Reunión mundial en México DF | 03 AGO 08

XVII Conferencia Internacional de Sida

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Autor/a: IntraMed 
SIDA en el mundo del trabajo

Los ensayos clínicos deben reconocer las diferencias de género

Integrar la perspectiva de género en los estudios clínicos es una necesidad que investigadoras, activistas y científicas han venido planteando en conferencias internacionales anteriores.

Por ello se organizó el encuentro “Las mujeres en los ensayos clínicos. Construyendo puentes entre la investigación clínica y las ciencias sociales”, que reunió el sábado 2 de agosto a mujeres especialistas en la materia de diversos países, quienes presentaron sus investigaciones sobre tratamientos y vacunas contra el VIH en mujeres africanas.

En el encuentro, organizado por la Internacional Center for Research Women (ICRW), la presidenta de ese organismo, Geeta Rao Gupta, dirigió una carta a las y los participantes, donde mencionó que “la investigación en ciencias sociales y del comportamiento provee entendimiento sobre el contexto donde mujeres y niñas viven y participan en la investigación clínica. Los ensayos clínicos, que de por sí ya son complejos, pueden ser incluso más desafiantes cuando se investiga la conducta de las personas que viven con VIH”.

Por su parte, la doctora Helenn Rees, de la Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica, en su presentación estableció que las mujeres necesitan estudios específicos sobre su respuesta a los tratamientos contra el VIH/sida, debido a que no pueden generalizarse los resultados obtenidos en pruebas aplicadas sólo a varones, mientras Julie Becker, de la International AIDS Vaccine Initiative (IAVI), recalcó la importancia de examinar los temas de género en la investigación sobre vacunas.

Los hombres y las mujeres tienen diferentes percepciones que influyen en su decisión para cooperar o no en la investigación sobre vacunas contra el VIH, concluyen Becker y Joyce Olenja, de la Universidad de Nairobi, y Kim Ashburn, de la ICRW, en su estudio cualitativo sobre la participación de las mujeres en las pruebas de vacunas en Kenia.

“Estoy asustada con lo que le sucederá a mis hijos sí resulto positiva y de cómo sufriré con la enfermedad”, expresó una mujer de 42 años, en uno de los testimonios recogido durante la investigación.

Se le tiene miedo al VIH, a los antirretrovirales (ART), a tomarlos durante el embarazo y a los problemas que se enfrentarán para lograr una buena adherencia a los medicamentos, explicó por otro lado la doctora Rees.

“Las pruebas clínicas tienen una dimensión social que frecuentemente es ignorada en la investigación convencional. Por eso, incluir a las ciencias sociales puede ser un componente esencial para realizar ensayos clínicos tomando en cuenta a la comunidad”, concluyó la investigadora.

En el encuentro también participaron la doctora Zeda Rosenberg, de International Partnership for Microbicides, organización que investiga microbicidas contra el VIH; Karen Manson, de los laboratorios Tibotec; Martha Brady, de Population Council; Laura Nyblade de ICRW.

 


 

Los científicos anuncian una nueva etapa en la investigación de la vacuna contra el sida

Pese a las decepciones recientes, los expertos confían en obtener una inmunización.
El primer objetivo sería demostrar el beneficio de alguna de las candidatas en humanos.

ISABEL F. LANTIGUA

MEXICO DF.- Porque el pasado ha demostrado el poder de las vacunas para cambiar la historia de la humanidad, porque desarrollar una lleva décadas, porque algunas veces los fracasos preceden a los éxitos y porque los beneficios que tendría son demasiado grandes como para tirar la toalla, los especialistas en VIH han insistido en la Conferencia Internacional sobre Sida en que hay que seguir intentándolo. Sin embargo, el reciente fracaso del producto más prometedor, ha cambiado la línea de investigación. Ahora, los expertos proponen estudiar a fondo por qué han fallado todos los ensayos y redistribuir los fondos entre aquellos candidatos que realmente tengan alguna posibilidad de llegar a buen puerto.

Según han expuesto desde IAVI (la Iniciativa Internacional para la Vacuna contra el Sida), a la que irá destinada una parte del dinero anunciado por la vicepresidenta Maria Teresa Fernández de la Vega, "el objetivo último sigue siendo el mismo: desarrollar una vacuna segura, eficaz, que prevenga la infección y que sea accesible para todo el mundo". Pero reconocen que "mientras la investigación en este campo nos ha dado muchos conocimientos sobre el virus, también nos ha dado muchas lecciones de humildad. Hemos pecado de ingenuos y lograr el objetivo va a llevar mucho más tiempo del que habíamos imaginado".

Por eso proponen conseguir antes una meta intermedia. "Si logramos la primera demostración de que un candidato a vacuna beneficia a las personas a la hora de prevenir la infección o retrasando el curso de la enfermedad habremos dado un gran paso. Aunque luego no llegue a convertirse en la vacuna, sí habremos demostrado que ésta es posible". Algo que no ha ocurrido hasta el momento.

Y para conseguir esta meta proponen una vuelta a la ciencia básica, a la reflexión. Todos los científicos congregados en el Congreso están de acuerdo en que, antes de lanzarse a nuevos ensayos, es necesario "comprender mejor el VIH, sus armas y sus puntos débiles, para diseñar un producto que realmente dé al sistema inmune la protección suficiente".

En la actualidad existen 23 candidatos a vacunas, de los cuales sólo una se encuentra en fase III, mientras que el resto está en fase I o fase II. "Pero el VIH es el patógeno más complejo al que nos hemos enfrentado nunca. En 25 años sabemos más sobre su biología que de ningún otro agente y aún la vacuna se nos escapa. Pero hay que seguir".

También Bernat Soria, ministro de Sanidad de España, confía en el reto. En declaraciones a elmundo.es señala que "es cierto que hace un año éramos más optimistas que ahora para lograr una vacuna. Pero como investigador y como ministro seguimos apostando por esta vía".

La tercera oleada

Según explican en IAVI, la historia del desarrollo de la vacuna ha tenido dos fases hasta ahora. En un primer momento, los expertos trataron de seguir el mismo camino que se había utilizado para lograr la inmunización de la hepatitis B. Pero este camino fracasó.

Después llegó la segunda fase, a partir de 1995, en la que además del antígeno del virus, los candidatos se centraban en otras partes del mismo y del sistema inmune para hacer frente a la infección. Así se estaba hasta que en septiembre de 2007 falló el producto de Merck que seguía esta vía y la comunidad científica reconoció que había que volver a empezar.

 

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