Prevención del accidente cerebrovascular

Tratamiento de la hipertensión

Existen numerosos trabajos aleatorizados controlados con placebo que han demostrado que el descenso de la presión arterial de los pacientes hipertensos evita tanto el ACV hemorrágico como el isquémico. Este beneficio ha sido comprobado aun en pacientes mayores de 80 años como así en ancianos con hipertensión sistólica aislada. En realidad, la presión sistólica es un factor de riesgo para el ACV más importante que la presión diastólica. Muchos pacientes en tratamiento antihipertensivo no están bien controlados en su presión sistólica.

Los beneficios del tratamiento antihipertensivo para la prevención del ACV se alcanzan con rapidez (dentro de los 3 años de iniciado el tratamiento). Además, expresan los autores, una revisión reciente de trabajos sobre fármacos antihipertensivos confirmó que la reducción marcada de la presión arterial es la principal prevención del ACV, la cual aumenta si la reducción es tanto de la presión sistólica como la diastólica.

Aunque el debate continúa acerca de la eficacia relativa, se ha demostrado que los diuréticos tiazídicos, los antagonistas adrenérgicos ß, los IECA, los bloqueantes de los receptores de angiotensina y los bloqueantes de los canales de calcio de acción prolongada reducen la incidencia de ACV. Sin embargo, los autores destacan que el Antihypertensive and Lipid-Lowering Treatment to Prevent Heart Attack Trial remarca el uso de los diuréticos tiazídicos como fármacos de primera elección en la mayoría de los pacientes con hipertensión. Para la prevención del ACV, es fundamental mantener la presión por debajo de 140/90.

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