Guía para su diagnóstico y tratamiento | 14 MAY 15

¿Qué es la Enfermedad Pélvica Inflamatoria?

Un repaso de los puntos fundamentales de una patología cuyo retraso diagnóstico ocasiona graves secuelas.
INDICE:  1.  | 2. Referencias

 

Viñeta clínica:
 
Una mujer de 22 años en una nueva relación sexual consulta a su médico de cabecera por presentar sangrado intermenstrual ligeramente doloroso durante 10 días. Tenía dolor pélvico, pero no se incrementaba con el examen cervical bimanual. El médico sospechó que el sangrado era un efecto secundario de la píldora anticonceptiva oral que había comenzado a recibir tres meses antes. Sin embargo, como no podía descartar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), se tomaron muestras de frotis endocervicales para estudiar infecciones de transmisión sexual causadas por Neisseria Gonorrhoeae y Chlamydia Trachomatis. Se prescribieron antibióticos de amplio espectro después de lo cual los síntomas se resolvieron. La muestra del hisopado confirmó la presencia de Chlamydia Trachomatis .
 

 ¿Qué es la Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP)?
 
La EIP se debe a la infección del tracto genital femenino superior que resulta en una amplia gama de patología pélvica, desde la endometritis leve a la peritonitis pélvica. Los microorganismos causales son o de transmisión sexual (C. trachomatis , N. gonorrhoeae , Mycoplasma genitalium ) o microorganismos vaginales endógenas (especies de Bacteroides) que ascienden hacia el área de la pelvis desde el tracto genital inferior a través del cuello uterino.
 
¿Qué tan común es la EIP?
 
Debido a las dificultades en el diagnóstico, no se conoce la prevalencia exacta de EIP.
 
Los datos recientes sugieren que la tasa de diagnóstico EIP definida en atención primaria es de aproximadamente 280/100.000 personas-año 1 Esto puede subestimar la verdadera incidencia, ya que muchos casos son relativamente asintomáticos. La EIP es más común en las mujeres 20 a 29 años 1
 
¿Por qué se pierde el diagnóstico de la EIP?
 
La EIP puede presentarse con síntomas y signos clásicos o con síntomas leves y sutiles que pueden pasarse por alto con facilidad, de acuerdo con una revisión de la evidencia de las directrices nacionales de la Asociación Británica de Salud Sexual y VIH. 2
 
Los mejores datos recientes sobre pérdida del diagnóstico de la EIP provienen de una auditoría retrospectiva en un centro de la salud sexual ambulatorio. Este estudio mostró tasas significativamente diferentes en el diagnóstico de EPI entre 23 médicos, en comparación con tasas similares para las verrugas genitales (una condición que se empleó como control). 
 
Aunque el sobrediagnóstico de EIP no puede excluirse, los autores postularon que si los médicos sobrediagnosticaron EIP, algunas mujeres podrían no mostrar las características epidemiológicas y clínicas de la enfermedad. En cambio, las mujeres con ese diagnóstico entre los médicos de alta y baja tasa de diagnóstico tenían un perfil epidemiológico y clínico similar, lo que sugiere falta de diagnóstico de la EPI por los médicos con más baja tasa de ese diagnóstico. Es posible que algunos médicos busquen síntomas severos, por lo tanto tengan un umbral demasiado alto para el diagnóstico.3
 
¿Por qué es importante?
 
Las secuelas de la EPI incluyen embarazo ectópico, infertilidad y dolor pélvico crónico así como los altos costos económicos del tratamiento.4 Los mejores datos de los resultados sobre las secuelas de EPI provienen de un estudio de cohorte longitudinal respecto de 2,500 mujeres, resumidos por Weström et al. 5 Un nuevo análisis retrospectivo de estos datos mostró que retrasar el tratamiento con antibióticos durante más de tres días después de la aparición de los síntomas se asoció con casi tres veces mayor riesgo de infertilidad post-EIP o embarazo ectópico que en los que buscaron atención rápidamente (riesgo absoluto 20% v 8.3%). 6 
 
En un estudio retrospectivo de cohortes en los Estados Unidos similar mostró que las mujeres que tenían síntomas durante dos o más días antes del tratamiento tenían más probabilidades de experimentar infertilidad que aquellas con síntomas durante dos o menos días antes del tratamiento (riesgo absoluto del 14% v 54%).7 

En un tercer estudio con una población de pacientes diferente, los resultados adversos fueron menos fuertemente correlacionados con el tiempo de tratamiento.8
 
¿Cómo se diagnostica la EIP?

Clínica
Aunque no es 100% sensible, la laparoscopía es la prueba ideal para el diagnóstico de la EIP.9 Cuando este procedimiento no se encuentra disponible o no resulta apropiado en la atención primaria, el diagnóstico clínico debe realizarse con base a los síntomas y signos y a la exclusión de los diagnósticos diferenciales.
 
La EIP es más común en las mujeres 20-29 años de edad.1 Históricamente, el diagnóstico de EIP se ha basado en el dolor abdominal con o sin incremento con la maniobra de palpación bimanual de anexos o cervical, y con el apoyo a los resultados de las investigaciones que confirman un proceso inflamatorio o infeccioso. 
 
En un estudio a gran escala de mujeres que ingresaron al hospital con un diagnóstico clínico de EPI, la sensibilidad del dolor abdominal, dolor a la movilización cervical y dolor anexial en comparación con la laparoscopia diagnóstica fue del 61,2%, 79,9
 

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