La hidralazina se asoció con más efectos adversos maternos de todo tipo y cefalea que cualquier otro antihipertensivo (40% (10-82%) vs 17% (0-75%) y 29% (0-67%) vs 0% (0-20%), respectivamente). Se observó una heterogeneidad significativa en el subgrupo con nifedipina únicamente. La hidralazina se asoció con más palpitaciones que el resto de los antihipertensivos (18% (11-81%) v 0% (0-17%)). También se asoció a la hidralazina con más taquicardia materna que con el resto de los antihipertensivos (24% (10-67%) vs 0% (0-6%)).
La hidralazina presentó menos rubor que la nifedipina (0-12.5% vs 0-58%). A pesar de la alta prevalencia de efectos adversos (en 85 de 227 pacientes a las que se les administró hidralazina y 61 de 257 mujeres a las que se les dio otros antihipertensivos), pocas mujeres cambiaron de drogas por los efectos adversos (3 de 161 cambiaron la hidralazina, 1 de 167 cambió de otro antihipertensivo); la proporción no varió en los diferentes grupos.
En síntesis, la hidralazina se asoció con más efectos adversos maternos que el labetalol o el ketanserin y con más cefalea, palpitaciones y taquicardia materna que otros antihipertensivos. No queda claro si la hidralazina presentó más efectos adversos que la nifedipina. La tasa de eventos absoluta tuvo un amplio rango en todos los trabajos y los resultados muestran una gran heterogeneidad al establecer la diferencia de riesgo como resumen estadístico.
Efectos adversos en la frecuencia cardíaca fetal
Los efectos adversos en la frecuencia cardíaca fetal se definió como un "distress fetal agudo"; la necesidad de realizar una cesárea por el distress fetal o un patrón de desaceleración en la frecuencia cardíaca feta
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