Estudian al posible culpable: el virus del Zika | 18 ENE 16

Brasil en alerta por los miles de bebés nacidos con microcefalia

El zika, un virus transmitido por el mosquito del dengue, está generando el pánico entre las embarazadas en Brasil, ante el alarmante aumento del número de niños nacidos con un cerebro más pequeño de lo normal: 3.530 casos en los últimos meses. Cientos de investigadores trabajan contra el reloj para averiguar si este virus, hasta ahora considerado poco agresivo, es el origen del terrible brote.
Autor/a: Patricia Luna  Agencia SINC
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Patricia Luna | Santiago de Chile

Quedarse embarazada en Brasil se ha convertido en una situación de alto riesgo, desde que el pasado 28 de noviembre de 2015 se estableciera por primera vez la relación entre el zika, un virus transmitido por el mismo mosquito del dengue, y el alarmante aumento del número de casos de bebés nacidos con microcefalia.

Desde el 22 de octubre de 2015 hasta el 9 de enero de 2016, el Ministerio de Salud Pública de Brasil registraba en más de 21 estados del país un total de 3.530 casos de microcefalia, una condición por la que los bebés nacen con un cerebro más pequeño de lo normal, por debajo de los 33 centímetros, asociada a un riesgo de muerte rápida del niño o a trastornos irreversibles, como retrasos mentales o dificultades psicomotoras. También se investigan 46 casos de bebés muertos poco después de nacer que presentaban microcefalia posiblemente vinculada al virus.

“Si vives en Brasil y ves las noticias es normal que te preocupes por los mosquitos. Yo he tratado de evitar los lugares donde proliferan, aunque no uso repelente”, cuenta a Sinc Hélia Tenza, una joven barcelonesa en su último mes de gestación que lleva viviendo dos años en el estado de Minas de Gerais, donde no ha habido muchos casos. La mayoría se concentran en el norte del país. Solo en el estado de Pernambuco, donde se detectó inicialmente el fenómeno, se ha registrado un 35% de los casos, un total de 1.236, seguido de Paraiba (569) y Bahía (450).

Han nacido 3.530 bebés con microcefalia posiblemente vinculada al virus zika, de los que 46 ya han muerto

Un fenómeno nuevo para Brasil y para la ciencia

El aumento es significativo frente a los 147 cuadros de microcefalia que se documentaron en todo Brasil en 2014, los 167 de 2013 y los 175 del año 2012. Por eso, el ministerio ha decretado una alerta de salud pública, reproducida por la Organización Panamericana de Salud ante el rápido avance del virus del Zika en todo el continente. Ya son 14 los países donde se conocen casos de transmisión autóctona: Brasil, Colombia, México, Venezuela, Paraguay, El Salvador, Guatemala, Guayana Francesa, Haití, Honduras, Martinica, Panamá, Puerto Rico y Surinam.

“El virus del Zika nunca había causado una epidemia como la que hemos tenido en Brasil en 2015. Tampoco antes se sospechaba que pudiera generar microcefalia, por lo que todo es nuevo para nosotros y para la ciencia”, remarca en una conversación con Sinc el profesor Cláudio Maierovitch, director del Departamento de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud brasileño. “Tenemos muchas cosas que descubrir del virus en todos los aspectos”, insiste.


bebé con microcefalia

Los bebés con microcefalia tienen una cabeza significativamente menor que la media para su edad y sexo. / atlaseclamc.org

Ante la alarma social generada, la Organización Panamericana de la Salud ha difundido una lista de preguntas y respuestas sobre el zika y el embarazo. “Yo intento no entrar en pánico”, confiesa a Sinc Clecia Fernandes, otra mujer gestante que vive en Ubaitaba, en el estado de Bahía, uno de los más afectados. “Cuando supe del virus cambié mi rutina. Procuro caminar con el cuerpo cubierto, a pesar del calor; el repelente ha pasado a ser imprescindible y estoy atenta a posibles criaderos de mosquitos”, relata. “Todas las embarazadas que conozco tienen miedo de este virus; el único alivio llega después de un nacimiento o de una ecografía positiva”, cuenta Fernandes.

El virus del Zika apareció por primera vez en Uganda en 1947 y en Brasil no era conocido hasta el pasado mes de mayo. El país está acostumbrado a una lucha endémica –y para muchos, perdida– contra un viejo conocido: el dengue.

Hasta ahora, el zika se consideraba poco alarmante: los infectados solo sentían picazón, salpullido, fiebre y dolor articular

Zika y dengue comparten varias cosas, entre ellas el mosquito que las transmite, el Aedes aegypti. Ambos pertenecen, junto a la fiebre amarilla, a la familia de los flavivirus, pero hasta ahora el zika se presentaba como una versión menor y poco alarmante del dengue, un primo ‘pequeño’: los infectados sentían una leve picazón, salpullido, fiebre y dolor articular. No se había registrado casos de muerte en otros países donde se detectó (África, Oceanía y Polinesia francesa), y nadie le daba más importancia.

Primera alarma: zika en el líquido amniótico

Todo cambió en noviembre, cuando el laboratorio de flavivirus del Instituto Osvaldo Cruz brasileño detectó la presencia del genoma de virus del Zika en el fluido amniótico de dos mujeres embarazadas de Paraiba cuyos fetos tenían microcefalia. Poco después, el el Instituto Evandro Chagas (IEC), laboratorio nacional de referencia para las arbovirosis (enfermedades víricas transmitidas por artrópodos), confirmó por primera vez tres muertes asociadas al virus del Zika.

Casos


Fuente: Ministerio de Salud Pública de Brasil

El primer desenlace fatal lo sufrió un hombre de 35 años que vivía en el estado de Marahao, al norte del país. “Este fue un caso de importancia crucial para el mundo entero, porque nunca antes había ocurrido una muerte atribuida a una enfermedad causada por el zika, lo que mostró que no era tan benigno como se decía”, afirmó en diciembre Pedro Fernando Vasconcelos, médico e investigador de arbovirología del IEC, a través de un comunicado del instituto.

La segunda muerte fue la de una chica de 16 años. La tercera, la de un bebé con microcefalia poco después de nacer, fue más concluyente: se confirmó la presencia del zika en muestras de sangre y tejidos. “Este caso nos permite vincular, con datos de laboratorio irrefutables, la asociación causal de la microcefalia con el zika. En este contexto, un caso es suficiente para probar la relación, porque ya existía la sospecha clínica, la asociación temporal del aumento de casos de microcefalia durante la epidemia de zika, y también la detección del virus en el líquido amniótico de dos gestantes cuyos fetos fueron diagnosticados con microcefalia”, aseveró Vasconcelos.

 

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