Una puesta al día de sus efectos benéficos y perjudiciales (lo bueno, lo malo y lo feo) | 20 ABR 15

Ejercicio y corazón

El ejercicio favorece la longevidad, disminuye el riesgo de algunos tumores malignos, retarda el inicio de la demencia senil e incluso se lo considera un antidepresivo.
Autor/a: Sharma S, Merghani A, Mont L. Fuente: European Heart Journal Advance Access published April 2, 2015 Exercise and the heart: the good, the bad, and the ugly
INDICE:  1. Texto principal | 2. Referencias
Texto principal

Resumen

El ejercicio moderado proporciona beneficios innegables. Las personas que hacen ejercicio regularmente tienen menor riesgo de enfermedad coronaria y de infarto de miocardio. Los deportistas efectúan mucha más actividad física que lo recomendado. La adaptación cardiovascular para generar un aumento grande y sostenido del gasto cardíaco durante el ejercicio prolongado incluye el aumento del 10 – 20% de las dimensiones cardíacas.

El ejercicio intenso puede desencadenar infrecuentemente muerte súbita cardíaca en un deportista que sufre una cardiopatía asintomática. Han surgido datos que indican que el ejercicio vigoroso de larga data se puede asociar con remodelado eléctrico y estructural adverso en corazones por lo demás normales.

En la época actual de deportistas célebres y contratos lucrativos, varios deportistas sucumbieron al empleo de sustancias que mejoran el rendimiento, pero son perjudiciales para la salud cardíaca. Estos son los temas que examina este artículo, que se pueden clasificar en lo bueno, lo malo y lo feo de la cardiología del deporte.


EL EFECTO BENEFICIOSO DEL EJERCICIO

El ejercicio físico (EF) ayuda a controlar la presión arterial, mejora el lipidograma y aumenta la sensibilidad a la insulina. Además se asocia con la reducción significativa de episodios cardíacos en la mediana edad.

La importancia del EF fue destacada por primera vez por Morris et al, quienes observaron que los carteros tenían un 50% menos de episodios cardiovasculares que los conductores de ómnibus y los empleados de correo. Este dato fue más tarde corroborado por estudios epidemiológicos.

La cantidad de ejercicio necesaria para lograr este beneficio es relativamente modesta, ya que bastan 2 horas de ejercicio semanales con 6 a 10 METS (metabolic equivalent of tasks) de intensidad, divididas en 3 veces. Algunos ejemplos serían una caminata rápida, un trote suave o el ciclismo a 15 – 20 km/h.

El EF es esencial para la rehabilitación cardíaca. La revisión sistemática y el metanálisis de 34 estudios aleatorizados que evaluaron la eficacia de la rehabilitación cardíaca basada sobre el ejercicio tras un infarto de miocardio demostró menor riesgo de un nuevo infarto, de mortalidad cardíaca y de mortalidad por todas las causas en pacientes aleatorizados a rehabilitación cardíaca basada en el ejercicio.

Además de los beneficios cardiovasculares, el ejercicio reduce el riesgo de cáncer de próstata y de mama, previene la osteoporosis y retarda la aparición de demencia senil. También aumenta el vigor, favorece la confianza en sí mismo y muchos lo consideran un antidepresivo. Las personas que realizan EF regularmente tienen como mínimo 3 años más de vida que las personas sedentarias. Indudablemente el EF se puede considerar la indicación médica más eficaz, más económica y más accesible.

EL CORAZÓN DEL DEPORTISTA

Los deportistas realizan una actividad física considerablemente superior a la recomendada por normas europeas y estadounidenses (≥ 150 minutos de EF semanales). El intenso EF que efectúan los deportistas exige un aumento de 5 - 6 veces del volumen minuto, lo que significa una serie de adaptaciones en el sistema eléctrico, estructural y funcional del corazón y constituyen el llamado “corazón de deportista”.

El electrocardiograma (ECG) del deportista

El ECG del deportista se caracteriza por los efectos del aumento del tono vagal y el aumento de tamaño de las cavidades cardíacas y presenta:

•    bradicardia sinusal;
•    arritmia sinusal;
•    elevación del punto J y ascenso de los segmentos ST;
•    bloqueo auriculoventricular de primer grado;
•    criterios de voltaje de hipertrofia de ambos ventrículos;
•    bloqueo incompleto de rama derecha.

Los deportistas que realizan grandes esfuerzos son los que tienen las mayores alteraciones de los patrones eléctricos. En las mujeres deportistas estos cambios se observan en menor grado.

Tamaño del corazón en los deportistas

El aumento de la pre y la poscarga cardíaca producidas por el EF intenso se asocia con agrandamiento simétrico de todas las cavidades cardíacas. En general hay un 10–20% de aumento del espesor de las paredes del ventrículo izquierdo (VI) y un 10–15% de aumento de tamaño de las cavidades de ambos ventrículos.

Además del aumento del volumen sistólico incluso con altas frecuencias cardíacas, se observa mayor capacidad oxidativa y conductancia capilar a nivel del músculo esquelético con el consiguiente aumento del consumo máximo de oxígeno durante el EF.

Límites superiores de las dimensiones cardíacas

Las mayores dimensiones se observan en deportistas masculinos con gran superficie de corporal, especialmente en remeros y ciclistas de grandes distancias.

Según un estudio de 1300 deportistas olímpicos italianos, hasta en un 50% de ellos las cavidades de ambos ventrículos están por encima de los límites normales y dentro de este grupo el 14% tiene una cavidad > 60 mm, compatible con miocardiopatía dilatada.

Diferencias entre el corazón de deportista y la miocardiopatía

Los datos previamente mencionados en los deportistas se consideran benignos y reversibles una vez que se abandonó el correspondiente deporte. Sin embargo, la combinación de hipertrofia VI con cambios en la repolarización o aumento de las cavidades ventriculares con baja fracción de eyección en el límite de lo normal se puede superponer con una miocardiopatía.

Tanto por la salud del deportista como por su carrera deportiva es imprescindible descartar la miocardiopatía y para esto son necesarios numerosos estudios, entre ellos ECG, ecocardiograma, pruebas de ejercicio cardiopulmonar con ecocardiografía, estudios de resonancia magnética (RM), ECG de 24 horas y pruebas genéticas.

Los antecedentes familiares de miocardiopatía son importantes para el diagnóstico. Los siguientes hallazgos de ECG, estudios hemodinámicos y de imágenes, son fuertemente sugestivos de miocardiopatía:

•    infradesnivel ST en cualquier derivación;
•    inversión de la onda T en las derivaciones laterales;
•    ondas Q patológicas (Q/R > 0,25);
•    bloqueo de rama izquierda;
•    índice patológico de función diastólica;
•    función sistólica longitudinal reducida;
•    alteraciones de la motilidad de la pared;
•    retardo del realce con gadolinio en la RM;
•    arritmias inducidas por el EF;
•    arritmias ventriculares complejas en el ECG de 24 horas;
•    bajo consumo máximo de oxígeno (< 50 mL/min/kg o < 120% del valor previsto);
•    cavidad ventricular pequeña (< 50 mm) asociada con obstrucción dinámica del tracto de salida del VI durante el ejercicio.

La miocardiopatía no compactada es un trastorno nuevo del corazón caracterizado por aumento del trabeculado del VI, deterioro de la función sistólica y tendencia a las arritmias mortales. El diagnóstico se basa sobre sobre la RM, que muestra un ventrículo con estructura de doble capa, una externa compacta y una interna trabeculada. Se considera que casi el 20% de los deportistas jóvenes tienen un trabeculado aumentado y que el 8% reúne los criterios de miocardiopatía no compactada.

 

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