Estudio INTERHEART | 15 OCT 08

Factores de riesgo cardiovascular modificables

La mayoría de los factores de riesgo que predisponen a infarto de miocardio son potencialmente modificables.
Autor/a: Dres. Lanas F, Avezum A, Yusuf S y colaboradores Fuente: SIIC Circulation 115(9):1067-1074, Mar 2007

La cardiopatía isquémica es la principal causa de muerte en el mundo occidental. En 1990 se estimó que el 26% de los fallecimientos en América Latina obedecía a enfermedad cardiovascular. En esta parte del mundo se produjeron, en las últimas décadas, cambios demográficos, epidemiológicos y nutricionales importantes, atribuibles al crecimiento económico, la urbanización y la reducción de la mortalidad infantil y las enfermedades infecciosas. Al mismo tiempo, la expectativa de vida aumentó en forma considerable. Aunque diversos estudios anteriores describieron la prevalencia de factores de riesgo para enfermedad cardiovascular, poco se conoce sobre la prevalencia de enfermedad coronaria en América Latina. El INTERHEART, señalan los autores, es una investigación internacional, de casos y controles, diseñada para determinar la influencia de los factores de riesgo convencionales y nuevos sobre la frecuencia de infarto agudo de miocardio (IAM) en todo el mundo. Secundariamente se estimó el riesgo atribuible poblacional (RAP) para todos los factores y su combinación en diferentes regiones. En los 52 países participantes (6 de ellos de América Latina) fueron incluidos aproximadamente 15 000 pacientes y un número semejante de controles. En este artículo se analizó específicamente la influencia de los factores tradicionales de riesgo cardiovascular en la aparición de IAM en América Latina.

Métodos

Fueron incluidos pacientes con un primer IAM y controles similares en edad y sexo, evaluados en la Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala y México. Los sujetos fueron incorporados en el transcurso de las primeras 24 horas del inicio de los síntomas, con características electrocardiográficas típicas. El diagnóstico se confirmó mediante la determinación enzimática y la evolución de los cambios en el electrocardiograma. Se excluyeron los individuos con shock cardiogénico, antecedente de enfermedad cardiovascular y enfermedades crónicas que pudieran afectar los factores de riesgo. Por cada caso se reclutaron 1 o 2 controles sin historia de enfermedad cardiovascular o dolor torácico con el ejercicio. Mediante un cuestionario estructurado se obtuvo información acerca de los factores demográficos, el estado socioeconómico (educación e ingresos), el estilo de vida (tabaquismo, actividad física, patrones nutricionales), los factores psicológicos (depresión, estrés y eventos de la vida, entre otros), sobre la historia personal y familiar de enfermedad cardiovascular y acerca de los factores de riesgo (hipertensión, diabetes). También se valoró la estatura, el peso y la relación entre la circunferencia de la cintura y de la cadera (CCC).

Resultados

Entre 1999 y 2003 fueron evaluados 1 237 pacientes con IAM y 1 888 controles. El 74.9% de los sujetos era de sexo masculino y la edad promedio fue de 59 años. Las mujeres tenían 5.4 años más que los hombres. La edad al momento del primer IAM fue menor en sujetos de origen latino o aborigen en comparación con pacientes de otros grupos étnicos, esencialmente europeos (59.8 años y 64.6 años, respectivamente, p < 0.001).

En el grupo control, los factores más frecuentes de riesgo y los RAP fueron la obesidad abdominal y el tabaquismo. Los factores asociados más fuertemente con IAM fueron la percepción permanente de estrés total y el antecedente de hipertensión; sin embargo, los mayores RAP fueron la obesidad abdominal, la relación anormal entre la concentración de apolipoproteína (Apo) B y ApoA-1 y el tabaquismo. La obesidad abdominal fue más importante en América Latina en comparación con el resto del mundo. Se observaron diferencias marcadas en los RAP entre los países de América Latina en términos de obesidad abdominal, estrés permanente y cociente entre ApoB y ApoA-1.

El factor de riesgo más importante en los controles fue la obesidad abdominal. En conjunto, el 48.6% de este grupo se ubicó en el tercilo superior en comparación con el 31.2% de los participantes de otros países. La prevalencia de tabaquismo actual y pasado fue del 48.1% en el grupo control (semejante al observado en otros países). El tercer factor de riesgo más frecuente fue la dislipidemia: el 42% de los controles estuvo en el tercilo superior en comparación con el 32% en los países restantes del INTERHEART. Se detectó hipertensión en el 29.1% de los sujetos de América Latina y en el 20.8% de los individuos de otros países. El 43.8% refirió consumo diario de frutas y vegetales pero sólo el 22% manifestó realizar ejercicio regularmente (estas frecuencias fueron similares a las registradas en la población mundial del INTERHEART).

El estrés permanente y el antecedente de hipertensión fueron los factores más asociados con el IAM, seguidos en frecuencia por la diabetes y la obesidad abdominal. El estrés permanente se asoció con un odds ratio (OR) de 2.81, mientras que en sujetos con varios períodos de estrés, el OR fue de 2.03; el OR en participantes con sólo algunos períodos de estrés fue de 1.2. El estrés financiero también se asoció con mayor riesgo de IAM (OR: 1.38) y el antecedente de 2 o más eventos de estrés en el año previo se acompañó de un OR de 1.22. La depresión mostró un OR de 1.17 (más bajo que el observado en otras regiones), mientras que el nivel educativo y los ingresos económicos no se asociaron con el IAM.

En comparación con los no fumadores, los ex fumadores presentaron un OR de 1.53; los fumadores actuales de 1 a 19 cigarrillos diarios tuvieron un OR de 2.46, mientras que en  los sujetos que fumaban más de 20 cigarrillos por día en el momento del estudio, el OR fue de 9.07. Asimismo, se observó un aumento gradual del riesgo con la mayor concentración de ApoB y de ApoA; al considerar el quintilo inferior como comparación, el OR fue de 1.28 en el segundo, de 1.44 en el tercero, de 2.29 en el cuarto y de 2.76 en el quinto. El consumo diario de frutas y vegetales y la actividad física regular redujeron el riesgo en 37% y 33%, respectivamente. El consumo de alcohol no se asoció con el IAM. El estilo de vida saludable –sin tabaquismo, con ejercicio regular y consumo habitual de frutas y de verduras– se acompañó de un OR de 0.25, un fenómeno que indica que la mayor parte de los factores de riesgo de IAM se pueden evitar con cambios en el estilo de vida.

Después del ajuste por edad, los OR fueron más altos en las mujeres respecto de los varones en términos de CCC (mujeres 4.10, hombres 2.02), relación entre la ApoB y la ApoA-1 (3.4 y 2, respectivamente), diabetes (3.52 y 2.23, en igual orden) e hipertensión (3.68 y 2.55). La asociación fue más fuerte en varones en términos de estrés permanente (OR de 1.97 y 3.22 para mujeres y hombres, respectivamente). El efecto del tabaquismo, la depresión, el ejercicio y el consumo de frutas y vegetales sobre el riesgo de IAM fue similar en los 2 sexos.

La obesidad abdominal fue el factor más importante de riesgo en América Latina; el RAP promedio para la región fue de 48.5%. Le siguieron, en frecuencia, la relación anormal entre la ApoB y la ApoA-1 (40.8%) y el tabaquismo (38.4%). La influencia asociada con estos 3 factores fue de 77.6%. La hipertensión, el estrés y la falta de ejercicio fueron de importancia intermedia (32.9%, 28.1% y 28%, respectivamente). La diabetes fue el factor de menor influencia en virtud de su escasa prevalencia.

Los RAP para la mayoría de los factores de riesgo fueron semejantes de un país a otro; las diferencias se registraron fundamentalmente en aquellos que ejercieron menor influencia, como la depresión, el consumo de alcohol y la ingesta de frutas y de vegetales. El RAP de la CCC fue el que mostró discrepancias más amplias entre las regiones: 16.6% en Chile hasta valores superiores al 50% en los otros países; algo parecido sucedió con el estrés permanente: 12% en Chile y 15.4% en Colombia, respecto de 41.7% en la Argentina y 43.8% en Brasil. El RAP de la relación entre los niveles de ApoB y de ApoA-1 fue mayor en la Argentina (67.6%) y Brasil (57%) en comparación con Colombia (37.4%) y Chile (35.2%).

Al comparar los RAP de América Latina con los de otros países que participaron en el INTERHEART (con edad promedio y distribución por sexo similares), las diferencias más notorias se observaron en el estrés permanente (28.1% en América Latina contra 7.8% en los demás países), la CCC anormal (48.5% en comparación con 30.2%) y la hipertensión (32.9% y 22%, respectivamente). El efecto protector del alcohol observado en otros países no se registró en América Latina. La diabetes, la depresión, el ejercicio y el consumo de frutas y verduras tuvieron una importancia semejante.

 

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