Destacan la importancia de los programas de rehabilitación | 08 NOV 11

Nuevas recomendaciones en prevención cardiovascular

La receta para los pacientes cardiacos es llevar una vida sana y tomar medicamentos.

Las nuevas directrices instan a la rehabilitación cardiovascular

Un estilo de vida saludable y unos fármacos adecuados pueden ayudar a las personas con enfermedad cardiaca a vivir más y a evitar un ataque cardiaco o accidente cerebrovascular (ACV), según directrices recientes de la American College of Cardiology Foundation y la American Heart Association.

Seguir las recomendaciones actualizadas puede también mejorar la calidad de vida, reducir la necesidad de procedimientos quirúrgicos y reducir la posibilidad de un segundo ataque cardiaco o ACV si ya se ha sufrido de uno, apuntaron los autores.

"La implementación completa de estas terapias cardiovasculares protectoras en la práctica clínica puede reducir marcadamente el riesgo de muerte, discapacidad y los gastos debidos a la enfermedad cardiovascular", señaló el Dr. Gregg Fonarow, profesor de cardiología de la Universidad de California, en Los Ángeles, y vocero de la American Heart Association.
 
Por primera vez, las directrices también recomiendan un programa integral de rehabilitación cardiaca tras un ataque cardiaco, ACV, cirugía de derivación, el diagnóstico de dolor de pecho relacionado con el corazón o bloqueos en las arterias de las piernas.

Los médicos también deben examinar la depresión en los pacientes de enfermedad cardiaca conocida, dijeron los autores. La depresión, que es común tras un ataque cardiaco o cirugía de derivación, puede reducir la calidad de vida y dificultar la alteración de las conductas nocivas para la salud, anotaron.
 
"Se deben realizar todos los esfuerzos por aplicar estas terapias basadas en evidencia y recomendadas por las directrices a la práctica clínica de rutina", añadió Fonarow, quien no participó en la redacción de las directrices.
 
Una vez las personas desarrollan enfermedad de la arteria coronaria u otras enfermedades vasculares, como la enfermedad arterial periférica, están en alto riesgo de eventos recurrentes y muerte. "La enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte y discapacidad para hombres y mujeres en EE. UU.", apuntó Fonarow. "Afortunadamente, hay una variedad de terapias probadas para reducir el riesgo de mortalidad, los eventos recurrentes, la necesidad de procedimientos de revascularización, las hospitalizaciones cardiovasculares y el deterioro del estado de salud de los pacientes con enfermedad cardiovascular establecida".

Las directrices aparecen en la edición en línea del 3 de noviembre de la revista Circulation y de la Journal of the American College of Cardiology.
 
Tanto pacientes como médicos tienen mucho que ver en la prevención del ataque cardiaco y el accidente cerebrovascular, enfatizaron los expertos, quienes también hicieron las siguientes recomendaciones para todos los que sufren de enfermedad cardiaca:

 •Deje de fumar y evite el humo de segunda mano.

 •Haga al menos treinta minutos de ejercicio al día, entre cinco y siete días a la semana.

 •Pierda el peso excesivo.

 •Vacúnese contra la gripe todos los años.

 •Tome una aspirina de baja dosis al día a menos que su médico le recomiende lo contrario.
 
"A menos que se hagan mejoras en la conducta y en la terapia médica, el mismo problema de los vasos sanguíneos que provocó el primer ataque cardiaco o ACV puede ocurrir de nuevo, y puede resultar en la muerte, así que se deben iniciar cambios a largo plazo para controlar la enfermedad vascular", señaló en un comunicado de prensa de las asociaciones el Dr. Sidney C. Smith, Jr., presidente del grupo que redactó las directrices y profesor de medicina de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
 
"Asegúrese de preguntarle al médico sobre las terapias que pueden ayudarle a vivir más y a permanecer más sano tras haber sobrevivido a un ataque cardiaco o ACV, y hágalas parte de su compromiso con un estilo de vida saludable", aconsejó Smith.
 
Los autores ofrecen nuevas opciones a los médicos que recetan anticoagulantes. Como alternativas a Plavix (clopidogrel) más aspirina para los pacientes que han recibido dilatadores en las arterias cardiacas para ayudar al flujo sanguíneo, sugirieron Effient (prasugrel) y Brilinta (ticagrelor).
 
Las directrices también enfatizan la importancia de las estatinas, como Lipitor y Crestor, para reducir el colesterol en pacientes de arteriosclerosis, una afección en que se acumula placa en las arterias.

 

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