L os efectos de la crisis mundial de alimentos sobre el control de la epidemia global del VIH es materia de gran preocupación.
Las estimaciones no prevén que los precios de los alimentos detengan su aumento antes de cinco años, por lo que es necesario revisar aspectos de la seguridad alimentaria y su relación con el VIH/SIDA, binomio que afecta
más fuertemente a los países más pobres.
En el nivel microeconómico, se ve una relación directa entre ingresos bajos y alta prevalencia del VIH en varios países africanos, explicó Suneetha Kadiyala, del Instituto Internacional de Investigación en Política Alimentaria
(IFPRI). Aunque el estatus económico no es determinante para el estatus seropositivo, pues el VIH impacta por igual a todas las clases sociales, la epidemia afecta más a los más pobres.
Estudios han demostrado que una persona desnutrida (malnourished) tiene más posibilidades de morir en los primeros tres meses de terapia antirretroviral –debido a los efectos colaterales de los medicamentos- que una persona con buena nutrición.
Asimismo, las mujeres con VIH embarazadas y desnutridas son más propensas a trasmitir el VIH a sus bebés, de acuerdo con Martin Bloem, nutricionista en jefe (chief nutritionist) del Programa Mundial de Alimentos (WFP).
Es de llamar la atención el hecho de que aquellas mujeres que carecen de alim