Farmacocinesia, tolerabilidad y efectividad | 14 SEP 15

Aripiprazol en niños y adolescentes con trastorno disocial

El aripiprazol es una antipsicótico atípico empleado para el tratamiento de los pacientes adultos que presentan diferentes enfermedades psiquiátricas. La droga también puede ser de utilidad en niños y adolescentes.

Introducción y objetivos

El tratamiento con aripiprazol está indicado para los pacientes adultos y adolescentes con esquizofrenia y trastorno bipolar. Según la información obtenida en la población adulta, el tratamiento con 30 mg/día de aripiprazol se asocia con una farmacocinética lineal, una biodisponibilidad oral del 87% y una vida media de eliminación de 47 a 68 horas.

El perfil de seguridad y eficacia de la droga resulta aceptable en dosis de 10 a 30 mg/día en adultos con trastornos psicóticos y del estado de ánimo. Debido a las características del fármaco, se considera apropiado investigar su empleo en la población pediátrica.

El trastorno disocial se observa en la población pediátrica y se caracteriza por la presencia de una conducta agresiva hacia terceros y un aumento del riesgo de conducta antisocial durante la vida adulta. La información disponible permite indicar que el tratamiento antipsicótico puede ser de utilidad en pacientes que sufren este trastorno, aunque no se cuenta con datos suficientes que permitan indicar la seguridad de dicho tratamiento en la población pediátrica.

El presente estudio se llevó a cabo con el objetivo de evaluar la farmacocinética, la seguridad y la efectividad del aripiprazol en niños y adolescentes con trastorno disocial.
 
Pacientes y métodos

El estudio fue abierto y se dividió en dos fases. La fase A tuvo 15 días de duración y consistió en un estudio farmacocinético realizado en pacientes ambulatorios. Los participantes fueron internados durante 24 horas los días 1 y 14 con el fin de obtener muestras de sangre para analizar los parámetros de interés posteriores a la administración de aripiprazol. Además, se efectuaron evaluaciones los días 7 y 10. La fase B del estudio consistió en la evaluación periódica de los parámetros de seguridad y farmacodinamia durante un período de 36 meses. De ser necesario, también se procedió a ajustar la dosis de las drogas.

Participaron niños de 6 a 12 años y adolescentes de 13 a 17 años con diagnóstico de trastorno disocial. La evaluación prospectiva fue realizada por un entrevistador entrenado mediante la Schedule for Affective Disorders and Schizophrenia for School Age Children: Present and Lifetime Version (K-SADS-PL). Además, se llevaron a cabo entrevistas diagnósticas con psiquiatras.

Solo se incluyeron pacientes con un puntaje de 2 o 3 en la escala Rating of Aggression Against People and/or Property (RAAPP), con un cociente intelectual mayor o igual a 70 de acuerdo con los resultados de la Wechsler Intelligence Scale for Children, Version III. No se incluyeron individuos con trastornos psiquiátricos o neurológicos graves, excepto el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH).

La dosis de aripiprazol administrada durante la fase A fue de 0.1 mg/kg. No obstante, se permitió la disminución de la dosis por cuestiones de tolerabilidad. La dosis administrada durante la fase B se adecuó al criterio de cada investigador hasta llegar a un máximo de 15 mg/día.

Las evaluaciones farmacocinéticas se llevaron a cabo mediante la toma de muestras de sangre antes de la administración de la dosis de aripiprazol y luego de 1, 2, 3, 4, 6, 8, 12 y 24 de administrado el fármaco, los días 1 y 14 de estudio. Además se tomaron muestras los días 7 y 10 con el fin de determinar la concentración plasmática mínima (Cmín) de la droga.

Los parámetros evaluados los días 1 y 14 fueron la concentración plasmática máxima (Cmáx), el tiempo transcurrido hasta alcanzar la Cmáx (Tmáx), el área bajo la curva concentración-tiempo (ABC) y el clearance total aparente.

La valoración de los síntomas de agresividad tuvo lugar mediante las escalas RAAPP, Clinical Global Impressions Severity of Illness (CGI-S) y Clinical Global Impressions Improvement (CGI-I). Además se aplicó la Neuropsychological Test Battery, que incluyó el Wisconsin Card Sort Test (WCST), el Conners’ Continuous Performance Test, el Conners’ Continuous Performance Test II (CPT II) y el Verbal Fluency Test (VFT), entre otros instrumentos.

La seguridad del tratamiento fue evaluada según la aparición de eventos adversos. Los síntomas extrapiramidales se evaluaron mediante la Simpson Angus Scale (SAS), la Barnes Akathisia Rating Scale (BARS) y la Abnormal Involuntary Movement Scale (AIMS). También se registraron parámetros electrocardiográficos y de laboratorio y se evaluaron los signos vitales. Finalmente, durante el estudio, se permitió la indicación de psicoterapias cognitivas y conductuales, aunque con algunas restricciones.

Resultados

Participaron 23 individuos, 12 niños y 11 adolescentes, 18 de los cuales interrumpieron el tratamiento antes de los 36 meses. El motivo principal de abandono fue la imposibilidad de seguimiento. La media de edad de los niños y adolescentes que participaron fue 8 ± 2 años y 14 ± 1 años, respectivamente. La mayoría de los participantes eran de sexo masculino.

 

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