Diagnóstico y manejo de todas sus manifestaciones clínicas | 18 FEB 18

Citomegalovirus congénito

Consenso sobre diagnóstico y manejo de la infección congénita por citomegalovirus
Autor/a: Suzanne E. Luck, Jantien W. Wieringa, Daniel Blázquez-Gamero y colaboradores The Pediatric Infectious Disease Journal • Volume 36, Number 12, December 2017
INDICE:  1. Página 1 | 2. Referencias bibliográficas
Página 1

Introducción

El citomegalovirus congénito (CMVc) es la infección congénita más común en el mundo desarrollado. La prevalencia reportada varía entre cohortes pero es de aproximadamente 7 por 1000 nacimientos.1 Aproximadamente la mitad de los lactantes infectados por citomegalovirus (CMV) con enfermedad clínicamente detectable al nacimiento están destinados a tener alteraciones significativas en su desarrollo, y la infección por CMVc está implicada en aproximadamente el 25% de los casos de hipoacusia neurosensorial (HNS) en niños.1,2 El metanálisis muestra que aunque las secuelas a largo plazo, especialmente la HNS, son más comunes en aquellos con enfermedad clínicamente detectable al nacer, también se encuentran en el 13% de aquellos sin características clínicas atribuibles a CMV en el examen inicial.1

A pesar del impacto significativo a largo plazo de la infección por CMVc, existe evidencia limitada sobre la cual basar muchas decisiones terapéuticas en la práctica clínica. En una era de detección perinatal mejorada, los fetos y recién nacidos son cada vez más evaluados para CMV después de la observación de alteraciones en la ecografía de rutina o la serología materna.

Además, se han identificado neonatos congénitamente infectados con CMV pero "asintomáticos", después de la detección de HNS a través de programas de screening auditivo para recién nacidos. Debido a un diagnóstico más temprano, los neonatos que se presentan actualmente con cCMV difieren de aquellos incluidos principalmente en ensayos de tratamiento reportados en la literatura.

Durantela conferencia de la Sociedad Europea de Enfermedades Infecciosas Pediátricas del 2015 se convocó a un simposio para discutir el manejo actual del CMVc. Participaron clínicos de toda Europa, muchos de los cuales estaban involucrados en la política para CMVc de su región/país.

Este artículo resume las discusiones en esta reunión junto a la evidencia obtenida. Se presenta una perspectiva equilibrada de las áreas de controversia  y de consenso. Finalmente, donde falta evidencia, se hacen sugerencias para futuros esfuerzos de investigación a fin de abordar las áreas de necesidad médica no cubiertas.

Los autores reconocen la necesidad de estudios sobre el manejo de lactantes con síntomas compatibles con CMVc pero en quienes este diagnóstico no puede ser firmemente establecido, y de aquellos con síntomas de infección postnatal por CMV; sin embargo, este artículo no aborda estos grupos.

Se ha utilizado el sistema de evaluación de evidencia GRADE aceptado internacionalmente para ilustrar los puntos donde sea relevante.3

DEFINICIONES DE ENFERMEDAD SINTOMÁTICA

Clásicamente, la infección por CMVc es categorizada como "sintomática" o "asintomática" al  nacimiento. Sin embargo, las diferentes definiciones y opiniones sobre qué constituye una infección por CMV "sintomática" hace que interpretar la literatura sea un desafío. De hecho, algunos de los más grandes estudios de cohortes incluyen lactantes con HNS al nacimiento en el grupo descripto como "asintomático", debido a que no se detectó una "enfermedad clínicamente aparente" durante el examen del recién nacido.4

En los sistemas modernos de salud, donde el CMVc se detecta cada vez más a través de la detección de otras enfermedades, junto con un mayor acceso a las investigaciones, como la resonancia magnética (RM), la dicotomía tradicional entre enfermedad clínicamente "aparente" e "inaparente" se está volviendo menos significativa. La Tabla 1 resume las características clínicas aceptadas de la enfermedad por CMVc, con los síntomas detectables en el examen del recién nacido enumerados por separado de aquellos detectables solo si se llevan a cabo investigaciones específicas, por ejemplo, cuando ya se sospecha CMVc.5-8

Consenso general dentro del grupo de expertos

El CMVc "sintomático" debe considerarse como una enfermedad "severa", "moderada" o "leve"

1. Para fines de investigación y publicación, los recién nacidos identificados con enfermedad por CMVc después de un examen clínico anormal al nacer (como microcefalia, niño pequeño para la edad gestacional (PEG), petequias generalizadas, hepatoesplenomegalia) deben  ser diferenciados de los lactantes identificados a través de la detección o investigación para otros trastornos, por ejemplo, aquellos testeados para CMV después de una infección materna conocida/probable o un cribado de audición anormal del recién nacido. Esta diferenciación permite una evaluación más precisa del valor pronóstico de las manifestaciones individuales de la enfermedad "sintomática" en los resultados a largo plazo como ya se muestra en otras publicaciones.9

2.
El CMVc "sintomático" debe considerarse como una enfermedad "severa", "moderada" o "leve".
a. La enfermedad "leve" incluye a aquellos con hallazgos clínicamente insignificantes o transitorios aislados (1 o 2 como máximo), como petequias, hepatomegalia o esplenomegalia leve o alteraciones bioquímicas/hematológicas (como trombocitopenia, anemia, leucopenia, hígado al borde del relieve, alteraciones enzimáticas o hiperbilirrubinemia conjugada) o PEG (definido como peso para la edad gestacional <-2 desvios estándar) sin microcefalia.
b. La enfermedad "severa" incluye a aquellos con afectación del sistema nervioso central (SNC) (examen oftalmológico o neurológico anormal, microcefalia o neuroimagen consistente con enfermedad por CMVc [como calcificaciones, ventriculomegalia moderada a grave, quistes, cambios en la sustancia blanca, hipoplasia cerebral o cerebelosa, displasia del hipocampo, alteraciones de la migración neuronal])10 o enfermedad con compromiso de vida.

La mayoría acordó que:

2b.
La enfermedad "severa" también incluye lactantes con evidencia de enfermedad grave en un único órgano (incluyendo aquellos con anomalías clínicamente significativas de las enzimas hepáticas ["insuficiencia hepática"] y hepatoesplenomegalia marcada) o aquellos con compromiso multiorgánico significativo. Los niños con alteraciones  transitorias o clínicamente insignificantes (es decir, los que no están "enfermos") que resuelven espontáneamente en unas pocas semanas no se incluyen en este grupo, incluso si estas anomalías son múltiples.

2c.
Existe otro grupo que puede ser considerado portador de una enfermedad "moderada". Este grupo es heterogéneo e incluye, por ejemplo, aquellos con alteraciones bioquímicas/hematológicas persistentes (p. ej., más de 2 semanas de duración) o más de 2 manifestaciones de enfermedad "leve" (como se menciona anteriormente). Por falta de evidencia, el consenso completo no pudo alcanzar la forma de abordar a este grupo, y actualmente las decisiones de tratamiento se hacen caso por caso. El desarrollo de un sistema de puntuación clínica validado para la severidad de la enfermedad en la presentación y el riesgo de secuelas sería beneficioso tanto para el consejo a los padres como para informar las decisiones de tratamiento.

3. Definir el compromiso del SNC
a. Sigue siendo incierto si algunos hallazgos inespecíficos detectados en el ultrasonido craneal (USCr) y en la RM (particularmente la vasculopatía lentículo-estriatal [VLE] aislada) constituyen una enfermedad del SNC clínicamente significativa. La VLE ha sido detectada en 0,4%-5,8% de todos los neonatos sometidos a ecografía, y solo el 5% ha sido asociado con CMVc.11,12 Algunos han sugerido a la VLE aislada como un marcador de riesgo para HNS.11

Otros han hallado que solo las anomalías de neuroimagen más extensas son de valor pronóstico.13,14 La mayoría en esta reunión no consideró a la VLE aislada como una notable manifestación de enfermedad en el SNC. Se sugiere que las anormalidades neuro-radiológicas que no se sabe si están claramente asociadas con la enfermedad por CMV y los resultados adversos se discutan con un neurorradiólogo con experiencia adecuada, particularmente, si los resultados de estas discusiones pueden influir en las decisiones de tratamiento.

b. La fisiopatología exacta de la HNS no está clara, pero es probable que sea secundaria a la  infección y degradación de estructuras sensoriales dentro del oído interno.15,16 Por lo tanto, se debate si la HNS aislada realmente debería considerarse una manifestación de la infección a nivel del SNC y, como consecuencia, si tales niños deben ser considerados comparables a aquellos con enfermedad del SNC incluidos en los ensayos clínicos publicados.

No hay estudios dirigidos a esta población específica, pero está en progreso un estudio de cohorte no aleatorizado para observar los efectos del valganciclovir en la HNS aislada (clinicaltrials.gov NCT02005822). La mayoría de los expertos en esta reunión  categorizarían a los lactantes con HNS aislada y confirmada en el grupo de "severa"/SNC porque la HNS bilateral no solo está asociada con probable deterioro a largo plazo, sino que también fue incluida en los criterios de reclutamiento en los únicos ensayos controlados aleatorios (ECA) sobre CMVc. Sin embargo, no se alcanzó consenso porque el espectro de la pérdida de audición es amplio, y el tratamiento de la HNS aislado no ha sido evaluada en ningún ECA.

¿CUANDO DEBEN CONSIDERARSE LAS PRUEBAS PARA CMV CONGÉNITO?

Las indicaciones para la evaluación del CMVc se basan en la presencia de una o más de las características clínicas observadas con mayor frecuencia (Tabla 2)17. Desafortunadamente, los valores predictivos para cada una de estas características no están disponibles.

• El consenso general dentro de este grupo de expertos fue que debe considerarse la evaluación del CMVc en:

1. Fetos con imágenes de ultrasonido/RM consistentes con enfermedad por CMVc (por prueba prenatal de líquido amniótico apropiadamente temporizada).18 (Calidad C, Nivel 1)

2Recién nacidos donde hay una historia materna de sospecha de infección primaria por CMV durante el embarazo. Si se han llevado a cabo las pruebas prenatales de líquido amniótico, se sugiere que la infección por CMVc sea todavía confirmada al nacimiento debido a que se han reportado tanto resultados falsos positivos como negativos.18 (Calidad C, Nivel 1)

3. Recién nacidos con signos/síntomas consistentes con enfermedad por CMVc (ver Tabla 1; incluyendo aquellos con hallazgos consistentes con CMVc en imágenes prenatales). (Calidad B, Fuerza 1)

4. Niños con HNS confirmada.16 Se necesita que se establezcan sistemas para garantizar que la evaluación del CMVc ocurra, donde sea posible, en los primeros 21 días de vida porque la gota de sangre seca (GSS) no siempre está fácilmente disponible para la prueba (ver a continuación). (Calidad B, Fuerza 1)

La mayoría acordó que:

Debe considerarse la evaluación de los bebés nacidos de madres que se sabe que son CMV seropositivas al momento del establecimiento del embarazo

5. Los recién nacidos que son PEG no deben ser rutinariamente testeados. Estudios en recién nacidos PEG han demostrado que la prevalencia de CMVc es de 0%-5,2%.19-22 Sin embargo, la mayoría de los estudios reportan una prevalencia de 1,4%-1,8%, que no es significativamente más alta que la prevalencia de CMVc en la población general. Por lo tanto, la evidencia es insuficiente para justificar el cribado de CMVc en todos los recién nacidos PEG de forma aislada.

Ninguno de esos estudios distinguen entre PEG asimétrico (con circunferencia craneana normal) y PEG simétrico, pero cuando se mencionó la circunferencia de la cabeza, la mayoría de los bebés PEG con CMVc tenía microcefalia (circunferencia craneana <-2 desvíos estándar).21,22 Debido a esto, y al resultado de mal pronóstico de los niños con CMVc y microcefalia, muchos presentes en esta reunión evalúan a los neonatos con PEG simétrico pero no a aquellos con crecimiento cefálico preservado.14 (Calidad C, Fuerza 2)

6. Prematuridad. La evidencia de que los lactantes prematuros tienen una mayor incidencia de CMVc es limitada.20,23 La evaluación de los niños prematuros extremos (<28 semanas de edad gestacional) al nacer ayuda, sin embargo, a diferenciar entre infección congénita y postnatal. Esto puede ser muy útil para guiar el manejo de estos niños que son particularmente vulnerables a los síntomas de infección posnatal. Sin embargo, no se llegó a un consenso con respecto a la práctica en esta área, siendo el costo entre otros un factor a considerar.24 (Calidad C, Fuerza 2)

7. Debe considerarse la evaluación de los bebés nacidos de madres que se sabe que son CMV seropositivas al momento del establecimiento del embarazo. A pesar de que la infección materna no primaria por CMV es importante cuando se considera la carga general de enfermedad por CMVc, evaluar a todos los niños nacidos de estas mujeres, particularmente en poblaciones con alto nivel de seroprevalencia materna, es equivalente a la detección neonatal universal.25,26

La identificación de mujeres con infección por CMV no primaria que están en el más alto riesgo de transmitir la infección a su feto sigue siendo difícil. Por lo tanto, se acordó que la discusión del caso individual y la política local deberían dictar la práctica en esta área. Es claramente necesario promover la investigación en este área.

DIAGNÓSTICO DE LABORATORIO DE LA INFECCIÓN CONGÉNITA POR CMV

La evaluación del CMVc utilizando reacción en cadena de la polimerasa (PCR) en la orina es altamente confiable: la sensibilidad es del 100% y la especificidad del 99%.27 Una muestra de orina negativa en un neonato es por lo tanto suficiente para excluir la infección y no es necesario repetir el muestreo. Después de 21 días, una orina positiva para CMV podría ser debido a CMV adquirido postnatalmente, por ejemplo, a través del paso por el canal de parto o por la leche materna. Como las técnicas de PCR para CMV son cada vez más sensibles, se recomienda la evaluación temprana, antes de la edad de 14 días.27

La prueba de PCR de la saliva es una alternativa y es fácil de realizar. Las muestras deben tomarse inmediatamente antes de la alimentación en recién nacidos amamantados, y confirmarse con la orina, ya que se han reportado resultados falsos positivos.28-31

La evaluación por PCR de la GSS neonatal puede ser realizada retrospectivamente en un intento por diagnosticar el CMVc después de los primeros 21 días de vida. La sensibilidad es de alrededor del 84% en el meta-análisis pero es muy variable dependiendo de las técnicas de laboratorio utilizadas y de la población a ser testeada; una PCR de GSS negativa no puede, por lo tanto, ser utilizada para excluir definitivamente un diagnóstico de CMVc.32

• El consenso general dentro de este grupo de expertos fue que:

1. La evaluación del CMVc se debe realizar utilizando una sola PCR de orina obtenida dentro de los 21 días posteriores al nacimiento, pero idealmente dentro de los 14 días de nacimiento (Calidad B, Fuerza 1).

2La prueba de PCR de saliva puede ser una alternativa, pero un resultado positivo debe ser confirmado usando la orina (Calidad B, Fuerza 1).

3. Después de la edad de 21 días, la PCR del ADN del CMV de la GSS almacenada se puede utilizar para diagnosticar CMVc retrospectivamente; la sensibilidad es relativamente baja, y una prueba negativa no puede ser utilizada para excluir definitivamente un diagnóstico de CMVc (Calidad B, Fuerza 1).

INVESTIGACIONES RECOMENDADAS DESPUÉS DE CONFIRMAR UN DIAGNÓSTICO DE INFECCIÓN CONGÉNITA POR CMV

Después de un diagnóstico virológico de infección por CMVc, se requieren investigaciones adicionales para evaluar el alcance de la enfermedad y para ayudar con las discusiones sobre el pronóstico y el tratamiento.

• El consenso general dentro de este grupo de expertos fue que:

1. Las investigaciones que se detallan a continuación se llevan a cabo en cualquier lactante en quien se confirme el diagnóstico de CMVc, buscando específicamente manifestaciones de la enfermedad (Tabla 1):

  • Hemograma completo, enzimas hepáticas, bilirrubina (conjugada)
  • Función renal (antes de iniciar el tratamiento)
  • USCr (Calidad A, Fuerza 1)
  • Evaluación audiológica (potenciales evocados del tallo cerebral; algunas pruebas de detección tales como las otoemisiones acústicas no son suficientes para detectar la  pérdida de audición central en el CMVc). (Calidad A, Fuerza 1)

2. Evaluación oftálmica. (Calidad A, Fuerza 1)
Si se considera la indicación de imágenes adicionales al USCr, entonces la RM es la modalidad de neuroimagen preferida. La RM puede ser exitosamente realizada en recién nacidos sin la necesidad de sedación y es, además altamente sensible y libre de riesgo de exposición radiológica, lo que acompaña a la tomografía computarizada. (Calidad C, Fuerza 1)

3. La RM se debe realizar en bebés con hallazgos neurológicos clínicamente detectables o anormalidades en el USCr.

La mayoría acordó que:

4. La RM craneal se debería realizar en todo niño con CMVc y evidencia de enfermedad por CMV (ver Tabla 1). (Calidad C, Fuerza 1)

5. La cuantificación de la PCR para CMV se debe realizar en sangre al inicio del estudio del paciente. Varios estudios han asociado la ausencia de viremia por CMV con mejores resultados a largo plazo, y esto puede ser tranquilizador cuando se evalúan bebés sin ninguna otra manifestación de enfermedad por CMVc.33-35 Sin embargo, la PCR para CMV en sangre no debería ser utilizada para descartar la infección por CMVc porque, paradójicamente, la ausencia de CMV en sangre ha sido descripta incluso en niños con enfermedad por CMVc severa.33,36 (Calidad C, Fuerza 2)

6. Examen del líquido cefalorraquídeo (LCR):  Ninguna evidencia actual respalda el examen del LCR como parte del trabajo diagnóstico de rutina. Los estudios han demostrado ADN de CMV detectable en LCR, y biomarcadores elevados tales como ß2-microglobulina sugieren un pobre pronóstico.13,37 Sin embargo, otros no han demostrado un valor pronóstico adicional de las muestras de LCR obtenidas en el entorno clínico.37 A pesar de esta falta de evidencia, hay una opinión de la mayoría de que, aunque es una posible área de interés para futuras investigaciones, la punción lumbar no debe realizarse rutinariamente en bebés con infección por CMV (Calidad C, Fuerza 1).

Solo una minoría estuvo de acuerdo en que

7. La RM craneal se debe realizar en todos los niños infectados con CMV. Aunque no hay evidencia concluyente de que realizar una RM proporciona información de pronóstico adicional al USCr en aquellos sin evidencia de enfermedad por CMV al nacer, algunos argumentaron que es deseable realizar una RM en todos los lactantes infectados con CMVc porque se podría identificar patología adicional en comparación con el USCr38-40 (Calidad D, Fuerza 2).

TRATAMIENTO       

No hay medicamentos antivirales actualmente licenciados para el tratamiento del CMVc. A pesar de que muchos informes de casos y estudios de cohorte han informado sobre el tratamiento del CMVc, hay resultados de solo 2 ECAs.7,41-44 El primero de estos estudios evaluó el tratamiento endovenoso con ganciclovir durante 6 semanas en neonatos (<1 mes de edad), con edad gestacional = 32 semanas y enfermedad clínicamente aparente al nacimiento y con evidencia de enfermedad del SNC (incluyendo microcefalia, calcificación intracraneal, índices anormales de LCR para la edad, déficit de audición y coriorretinitis).7 Se mostraron mejoras en los resultados de audición y desarrollo neurológico, pero hubo una pérdida significativa de seguimiento.7,44

Un ensayo más reciente comparó el  tratamiento de 6 semanas a 6 meses con valganciclovir oral e incluyó bebés con cualquier evidencia de enfermedad sintomática por CMVc (incluso sin compromiso del SNC).41 Sin embargo, pocos bebés inscriptos tuvieron características clínicas aisladas, leves,  y ninguno en el grupo de tratamiento de 6 meses tuvo HNS aislada.

Se mostró un modesto beneficio tanto en la audición a los 2 años como en el desarrollo neurológico con el curso de tratamiento de 6 meses. El curso de tratamiento más prolongado mejoró la probabilidad de mejores resultados de la audición, más notablemente en aquellos con afectación preexistente del SNC. Sin embargo, la mayor duración de la terapia fue solo estadísticamente significativa para la audición de "oído total" a diferencia de la audición de "mejor oído" (que es de mayor significado funcional) y solo una vez ajustada por el compromiso basal del SNC.

 

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