Problemas de salud pública

Las zoonosis emergentes

Son las enfermedades que pueden transmitirse de animales a seres humanos.

Las zoonosis (enfermedades que pueden transmitirse de animales a seres humanos) emergentes representan un problema importante de salud pública en México, debido a que han aumentado su incidencia y/o cobertura geográfica, lo que implica altos costos económicos y sociales para México, afirmó Vistor Sánchez-Cordero, del Instituto de Biología.

Algunos ejemplos de esas enfermedades, transmitidas de animales al homabre son el mal de Chagas, la enfermedad de Lyme, y las leishmaniasis, entre otras. El problema es que actualemente hay pocos estudios centrados en la ecología de dichos padecimientos, en los cuales se identifiquen los principales reservorios (animales, generalmente mamiferos) y vectores (invertebrados, como triatominos, lutzomyias y garrapatas, por mencionar algunos).

Desde el punto de vista clínico, se ha puesto mayor atenciín en la descripción detallada de su etiología médica. Sin embargo, es necesario entender la interacción entre reservorios, vectores y parásitos para adoptar mejores medidas de prevención, destacó.

Investigación multidisciplinaría

Hoy en día se efectúan investigaciones para determinar los principales reservorios y vectores involucrados en la ecología de la transmisión de parásitos al humano. El estudio abarca, a la fecha, regiones tropicales y semidesérticas de México, donde se han colectado vectores y reservorios potenciales (mamíferos), para identificar, en el laboratorio, qué parásitos porta.

La investigación multidisciplinaria involucra a especialistas que realizan colectas de ejemplares, modelación y biología molecular: de la UNAm, de los institutos de Biología y el de Ciencias Nucleares y la Facultad de Medicina, así como del Instituto Nacional de Salud Pública, el Centro Médico Nacional y la Universidad de Texas-Austin.

Sánchez-Cordero explicó que se han detectado varias especies como reservorios, desde marsupiales como tlacuaches, hasta los quirápteros y roedores. El problema es que algunos pueden llegar a ser plagas en sistemas agrícolas extensos; en estos casos, la situación es de desventaja para los habitantes de esas regiones. "De esa forma, tenemos especies que pueden dañar cultivos y que, al mismo tiempo, son reservorios de parásitos; entonces, hay un problemaagrícola y de salud pública".

Esa información es importante porque pueden producirse modelos de distribución de reservorios y vectores, significativos en la transmisión de parásitos al humano, para corroborar los lugares geográficos en donde están presentes.

Mapas de riesgo potencial

Asimismo, es posible hacer mapas de riesgo potencial, que podrían permitir la generación de modelos de distribución de reservorios y vectores, en escenarios de cambio climático.

Debido a que el calentamiento global influye en la ubicación de algunas especies, pod´rian pronosticarse la posible presencia de zoonosis emergentes en regiones antes no detectadas.

"Esa información ayudaría al sector salud, ya que puede centrar esfuerzos de prevenciín en sitios donde no se han identificado casos de estos padecimientos. Además, permitirían optimizar los recursos económicos, porque su tratamiento es costoso y, generalmente, afecta a poblaciones rurales".

Por ello, esta investigación pretende proveer herramientas para que se implementen programas preventivos, concluyó Sánchez-Cordero.