Mitomicina C | 20 AGO 12

Tratamiento de queloides y cicatrices hipertróficas con Mitomicina C tópica e intralesional

El tratamiento exitoso de los queloides y de las HTS continúa siendo un desafío. Aunque están disponibles varias opciones terapéuticas, con diferentes grados de éxito, todavía no se han identificado modalidades de tratamiento óptimas.
Autor/a: S.-H. Seo, H.-W. Sung 

Los queloides y las cicatrices hipertróficas (HTS) se forman cuando se deposita tejido excesivo más allá de los límites de la herida.  Generalmente los problemas son estéticos, además de ser pruriginosos, dolorosos y ocasionan estrés psicológico.  Aunque son entidades separadas, fisiológicamente los queloides y HTS se caracterizan por el depósito excesivo de colágeno en la dermis y tejido subcutáneo. 

Se entiende poco el proceso por el cuál se desarrollan los queloides y HTS.  Sin embargo, se sabe que se inducen por alguna forma de trauma cutáneo (infección de heridas, y reacciones por cuerpo extraño) que ocurren en individuos predispuestos (predisposición genética, pubertad, individuos de raza oscura y menopausia).

El tratamiento exitoso de los queloides y de las HTS continúa siendo un desafío.  Aunque están disponibles varias opciones terapéuticas, con diferentes grados de éxito, todavía no se han identificado modalidades de tratamiento óptimas.  El tratamiento a utilizarse depende si están presentes contracturas en la cicatriz y si los queloides son pequeños y simples o grandes y múltiples. 

Los queloides pequeños y simples pueden tratarse radicalmente con cirugía con terapia adyuvante como inyecciones de corticoides o por monoterapia no quirúrgica (inyecciones de corticoides, crioterapia, dye láser pulsado y agentes antitumorales/inmunosupresores como 5-fluoruracilo, bleomicina, imiquimod, ácido retinoico y colchicina).  Los queloides grandes y múltiples son difíciles de tratar radicalmente, y actualmente sólo tratables por terapias multimodales para aliviar síntomas.  Luego de una secuencia de tratamiento, se recomienda el seguimiento a largo plazo.  Las terapias conservadoras, incluyendo terapia compresiva, maquillaje de camuflaje deberían administrarse en cada caso en particular. 

Se han investigado varias modalidades terapéuticas involucrando la administración de tamoxifeno, metotrexato, inhibidores de la calcineurina, bloqueantes de los canales de calcio, toxina botulínica, inhibidores del factor de crecimiento endotelial vascular, factor de crecimiento del hepatocito, factor de crecimiento fibroblástico, interleuquina-10, manosa 6-fosfato, factor de crecimiento transformante (TGF)-b, antihistamínicos y prostaglandina E2.

La mitomicina C es un antibiótico que inhibe la división celular y la proliferación de fibroblastos.  Recientemente, los estudios de laboratorio y clínicos han mostrado que podría usarse en el tratamiento de los queloides y HTS.  Se investigó la eficacia y seguridad de la mitomicina C tópica e intralesional para el tratamiento de queloides y HTS.

Se incluyeron 9 pacientes (ocho mujeres y un hombre).  Las edades variaban desde los 17 hasta los 69 años (edad media 44 años) y fototipos III-IV de Fitzpatrick.  El tiempo de evolución de las cicatrices variaba desde 6 a 37 meses (media 11 meses).  Las cicatrices se clasificaban acorde la escala de Vancouver (VSS) (tabla 1).

Se realizaba un shave en la cicatriz bajo anestesia local.  Una compresa de algodón se embebía en mitomicina C preparada con agua destilada a concentración de 1 mg/mL y se colocaba en la herida por 3 minutos.  La herida se cerraba con la aplicación de un vendaje simple.  Los pacientes se monitoreaban mensualmente entre los 6 y 17 meses luego de iniciado el tratamiento.  La satisfacción del paciente se graduaba como decepcionante, mala, buena y excelente.  Se observaban los efectos adversos locales y sistémicos en cada visita.  El efecto de mitomicina C intralesional (preparado con agua destilada en una concentración de 1 mg/mL) en la regresión de queloides fue estudiado en dos pacientes.

La aplicación de mitomicina C (1mg/mL por 3 minutos) en la base de los queloides removidos y HTS mostraron buenos resultados.  Seis de 9 pacientes estaban muy satisfechos (tabla 2). 

Se observó recurrencia local se observó en 3 pacientes; sin embargo la mitomicina C suavizó las cicatrices y disminuyó el tamaño de la cicatriz, el eritema, dolor y prurito.

La aplicación tópica de mitomicina C mostró efectos adversos como pobre cicatrización de herida, tiempo prolongado de cicatrización y dolor postratamiento hasta 1-3 semanas al compararlo con la cirugía o monoterapia no quirúrgica como inyecciones de corticoides, crioterapia y láser dye pulsado.  Sin embargo se controlaron fácilmente.  El resultado de la mitomicina C intralesional fue desalentador.  Ambos casos empeoraron luego del tratamiento.  Los pacientes experimentaron dolor severo con eritema severo, ampollas y necrosis con incremento de la ulceración de las lesiones (fig 3).


Figura 3
 Mitomicina C intralesional causó eritema, ampollas, necrosis de las lesiones y úlceras  Antes (a, c) y 1 semana después (b, d) del tratamiento

La mitomicina C es un antibiótico producido por el Streptomyces caespitosus que inhibe la síntesis de ADN en las células neoplásicas.  En dosis altas puede inhibir la síntesis de ARN y de proteínas.  Puede bloquear la angiogénesis durante la cicatrización de las heridas.  Reduce la producción del factor de crecimiento fibroblástico (TGF)-b inducido por los fibroblastos.

 

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