¿Qué es esta disciplina médica con un desarrollo tan notable y novedoso? | 18 ABR 05

Psicoinmunoneuroendocrinología

La Psicoinmunoneuroendocrinología (PINE) es el estudio integrado del comportamiento psíquico, neural, endocrino e inmunológico que permite a un organismo responder con fines adaptativos a las múltiples demandas que están constantemente presentes en su medio interno y externo.
Autor/a: Dr Jaime A. Moguilevsky 

Dr. Jaime Moguilevsky:
Profesor Titular Consulto de Fisiologia Facultad de Medicina UBA
Investigador Superior del CONICET
Decano Facultad de Posgrado Universidad Favaloro
Director de la Maestria : Psicoinmunoneuroendocrinología  de la Universidad Favaloro

La PINE no es una disciplina única identificable  sino que se trata más bien de una “metadisciplina”, resultado de la interrelación entre las distintas especialidades médicas que la componen y que aportan sus conocimientos para poder interpretar una respuesta integrada a un determinado estímulo. Así por ejemplo ante una situación nociva para el organismo (agresión física o psíquica) se producen cambios neurales, inmunológicos, endocrinos y psíquicos que producen una determinada respuesta cuya finalidad es la conservación de la integridad de las funciones orgánicas.

Durante casi medio siglo se consideró que los distintos sistemas del organismo se autorregulaban en forma independiente entre sí. Bastaría con citar el ejemplo del sistema endocrino que a través de los distintos mecanismos de retroalimentación podía incrementar o disminuir la actividad de las distintas glándulas. Dentro de este ejemplo merecería citarse el hecho de que la ovulación en la mujer, y por lo tanto su actividad reproductiva era considerada como controlada por mecanismos que residían exclusivamente dentro de la actividad de eje endócrinohipófiso-ovárico. Hoy en día se considera que la ovulación es el producto de la integración del PINE.

La aparición de evidencias clínicas y experimentales que demostraron la comunicación funcional entre el sistema nervioso, el endocrino, el inmune y el aparto psíquico fueron cambiando este enfoque simplista y llevaron a una visión conductual integradora de las funciones del organismo, basada fundamentalmente en el hecho que cambios en uno de estos sistemas eran correspondidos por modificaciones en los otros. Así por ejemplo se demostró y verificó experimentalmente que modificaciones en la concentración de hormonas, como durante el período premestrual de la mujer, son acompañados por modificaciones de la conducta; que depresiones psicológicas, que modifican el sistema inmunológico, son causa de enfermedades y de importantes alteraciones en los ejes endocrinos; que pacientes con cancer mejoran su evolución y sobrevida al mejorar su estado psicológico.

Estos cambios endocrinoinmunológicos fueron algunas de las evidencias que avalaron la interrelación entre los sistemas que integran el PINE.
La demostración realizada en la década del 70 de la síntesis de hormonas por parte del Sistema Nervioso Central (SNC) que regulan la actividad del sistema endocrino llevó a la integración de ambos sistemas desde un punto de vista anátomo-funcional y fue la base del desarrollo de la neuroendocrinología, disciplina considerada como un importante avance en el proceso de integración entre los distintos sistemas del organismo. Los descubridores de estos hallazgos fueron galardonados con Premio Nobel y actualmente se utilizan esta hormonas sintetizadas en el SNC con fines diagnósticos y terapéuticos en neuroinmunoendocrinología.

El SNC además de sintetizar estas neurohormonas produce una serie de sustancias denominadas neurotransmisores y neuromoduladores, que las regulan. Por otro lado, el aparato psíquico utiliza de estos neurotransmisores como su correlato fisiológico fundamental. La alteración de distintos sistemas de neurotransmisores  constituye la base de la patología psíquica como lo demuestra el hecho de que enfermedades psiquiátricas clásicas como la depresión y los trastornos de la ansiedad  son tratados con agonistas o antagonistas de tales neurotransmisores.

En los últimos 20 años se comenzó a descifrar la compleja fisiopatología del sistema inmune habiéndose descubierto su capacidad de segregar hormonas para interconectarse y autoregularse. Estas hormonas, denominadas citoquinas, tienen la capacidad de modificar respuestas del sistema, en casos que sea necesario para el organismo.
Posteriormente se fueron aclarando hechos que si bien eran de observación corriente no tenían una demostración científica fehaciente. La síntesis e identificación de  las neurohormonas, de los neurotransmisores y de las citoquinas, permitió demostrar el efecto de cada una de ellas  sobre otros sistemas.

 Los resultados de las investigaciones realizadas en las últimas dos décadas  demostraron que las neurohormonas regulan al sistema endócrino y al inmunológico, y que al producir cambios en estos sistemas ellos repercuten sobre el aparto psíquico.
 A su vez las neurohormonas son reguladas por los neurotransmisores, las sustancias químicas que son la base del funcionamiento del aparato psíquico, de manera, que este aparato ejerce un efecto directo sobre el sistema endócrino-inmune.

 De acuerdo a lo expuesto es clara la comunicación, estructural y funcional de las distintas disciplinas que integran la PINE. Una característica de esta intercomunicación es la interdependencia de todos los sistemas que constituyen una red de control mutuo para evitar cambios que puedan ser nocivos para el organismo. Para ejemplificar este concepto bastaría la mención del efecto del cortisol, hormona de la corteza suprarenal, sobre el sistema inmune que actúa como freno regulador de la actividad de este sistema, para evitar un conjunto de alteraciones producto de la hiperactividad del mismo (enfermedades autoinmunes como la diabetes, tiroiditis, ovaritis,miocarditis, etc) que llevan a la destrucción de estructuras orgánicas fundamentales. Esta es la base de la administración de cortisol para deprimir el sistema inmune hiperactivado para rechazar tejidos ajenos al organismo (trasplantes).

El gran crecimiento de la PINE en la última década se vio apoyado fundamentalmente por el desarrollo de la inmunología y la interpretación de que el sistema inmune puede ser considerado como un órgano receptor sensorial por su capacidad de recibir, procesar y enviar información al SNC modificando neurotransmisores fundamentales en la fisiología del sistema psiconeurológico. La capacidad multifuncional del sistema inmune está basada en una gran  diversidad de receptores que analizan los estímulos recibidos y los comunican a la red PINE para que esta realice sus ajustes regulatorios . Estos ajustes pueden ser motores, sensoriales, sensitivos, hormonales, etc., los

 

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