XVII Conferencia Internacional de Sida

El Mundo, España
ISABEL F. LANTIGUA (ENVIADA ESPECIAL)

MÉXICO D.F..- Durante la ceremonia de inauguración de la XVII Conferencia Mundial del Sida no se le vio entre tantas personalidades. No era su turno. Bill Clinton, ex presidente de EEUU, prefiere estar solo en el escenario y ante su audiencia cuando se trata de hablar de sida. Sin frivolidades ni aderezos que desvíen la atención del mensaje realmente importante. Por eso se reservó para el lunes, el primer día en el que realmente ha comenzado el programa científico. Fue entonces cuando apareció él, el único dirigente, junto a Julio Frenk (ex ministro de salud de México) que cuenta con una sesión propia en la cumbre, para hablar de su visión del sida.

Con un traje oscuro, Clinton demostró que domina la escena y la oratoria. Empezó diciendo lo "honrado" que estaba por poder participar en la Conferencia de México, un país al que tiene mucho cariño y que cobra un significado especial para él. "Es aquí donde empecé el trabajo sobre VIH con mi fundación", indicó. Y, como ocurriría tantas veces durante su comparecencia, despertó los aplausos del público, entregado a su discurso.

Pero al margen de su fama y de la expectación que genera, el ex presidente estaba en el Congreso para hablar de la epidemia de sida. Y eso hizo. Reconoció que "todos tenemos mucho por hacer en la lucha contra el sida, que es como un gran dragón que afecta a todos, a ricos y pobres, y si lo que hacemos no funciona, no da resultados, tenemos que probar con algo nuevo".

Y lanzó varias reclamaciones. "Necesitamos abaratar aún más los fármacos de segunda línea, porque el tratamiento salva vidas. Y a cuanta más gente lleguemos, más muertes evitaremos. Mi Fundación hace lo posible por proporcionar la terapia a cada vez un mayor número de personas con VIH y es necesario que éstos sean accesibles". También pidió "un aumento de los fondos para la investigación del VIH y más esfuerzos para mejorar los sistemas de salud de los países en vías de desarrollo".

Además, alertó sobre los más de 26 millones de personas que se estima que son VIH positivos pero desconocen su estado serológico, "por lo que pueden ir por ahí infectando a otras personas sin saberlo". Y criticó, como están haciendo todos los líderes en esta cumbre, "el estigma y la discriminación que rodea a los enfermos de sida".

Tampoco se olvidó de las mujeres, "quienes soportan, además del sida, una gran carga familiar" y solicitó a la ONU la creación de una Agencia especial para ellas, ni de los niños. Así, presentó en la Conferencia el acuerdo que acaba de firmar su Fundación con Unitaid y la OMS para dar apoyo a los gobiernos e intentar que lleven a la práctica política que atiendan a los pequeños con VIH. La medida anima a los países a que traten a todos los niños seropositivos menores de 12 meses, lo que podría reducir considerablemente la mortalidad en esta población. "Miles de niños infectados con VIH permanecen sin tratamiento, lo que significa que están sin una opción que podría salvarles", señaló Clinton.

Y terminó su ovacionada intervención recordando su reciente visita a una casa con dos niños huérfanos, que perdieron a sus padres cuando tenían siete y 10 años. Ahora, con 15, el mayor también tiene sida. "Quiere ser médico", explicó el ex presidente. "Porque lo único que quiere la gente con sida es vivir".

Con sida, sin casa

Conscientes de la multitud que iba a congregar el discurso de Clinton, decenas de activistas se manifestaron a las puertas de la sala y se pasearon por el auditorio, mientras el ex presidente hablaba, con una pancarta con el lema ''''Sin casa, con VIH. Hogares para los seropositivos ya''''.

"Mientras que la vivienda adecuada y segura ha sido reconocida como un derecho básico humano, mientras que la evidencia ha demostrado el vínculo entre pobreza y el riesgo a contraer el VIH, mientras que las condiciones pobres de vida, incluyendo el hacinamiento, limitan la privacidad, la dignidad y hacen más difícil tener una conducta sexual irresponsable, mientras se destinan muchos esfuerzos a la prevención y el tratamiento, muchos seropositivos se ven obligados a vivir en la calle", dijeron los manifestantes.

Por eso reclaman a los líderes políticos que traten la falta de vivienda adecuada como una barrera a la prevención efectiva del VIH y demandan que todos los gobiernos constituyan fondos y desarrollen una vivienda segura y estable como una respuesta a la pandemia del sida.

El SIDA una carga excesiva para la mujer agravada por la discriminación: Bill Clinton Apoya la iniciativa de crear una agencia de la ONU para la mujer.

La Fundación de Clinton está proporcionado medicamentos a 1.4 millones de personas con VIH/SIDA en el  mundo.

Bill Clinton informó ante un nutrido auditorio que gracias a la colaboración de los donantes cada tratamiento tiene un costo de 120 dólares al año.