Día Mundial del Parkinson | 11 ABR 18

Presentación clínica prediagnóstica de la enfermedad de Parkinson

Estudio epidemiológico de las fases tempranas de la enfermedad de Parkinson
Autor/a: Schrag A, Horsfall L, Petersen I y colaboradores Fuente: http://www.thelancet.com/journals/laneur/article/PIIS1474-4422(14)70287-X/abstract Lancet Neurology 14(1):57-64 2014
Resumen:
En las fases tempranas de la enfermedad de Parkinson se observa mayor incidencia de constipación y temblor (10 años antes del diagnóstico), hipotensión, disfunción eréctil y urinaria, trastornos del equilibrio, mareos, fatiga, depresión y ansiedad (en los 2 y 5 años previos), insomnio y alteraciones de la memoria (2 años antes).

Introducción

Uno de los rasgos característicos del diagnóstico clínico de la enfermedad de Parkinson (EP) es el conjunto de alteraciones motoras presentado por los pacientes, sintomatología que obedece a la degeneración neuronal en la sustancia nigra y el cuerpo estriado. En esta fase de la afección se produce el 50% de la pérdida neuronal en los centros nerviosos antes mencionados y, en consecuencia, la neuroprotección farmacológica no resulta eficaz.

Al respecto, diversos estudios se centraron en los síntomas que preceden al diagnóstico de la EP, como la depresión, la fatiga, la anosmia y la constipación, que pueden utilizarse como indicadores clínicos de la enfermedad en la atención primaria. De esta forma, la administración de fármacos que promueven la protección neuronal en etapas tempranas de la EP podría contrarrestar la progresión del cuadro clínico mediante la disminución de la incidencia de los síntomas o el enlentecimiento del proceso.

El tratamiento en la primera fase de la afección es fundamental, dado que la EP tiene una incidencia elevada en todo el mundo y está en aumento constante, asociado con el crecimiento poblacional.

El objetivo del presente trabajo fue indagar respecto de la correlación entre la presentación de los síntomas en las etapas tempranas de la EP y el diagnóstico definitivo. 


Métodos

Para analizar los rasgos clínicos que preceden al diagnóstico de la EP se utilizó la base de datos The Health Improvement Network, que contiene información de 11 millones de casos clínicos tratados en la atención primaria del Reino Unido.

En esta etapa se determinaron los síntomas, el diagnóstico, los tratamientos farmacológicos y las derivaciones a la atención secundaria. De esta forma, se estableció la fecha índice, es decir, el momento en el cual se realizó la primera prescripción de fármacos antiparkinsonianos o el diagnóstico en la atención secundaria.

La información recabada también incluyó el número de consultas, las evaluaciones clínicas y las indicaciones farmacológicas, como mínimo, durante el año previo a la fecha índice. Además, se evaluó la incidencia anual de los síntomas por cada 1000 individuos/año durante los 10 años previos a la fecha índice.

En este sentido, se consideraron la ansiedad, la depresión, la apatía, el deterioro cognitivo, las alteraciones de la memoria, el trastorno conductual del sueño REM (TCR), el insomnio, la fatiga, los mareos, los trastornos del equilibrio, la hipotensión, la disfunción urinaria y eréctil, la sialorrea, la constipación, la anosmia, la rigidez generalizada o en el cuello y en los hombros (dolor en estas regiones) y el temblor que aparecieron en pacientes mayores de 50 años. No se incluyeron los síntomas con una prevalencia menor del 1%.

No participaron del ensayo los pacientes con demencia establecida antes del diagnóstico de la EP, parkinsonismo secundario o inducido por fármacos, con diagnóstico de EP antes de los 50 años o esquizofrenia.

Las observaciones detectadas en el grupo con EP fueron contrastadas con el grupo control, conformado por sujetos sin EP, de la misma edad y sexo y con características similares en el requerimiento de la atención primaria, en una proporción de 6 individuos controles por cada paciente con EP.

En el análisis estadístico se aplicó el cálculo del risk ratio (RR), con un intervalo de confianza del 95% (IC 95%). Las evaluaciones se realizaron a los 2, 5 y 10 años previos a la fecha índice.


Resultados

Mayor incidencia de alteraciones motoras, del sueño y de la memoria, fatiga y trastornos autonómicos, del equilibrio y psiquiátricos en los estadios tempranos de la enfermedad

El número de individuos incluidos en las evaluaciones realizadas fue variable; de esta forma, los pacientes con EP fueron 7232, 4769 y 1680 y el grupo control estuvo conformado por 40 541, 25 544 y 8305 sujetos, a los 2, 5 y 10 años previos a la fecha índice, respectivamente.

 

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