En lactantes con trastornos metabólicos

Trasplante de sangre del cordón umbilical

Un trabajo presentado en la reunión de la Sociedad Americana de Hematología muestra que esta intervención puede tener éxito aunque el donante no sea compatible con el receptor.

Los niños que nacen con trastornos metabólicos hereditarios que provocan fallo orgánico y mortalidad temprana pueden ser tratados con éxito mediante trasplante de sangre del cordón umbilical de donantes no emparentados y, en algunos casos, consiguen sobrevivir durante años, según un estudio del Centro Médico de la Universidad de Duke, hecho público durante la reunión de la Sociedad Americana de Hematología que se celebra en Atlanta (Estados Unidos).

Según los investigadores, el trasplante de sangre de cordón umbilical podría proporcionar más ventajas que el de médula ósea, que ha sido el método tradicional empleado en el tratamiento de estos trastornos.

El Dr. Vinod Prasad, director del estudio, explicó que durante los pasados 25 años estos trastornos se han tratado con éxito con trasplantes de médula ósea pero sólo si existía un donante compatible. "El trasplante de sangre del cordón umbilical puede tener éxito aunque proceda de un donante no compatible, así que se abre la posibilidad de tratamiento para muchos pacientes que de otro modo no superarían su enfermedad", señaló el Dr. Prasad.

Los investigadores explicaron que estos trastornos, tomados por separado, tienen una incidencia escasa, pero en conjunto suponen hasta un caso por cada 10.000 nacimientos. Estos pacientes tienen en común un tipo de defecto genético que causa la carencia de una enzima clave necesaria para el desarrollo de un órgano vital como el corazón, el cerebro o el sistema nervioso.

Según afirmó el Dr. Prasad, sin la intervención muchos de estos niños morirían antes de cumplir un año de edad. Los trasplantes, ya sean de médula ósea o de sangre de cordón umbilical, reemplazan las enzimas ausentes y permiten a los órganos afectados desarrollarse de forma más normal.

Los investigadores examinaron a 159 niños con trastornos metabólicos hereditarios que recibieron trasplantes de sangre de cordón de donantes no emparentados entre 1995 y 2007. "Más del 88% de estos pacientes seguían vivos un año después de realizado el trasplante y cerca del 80% seguían con vida 5 años después", señaló el Dr. Prasad.

Según este investigador, una de las razones del éxito del tratamiento podría ser que las células de la sangre del cordón son más inmaduras en términos inmunológicos que las células madre hematopoyéticas derivadas de la médula ósea, y por ello son más adaptables y menos reactivas una vez que alcanzan el organismo del niño.

Entre las ventajas de la sangre de cordón umbilical se encuentra su mayor disponibilidad y el menor riesgo de complicaciones asociadas al trasplante, incluyendo una menor incidencia de trastornos vinculados a su rechazo.

El estudio también sugiere que cuando los pacientes reciben el trasplante de sangre de cordón cuando siguen relativamente sanos tienen una mejor progresión que aquellos que recibieron trasplantes de médula ósea.