Un factor olvidado y fundamental | 15 JUN 15

Termogénesis no causada por el ejercicio para el tratamiento de la obesidad

La termogénesis no causada por el ejercicio (TNCE), complementada con ejercicio de moderado a intenso parece ser fundamental para prevenir y disminuir la pandemia de obesidad.
Autor/a: Villablanca PA, Alegria JR, Mookadam F et al Fuente: Mayo Clin Proc 2015;90:509-519. Nonexercise Activity Thermogenesis in Obesity Management
INDICE:  1.  | 2. Referencias

Abreviaturas
AF: actividad física
ECV: enfermedad cardiovascular
ETA: efecto térmico de los alimentos
GCT: gasto calórico total
HDL: colesterol de las lipoproteínas de alta densidad
IF: inactividad física
IMC: índice de masa corporal
LPL: lipoproteína lipasa
MB: metabolismo basal
TNCE: termogénesis no causada por el ejercicio


LA PANDEMIA DE OBESIDAD Y LA INACTIVIDAD FÍSICA

La obesidad- una pandemia mundial- se define como un índice de masa corporal (IMC; se calcula como el peso en kilos dividido por la talla en metros al cuadrado) ≥ 30. Varios estudios determinaron la relación entre adiposidad visceral y problemas de salud ulteriores. Una de cada 5 muertes en todo el mundo se atribuye a la obesidad. Aunque el exceso de calorías es un componente importante de la mitad del paradigma de la obesidad, la inactividad física (IF) contribuye significativamente a la otra mitad de ese paradigma.

Disminuir la IF es primordial para prevenir y tratar la obesidad y sus consecuencias perjudiciales. Además, la IF se asocia con alto riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular (ECV). Existe una asociación dosis-respuesta entre el tiempo que una persona pasa sentada (sedestación) y la mortalidad cardiovascular.

La termogénesis no causada por el ejercicio (TNCE) es uno de los componentes del gasto calórico total (GCT). Aumentar la TNCE es una intervención posible contra la obesidad y la inactividad.

El objetivo de este artículo es promover el conocimiento del concepto de TNCE y facilitar que los profesionales sanitarios la incorporen como otra estrategia para el tratamiento de la obesidad.

LA TNCE: UNA NUEVA ESTRATEGIA CONTRA LA INACTIVIDAD FÍSICA

Las intervenciones para derrotar el excesivo equilibrio calórico positivo tradicionalmente se centraron sobre el fomento de la actividad física (AF) de moderada a intensa junto con la restricción calórica; sin embargo, esta estrategia ha tenido escaso éxito en estudios aleatorizados a largo plazo y no redujo la tasa de episodios cardiovasculares. Por ello surgió una tercera estrategia que se centra en reducir el tiempo total dedicado a actividades sedentarias. Esta estrategia agrega episodios repetitivos breves de AF sin ejercicio y permanecer de pie (bipedestación) en lugar de sentado durante períodos prolongados de inactividad.

¿QUÉ ES LA TNCE?

La TNCE abarca el gasto de energía que es secundario al movimiento, más allá del ejercicio voluntario y las actividades de entrenamiento en resistencia. Las actividades que la TNCE promueve son una serie de movimientos continuos y vitales con cambios posturales que no implican ejercicio de moderado a intenso y que se producen con una carga de energía escasa, diariamente durante minutos a horas. Estas actividades son caminar, subir escaleras, cantar, reír, limpiar, permanecer de pie, entre otras. Se asocian con gasto calórico más allá de la actividad metabólica basal y producen termogénesis y consumo calórico significativo.

GASTO DIARIO DE ENERGÍA Y TNCE

La TNCE tiene una variación interindividual significativa. Para comprenderla, se deben explicar los tres componentes del GCT:

(1) metabolismo basal (MB) Representa aproximadamente el 60% del GCT

(2) efecto térmico de los alimentos (ETA). Contribuye en hasta un 10% al GCT. El mecanismo por el que se gastan calorías con el consumo y la digestión de los alimentos, incluidas la masticación, la absorción y el transporte de nutrientes, constituye el ETA. En las personas obesas el ETA es menor que en las delgadas.

(3) AF .Representa el 15% - 30% del GTC.

La AF se puede dividir en termogénesis causada por el ejercicio voluntario y TNCE (los movimientos asociados con actividades que no forman parte del ejercicio).

La mayoría de los obesos tienen AF insignificante y por lo tanto la TNCE podría ser una herramienta importante contra la pandemia de obesidad.

PRESUNTOS MEDIADORES DE LA TNCE Y SITIOS DE ACCIÓN CEREBRALES

Nueva evidencia sugiere que la actividad de hacer ejercicio puede estar sujeta en parte a influencia genética. Esto no es inesperado porque trabajos previos demostraron que la variación del peso y la distribución de la grasa corporal están hasta cierto grado determinadas genéticamente. Información reciente sugiere que los núcleos posiblemente involucrados en la regulación de la TNCE están en el hipotálamo y en los núcleos extrahipotalámicos en una compleja red que determina el nivel de AF espontánea.

En este proceso participan múltiples posibles neuromediadores, entre ellos la orexina, la neuromedina U, la grelina y la proteína r-agouti. Esta compleja red neural influye sobre la cantidad y la calidad de la eficiencia de la energía de la AF y la TNCE, afecta así el equilibrio de energía y promueve la homeostasis de la misma. La orexina es el neuromodulador de la TNCE mejor determinado.

Estudios en animales mostraron que la extirpación de las neuronas orexina causa narcolepsia y obesidad y que el empleo de antagonistas de la orexina disminuye los movimientos espontáneos. Estos datos moleculares se asociaron con bajas concentraciones de orexina y con escasa respuesta a la orexina en los cerebros de animales obesos, lo que sugiere cierta resistencia a los estímulos de la TNCE.

Por medio de los posibles mediadores de la TNCE estudiados en modelos animales, Levine calificó a 2 grupos de animales que explicarían la delgadez y la obesidad: Los activadores de la TNCE son aquéllos animales con una sólida señal TNCE y los conservadores de la TNCE tienen una respuesta mitigada a las señales TNCE y gastan menos calorías, con lo que se tornan obesos.

MECANISMO DE LA TNCE

El gasto calórico insuficiente lleva a que el exceso de calorías se almacene como grasa. Levine et al demostraron la relación entre el aumento de grasa y la TNCE en individuos obesos y delgados expuestos a ambientes similares. Estudiaron a 20 voluntarios sanos (10 delgados y 10 obesos) durante 10 días y compararon su postura y sus movimientos corporales para evaluar la TNCE.

Los resultados mostraron que los obesos permanecían sentados durante más tiempo que las personas delgadas y sugirieron que si las personas obesas adoptaran las mismas actividades de TNCE que sus contrapartes delgadas, lograrían un gasto calórico de 350 calorías más por día.

Dado que el MB y el ETA son relativamente constantes, la AF es la que tiene la mayor variabilidad. Por lo tanto, también influye sobre el depósito de grasa durante el consumo excesivo de alimentos y explica en parte cómo 2 personas del mismo tamaño pueden gastar diferente cantidad de calorías. Estudios de sobrealimentación indican que las personas con la mayor variación en el gasto calórico debido a la actividad tienen menor aumento de peso que aquéllas con escasa actividad. Esta variabilidad interindividual de la TNCE ilustra cómo 2 personas con características físicas y consumo calórico similares pueden tener diferente morfometría corporal.

CONDICIONES AMBIENTALES PARA LA IF

La amplia variabilidad en las actividades laborales y del tiempo libre entre los individuos es fundamental para las diferencias en TNCE.

Los adelantos sociales y económicos favorecieron el fácil acceso a alimentos hipercalóricos y a la sobrealimentación. También dificultaron la AF debido al fácil acceso a los transportes, los trabajos sedentarios y los dispositivos que ahorran trabajo, entre otros. Es probable que la combinación de factores genéticos y las consecuencias de un ambiente que favorece hábitos de vida sedentarios y el fácil acceso a alimentos poco saludables sean responsables de la pandemia de obesidad. Un estudio danés con 17058 pacientes no halló diferencia en el IMC en personas físicamente activas con predisposición genética a la obesidad y en aquéllos que no tenían el gen de la obesidad.

Las actividades del tiempo libre están aumentando y la energía se gasta más en actividades domésticas, transporte y tareas laborales que en actividades deportivas o de recreación. Pasar 10 horas de IF en el trabajo y otras 8 durante el tiempo libre brinda la oportunidad a los profesionales sanitarios para sugerir cambios en la estructura laboral que pueden aumentar la TNCE.

Por último, el tratamiento de la obesidad debe hacer hincapié en métodos conductuales para promover y mantener el bajo consumo calórico con dietas de bajas calorías además de intervenciones conductuales y ambientales para facilitar la observancia prolongada de AF.

TRASLADO DE LA IF AL DEFICIT DE TNCE

El tiempo pasado en posición sedente se asocia independientemente con mayor riesgo de diabetes y de mortalidad total, cualquier sea el nivel de AF. Un estudio canadiense mostró una relación dosis-respuesta entre el tiempo sentado y la mortalidad por todas las causas y la ECV, independiente o de la AF del tiempo libre. Este estudio prospectivo controló a más de 17000 pacientes durante un promedio de 12 años.

Se halló un riesgo progresivamente mayor de mortalidad por todas las causas y de mortalidad por ECV en aquellos que pasaban largo tiempo en posición sentada (índice de riesgo, 1,54; P<0.001). Por lo tanto, la AF no neutraliza los efectos negativos de la posición de sedestación prolongada. Aunque aparentemente sutil, esta distinción es clave para nuestra comprensión de la conducta sedentaria.

LA EVIDENCIA DETRÁS DE LAS VENTAJAS DE LA TNCE

Ventajas metabólicas

La importancia del enfoque de TNCE para controlar el peso ya ha sido probada y se demostraron sus ventajas a nivel metabólico. La lipoproteína lipasa (LPL), enzima central en la patogénesis de la aterosclerosis y la obesidad, se midió en ratones con diferentes niveles de AF. Los resultados muestran que las actividades persistentes de baja a moderada intensidad muestran niveles más altos de actividad de LPL en relación con los ejercicios intensos no sostenidos y demuestran así el efecto de la TNCE para modular la LPL y su potencial para alterar el riesgo de aterosclerosis.

 

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