"Es parecido al que está bajo los efectos de la cocaína" | 24 OCT 12

El cerebro en estado de enamoramiento

Bachrach es doctor en Biología Molecular y explica el funcionamiento de la mente para potenciar la creatividad; habla de las diferencias entre los cerebros del hombre y la mujer: "Ellas son más perceptivas y comunicativas"

Por Verónica Dema

El doctor en Biología Molecular Estanislao Bachrach conoce como pocos cómo funciona el cerebro y sabe las mil y un formas para ser más creativos. Este científico, que fue durante cinco años docente e investigador en la Universidad de Harvard, es un convencido de que tener buenas ideas puede hacer feliz a una persona y terminar con la monotonía de una vida rutinaria.

Acaba de editar Agil mente (Ed. Sudamericana), uno de los libros más vendidos de las últimas semanas, que desarrolla estas ideas y hasta propone ejercicios para despertar el cerebro. "El 95% de nuestros pensamientos de hoy son iguales a los de ayer y a los de mañana. Cuando uno empieza a pensar distinto y a tener nuevos pensamientos, lo que hace es empezar a conocerse más", dice. Pero aclara que esto no sucede por obra y gracia de Dios. "Hay que trabajar, ejercitar como si el cerebro fuera un músculo".

Este académico mediático -se lo puede escuchar en su columna en el programa Perros de la calle, en Radio Metro- se refiere a la importancia de las emociones en el proceso creativo. "Desarrollar una relación más consciente con ellas nos permite conocernos más. Y las personas creativas son las que más autoconocimiento tienen", dice. Al referirse al amor lanza algunas frases que impactan y que, como dice en el libro, pueden sonar "poco románticas". Siempre desde el punto de vista de lo fisiológico, grafica: "Cuando el cerebro está enamorado tiene ciertas similitudes a cuando está mentalmente enfermo o bajo los efectos de la cocaína".

 -¿Cómo se nos ocurren las ideas? -Más allá de que creamos o no en Dios, es bueno estar convencido de que las ideas que se nos ocurren vienen de algún lado del cerebro. No es que Dios nos pone buenas ideas. La teoría más importante que tuvo el Premio Nobel 2001, Erik Kandel, sobre cómo se nos ocurren las ideas se llama la teoría de la memoria inteligente. Esa teoría dice que las ideas que nosotros tenemos son simplemente la combinación de historias y conocimientos que tenemos ya guardados. Se combinan al azar y aparece una nueva idea. Eso ocurre fundamentalmente en el inconsciente, que es el 80% de nuestro cerebro, y cuanto más tranquilos, más relajados, cuanto más disfrutemos el momento más ideas se nos ocurren.

 -¿Por esto sostiene que en el trabajo es en el lugar donde menos ideas nuevas tenemos?
-Totalmente, está comprobado hasta eléctricamente. En el cerebro tenemos distintas formas de electricidad y en el momento en que hay más ideas es cuando hay ondas alfa, que son las de relajación. Cuando estamos acá conversando estamos en beta, es estar atento a lo que uno dice, etc. Es muy difícil que se te ocurran ideas mientras estamos hablando. Las ideas aparecerán después, en estado más relajado.

 -¿Las empresas entienden este proceso?
-Algunas sí y lo aplican desde hace años. Mi trabajo en la Argentina es mostrarles con hechos a empresas que todavía no lo entienden, no les parece importante, que realmente es una diferencia grande. Primero, para el empleado: que le den un lugar, que confíen en el. No hay en las empresas mucho espacio para eso.

Después, aparece algo que es un arma de doble filo. La empresa abre ese espacio, logra buenas ideas de los empleados y después no hace nada al respecto. Eso es aún más peligroso porque luego el empleado se frustra.

 -¿Por qué nos hace sentir bien ser creativos?
-Hace bien en varias cosas. Principalmente, ese golpe de energía que uno siente cuando quiere hacer algo nuevo, porque genera mucho placer descubrir cosas por uno mismo. Cuando uno ve que no descubre nada, que sus días son monótonos, que siempre hace lo mismo hay menos placer en su día. El placer es la química que nos permite decir: 'me siento bien'. Es encontrar soluciones a los desafíos.

En general, pensamos todos los días lo mismo. El 95% de nuestros pensamientos de hoy son iguales a los de ayer y a los de mañana

Por otro lado, creativo es pensar cosas que nunca pensaste. En general, pensamos todos los días lo mismo. El 95% de nuestros pensamientos de hoy son iguales a los de ayer y a los de mañana. Y eso no está mal y ocurre porque el cerebro es muy eficiente entonces dice: 'para qué me voy a poner a pensar algo distinto si ya lo sé, ya lo conozco, ya lo viví y lo entiendo'. El tema es cuando uno empieza a pensar distinto y a tener nuevos pensamientos, es lo que hace que sin querer queriendo uno empiece a conocerse más. Razona: 'Porque yo siempre pensé así, pero ahora me conviene hacerlo de otra forma'; o 'yo siempre enfrenté a mi jefe de una forma, pero lo mejor es esta otra', y así.

 -¿Uno puede ser más creativo en un área que en otra?
-Cuando uno es creativo lo es en donde sea, porque la creatividad es como un músculo, está ahí quieto porque a partir de primer grado se aquieta. Lo que la ciencia dice es que está en todos. Este libro es como ir al gimnasio para trabajar eso que es como un músculo. Ahora, si te encanta el tenis, o los negocios, o el periodismo la creatividad va a estar aplicada a eso que vos disfrutás.

 -¿Por qué está bueno pensar un poco como un niño para ser más creativo?
-Porque el niño tiene la creatividad y la lógica como lo mismo. Nosotros respondemos lógicamente, porque es lo que nos enseñaron y porque son las neuronas que están encendidas todo el tiempo. La capacidad lógica es sencilla. El niño es curioso y no le importa si va a ser juzgado o no (hasta una cierta edad, cuando entra a la escuela empieza a cambiar) entonces, muchas de las grandes capacitaciones en las compañías apuntan a que los empleados se pongan en ese modo niño, donde uno es curioso, se preguntas las cosas como si fuera la primera vez.

 -¿La escuela en ese sentido hace daño?
-Hace lo que puede. La currícula del mundo occidental es muy parecida a la de la era industrial, la escuela sigue fortaleciendo más el lado de la razón, de la lógica que el lado intuitivo, empático, creativo. Esto ya empieza a cambiar, por ahora siento que desde maestros puntuales que se dan cuenta de lo que el niño necesita.

 -¿Cuáles son los tres cerebros que tenemos? ¿Por qué, tres?
-Es muy fácil: según la teoría de la evolución primero están los reptiles, mucho tiempo después se convierten en aves o mamíferos, que terminan en el hombre. A medida que evolucionan los animales los cerebros van evolucionando también: el de reptil no es que desaparece y aparece uno nuevo, sino que ese se vuelve más grande, con más neuronas y así hasta el mono y luego el homo sapiens. Entonces, nosotros seguimos teniendo el cerebro de reptil adentro.

Tenemos un cerebro muy antiguo, de 500 millones de años, que es el reptiliano, que se ocupa de las funciones de nuestro instinto: que lata el corazón, que los órganos tengan movimientos involuntarios, que respiremos, etc. El cerebro un poco más arriba es el límbico o mamífero, que tiene 200 millones de años, y está relacionado con las emociones, es el que toma decisiones. Arriba viene el córtex, que es el cerebro que nos hace humanos, tiene que ver con la razón, el lenguaje, la lógica. Pero es un cerebro que no toma muchas decisiones porque tiene capacidad de decidir cuando tiene tiempo, cuando puede comparar, pero en el día a día uno toma un montón de decisiones y no se las pone a pensar demasiado, lo hace. Eso es emocional porque en neurociencia hablamos de emociones cuando son inconscientes, cuando no te das cuenta que estás tomando ciertas decisiones.

 

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