Hábitos de higiene | 23 MAR 15

Lesiones en la mucosa bucal portadores de prótesis removibles

La existencia de problemas bucales asociados a las prótesis parciales removibles tiende a aumentar por un escaso o nulo control periódico por parte de un especialista, y por una incorrecta elaboración, uso y cuidado de dichos aparatos.
Autor/a: Sara María Jiménez Estrada, Celia del Carmen Godoy Montañez, M en O María del SC Rodríguez Fernández, M en O Esperanza Mercedes Lama González Fuente: Revista Nacional de Odontología de Mexico Año 4 • Vol. III • Mayo-Junio 2013 
INDICE:  1.  | 2. Referencias

Introducción

Las lesiones en la mucosa bucal, de igual manera que las enfermedades, afectan la salud general del individuo, son progresivas y acumulativas y tienen consecuencias fisiológicas aún más complejas, ya que pueden llegar a afectar la capacidad de comer, el tipo de alimentos que se elige, el aspecto y la forma de comunicarse. Estas enfermedades pueden afectar también la productividad económica y limitar la capacidad para trabajar en el hogar, la escuela o el trabajo. Las lesiones en la mucosa bucal también son molestas y en ocasiones dolorosas para los pacientes. Los hábitos de uso incorrectos como los son el uso continuo de la prótesis las 24 horas del día y la incorrecta limpieza de la misma, han demostrado estar íntimamente asociados con la presencia de inflamación en la mucosa bucal, paladar y tejidos blandos en contacto con la prótesis.2-4, 5

Entre los factores locales más importantes en el desarrollo y prevalencia de lesiones en la mucosa bucal en pacientes con prótesis removibles se encuentran: mala higiene bucal, mala calidad en la superficie de la prótesis removible, trauma mecánico ocasionado por mal ajuste de la prótesis, relaciones oclusales incorrectas, sequedad bucal, tiempo de uso de la prótesis y susceptibilidad de los tejidos por el envejecimiento.6, 7-9

Hernández-Solís y colaboradores (2009) refieren que en México un 40% de la población mayor de 60 años es desdentada y utiliza prótesis removible. La falta de higiene en las prótesis y en la cavidad bucal aumenta el riesgo de padecer enfermedades causadas por microorganismos, con mayor incidencia de enfermedad por Candida albicans, Staphylococcus aureus y Streptococcus mutans.10,11

Cuba y otros países arrojan cifras muy bajas de pacientes con prótesis que asisten con periodicidad al estomatólogo (esto puede estar asociado con la creencia errónea de que con la colocación de las prótesis se ha concluido el trabajo y muchas veces acuden a consulta sólo cuando la misma necesita ser reparada o ante el dolor o lesión evidente que afecta el bienestar del individuo).12

Wenbler y Trudman (1982) comprobaron en su estudio que el retiro de la prótesis por las noches evita la parafunción nocturna, reduce la incidencia de lesiones inflamatorias en la mucosa y disminuye el tiempo de exposición a la proliferación de microorganismos, que pueden ocasionar degeneración de las glándulas palatinas y xerostomía.13

Gómez de Liaño (2008) reporta que la mayoría de los pacientes estudiados desconocen el protocolo de higiene que deben llevar a cabo para mantener en buenas condiciones sus dentaduras removibles.14

Torres y Rosales (2000) encontraron que el tener malos hábitos de uso e higiene de la prótesis también predispone a la colonización y cultivo de microorganismos que pueden afectar los tejidos bucales.14, 15

Estudios de Dikbas y colaboradores (2006), Jagger y Harrison (1995), y Peracini (2010) reportan que la mayoría de los pacientes con prótesis no saben cómo limpiar sus dentaduras, ya que nunca han recibido instrucciones sobre la limpieza de prótesis dentales y sobre higiene bucal en general.6,16

Hoadd-Reddick en 1989 reportó que el 41.4% de las prótesis tuvieron una limpieza adecuada. Las más antiguas tendieron a ser las más sucias, sugiriendo que las prótesis más antiguas no pueden ser limpiadas adecuadamente por sus dueños.17

Menéndez (2003) encuestó a 98 pacientes usuarios de prótesis removibles, y encontró que más de la tercera parte de los pacientes tiene una higiene entre regular y mala; no obstante, más de las tres cuartas partes manifestó cepillar la prótesis tres veces al día.18

Material y métodos

Fue un estudio observacional, descriptivo y transversal. El número de pacientes fue de 159, todos ellos portadores de prótesis removibles. Las edades de los pacientes se ubicaron en el rango comprendido entre 40 a 89 años. Se les realizó una encuesta y una revisión bucal.

La recolección de los datos se realizó en cinco etapas de manera consecutiva; como primera etapa, se identificó por medio de observación directa al paciente que fue portador de prótesis removible y tuvo alguna lesión en la mucosa bucal; a todo paciente de 40 años o más, que aceptó participar en el presente estudio, se le pidió firmar la carta de consentimiento informado. Como segunda etapa se llenó la hoja de recolección de datos sobre hábitos de higiene, uso y cuidados de la prótesis, así como datos personales del paciente; la recolección de la información se realizó por medio de la entrevista estructurada; como tercera etapa se examinó la higiene de la prótesis pidiéndole al paciente que la retirara de su cavidad bucal; se enjuagó en el grifo de agua corriente para limpiar la mucina recientemente acumulada y los restos de comida, y se examinó en una fuente de luz estandarizada para evaluar su limpieza. La limpieza de la prótesis se clasificó según los niveles de residuos y manchas propuestos en el estudio conducido por Hoad-Reddick y colaboradores (1990) que clasifica la limpieza de la prótesis removible en:20

Puntuación de 1 (limpio): las prótesis dentales no mostraron restos blandos y duros ni manchas, considerándose como buena higiene.

Puntuación de 2 (sucio): restos blandos se resienten todavía entre los dientes después de lavar con agua del grifo, y/o residuos o manchas difíciles sepresentan alrededor de los márgenes gingivales y linguales de los incisivos centrales mandibulares o bucal de los molares superiores. Se considera como mala higiene.

Puntuación de 3 (muy sucio): restos blandos, no sólo entre los dientes, sino también sobre la superficie del tejido de la dentadura, y/o residuos duros y manchas cubriendo los dientes, la superficie del tejido y el paladar. Se considera como muy mala higiene.

Como cuarta etapa se evaluó el ajuste de la prótesis en la boca de los pacientes estudiados, aplicando los parámetros utilizados en los estudios realizados por Díaz y Zamora (2007) y por Lemus Cruz y su equipo (2009); se consideró la prótesis como bien ajustada si tuvo buena retención, estabilidad y buen soporte. Se consideró mal ajustada si cualquiera de esos tres parámetros resultó incorrecto. Para evaluar la retención, estabilidad y soporte se realizaron las siguientes pruebas:4,9

Prueba de retención: se sujetó la prótesis de la zona anterior y se hizo un movimiento para tratar de retirarla de su soporte. Si al tratar de retirar la prótesis ofreció cierta resistencia, se consideró que la prótesis tenía buena retención; si al tratar de retirar la prótesis no ofreció resistencia alguna, se consideró que la prótesis no tenía retención.

Prueba de estabilidad: se presionó una zona oclusal de la prótesis, si al presionar una zona de la prótesis, se levantó la zona opuesta o presentó movilidad exagerada se consideró a la prótesis inestable; si al presionar no se levantó la zona opuesta ni se presentó movilidad de la prótesis, se consideró que tenía estabilidad.

Prueba de soporte: Se consideró buen soporte cuando el paciente no refirió dolor o molestia al masticar, se observó una correcta extensión de la prótesis y hubo ausencia de alteración en la mucosa bucal en la cual se asentaba. Se calificó con mal soporte si existió dolor al masticar, alteración de la mucosa bucal debajo de la extensión de la prótesis o intolerancia al uso del aparato.

La información obtenida sobre la higiene y el ajuste de la prótesis se anotó en la hoja de llenado y se continuó con la quinta y última etapa.

Como quinta etapa se realizó un examen completo de la cavidad bucal utilizando la técnica sugerida por Aldape (2008) que consiste en hacer un minucioso examen bucal al paciente, revisando cada uno de los tejidos duros y blandos del interior de la boca y tejidos peribucales. Se utilizaron como instrumentos de apoyo espejo dental, pinza, explorador y abatelenguas para detectar cualquier anomalía o lesión presente.19

 

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