a prevenir algunas de las consecuencias negativas de la menopausia, como la pérdida ósea y el elevado riesgo de enfermedades coronarias y crónicas que afectan a las mujeres en esa etapa de la vida.

Los diversos factores de riesgo que presentan las mujeres posmenopáusicas disminuyen después de realizar ejercicios físicos con constancia, aunque los mejores resultados con relación al riesgo de padecer de osteoporosis se obtienen con programas de ejercicios diseñados especialmente para estos fines.

El Estudio de Ejercicios Físicos de Erlangen para la Prevención de la Osteoporosis (EFOPS, por sus siglas en inglés) es un programa de ejercicios multipropósito diseñado para mujeres menopáusicas con el fin de evitar la rápida pérdida ósea y mejorar el estado físico general y la calidad de la vida de este grupo de mujeres.

El EFOPS está dirigido específicamente a mantener la masa ósea de la columna vertebral y de la región proximal del fémur, por ser estos los sitios en que ocurren con mayor frecuencia las fracturas asociadas con la osteoporosis. Para favorecer el cumplimiento del programa de ejercicios, se escogió un diseño que alternaba períodos de ejercicios de alto impacto con actividades recreativas.

En este trabajo se exponen los efectos de la práctica de ejercicios físicos intensos sobre el nivel de preparación física, la densidad mineral ósea, el dolor de espalda y la concentración de lípidos en la sangre en un grupo de mujeres posmenopáusicas.

Los criterios de inclusión fueron: tener entre 48 y 60 años de edad y entre 1 y 8 años desde la menopausia y presentar osteoporosis en la región lumbar de la columna vertebral o en la cadera (según mediciones realizadas por absorciometría de rayos X de energía doble). Se excluyó a mujeres con antecedentes de fracturas asociadas con la osteoporosis; con enfermedades o tratamientos que afectaran al metabolismo óseo; con enfermedades inflamatorias o cardiovasculares; con muy baja capacidad física (< 75 vatios de carga en las pruebas de ergometría); o que hubiesen participado en competencias deportivas en las dos décadas anteriores al comienzo del estudio.

En el estudio participaron 83 mujeres; de ellas, 50 cumplieron el programa de ejercicios durante 26 meses (grupo de ejercicios) y 33 sirvieron de testigo sin entrenamiento. Todas las participantes vivían en Erlangen, Alemania, y recibieron suplemento nutricional con calcio y colecalciferol, de acuerdo con su consumo nutricional individual, a manera de garantizar un consumo diario total de 1 500 mg de calcio y de 500 UI de colecalciferol.
El programa de ejercicios consistió en cuatro sesiones semanales divididas en dos sesiones supervisadas de 60 a 70 minutos cada una y dos sesiones de entrenamiento individual no supervisado de 25 minutos que se realizaban en los hogares. El programa de entrenamiento supervisado se subdividió en secuencias de calentamiento, saltos, fuerza y flexibilidad. La secuencia de saltos comenzó después de 6 meses de entrenamiento.

Se realizaron mediciones de control 2 meses antes del comienzo del programa de ejercicios (valores iniciales) y 26 meses después de comenzado el entrenamiento (valores finales). Las mediciones realizadas fueron: datos antropométricos (talla, peso, composición corporal y relación cintura:cadera); estado físico (fuerza isométrica máxima, resistencia, consumo máximo de oxígeno, producción máxima de dióxido de carbono y ventilación); densidad mineral ósea en la región lumbar de la columna vertebral (L1-L4), en la región proximal del fémur y en el antebrazo (medida por absorciometría de rayos X de energía doble y tomografía cuantitativa digital); marcadores séricos de lípidos (lípidos, colesterol total, colesterol ligado a lipoproteínas de baja d

 

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