Juegos Olímpicos | 09 AGO 12

Autoridades temen que el dopaje genético sea realidad

No puede pasar mucho tiempo hasta que aparezca el primer atleta con genes modificados.

Por Kate Kelland

LONDRES (Reuters) - Hubo "maratón de ratones", "ratones Schwarzenegger" y perros cuyos desgastados músculos fueron reparados con sustancias inyectadas que modifican sus genes. No puede pasar mucho tiempo hasta que aparezca el primer atleta con genes modificados.

Algunos temen que el uso de la terapia de genes para mejorar el estado atlético ya sea una realidad. Pero como los métodos de análisis de drogas de las autoridades deportivas aún no tienen la sofistificación necesaria para captar el dopaje genético, su estatus sigue siendo incierto.

Lo que es cierto es que es técnicamente posible usar la modificación genética para mejorar el rendimiento deportivo, y que algunos atletas están preparados para arriesgar sus vidas si pueden garantizarse medallas de oro.

Oficialmente, la agencia británica antidopaje (UKAD, por su sigla en inglés) dice que la manipulación genética como una forma de mejorar el rendimiento "es actualmente un problema teórico antes que comprobado".

Pero Andy Parkinson, presidente ejecutivo de la UKAD, declaró: "No me sorprendería si alguien está intentando hacerlo, y creo que eso es muy preocupante".

La Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por su sigla en inglés) dice que está haciendo una inversión "significativa" de dinero y recursos en investigación para descubrir maneras de detectar mejoras genéticas en atletas.


NUEVA COMPOSICION GENETICA

El dopaje genético, en el cual ADN es introducido en el cuerpo usando un virus inactivado u otros recursos, podría alterar la composición genética de una persona y mejorar el rendimiento atlético al aumentar el crecimiento muscular, la producción de sangre, la resistencia, la dispersión de oxígeno o la percepción de dolor.

Como no puede ser detectado, nadie sabe verdaderamente si los deportistas lo usan o no.

Chris Cooper, profesor de ciencia deportiva en la Universidad Essex y autor del libro "Run, Swim, Throw, Cheat", piensa que es "altamente improbable que alguien esté dopado genéticamente" y dice que el foco debería estar puesto en aquellos que usan drogas conocidas para mejorar el rendimiento como esteroides anabólicos y transfusiones de sangre.

Sin embargo, correos electrónicos que circularon durante un juicio al entrenador alemán de atletismo Thomas Springstein en el 2006 mostraron que la gente que rodea a algunos atletas al menos estaba analizando a futuro la posibilidad de modificaciones genéticas.

También se ha reportado que científicos que lideran el campo del desarrollo de técnicas de terapia de genes en animales de laboratorio están recibiendo infinidad de pedidos de gente vinculada al deporte que quiere saber más al respecto.

"Hay animales modelo que muestran eficacia y la posibilidad de que esto sea técnicamente posible para un atleta", declaró Andy Miah, bioético y director del Instituto Futuros Creativos en la Universidad West of Scotland.

La droga mencionada en el tribunal alemán en el 2006 fue Repoxygen, una terapia genética desarrollada por la empresa británica de biotecnología Oxford Biomedica como tratamiento para anemia severa.

La compañía desde entonces abandonó el desarrollo del producto porque parecía poco rentable como medicina.

Incluso, un correo electrónico escrito por el entrenador Springstein a un médico holandés sugirió que algunas personas vinculadas al mundo del deporte ya mostraban interés.

"El nuevo Repoxygen es difícil de conseguir", escribió Springstein. "Por favor, deme pronto nuevas instrucciones así puedo ordenar el producto antes de Navidad", agregó.

El Repoxygen se basa en una inyección directa de un virus inactivado que porta el gen para la eritropoyetina (EPO), una hormona amada por los tramposos del deporte que buscan impulsar artificialmente sus glóbulos rojos y su capacidad aeróbica.


RATONES DE MARATON

Repoxygen es uno de los varios desarrollos científicos que han llamado la atención de potenciales deportistas tramposos.

Lee Sweeney, profesor de la Universidad de Pensilvania, en Estados Unidos, ha sido un pionero en la investigación de tecnología para la transferencia de genes y desarrolló varios ratones "super deportivos" de laboratorio para comprobar su potencial.

En el 2007, mientras investigaba posibles maneras de restaurar el crecimiento de los músculos en pacientes con distrofia muscular, Sweeney y sus colegas crearon un roedor de laboratorio que continuaba teniendo músculos enormes y fuerza significativa incluso con edad avanzada.

 

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