La malabsorción que se presenta es de poca importancia clínica debido a la reserva funcional del intestino delgado. La malabsorción secundaria puede resultar de sobrecrecimiento bacteriano, enfermedad celíaca, insuficiencia pancreática e isquemia mesentérica. Las causas de sobrecrecimiento bacteriano en los ancianos son variadas. La prolongación del tiempo de tránsito intestinal es lo que predispone a los ancianos a un mayor sobrecrecimiento. Los pacientes más frecuentemente afectados son los que padecen diabetes y esclerodermia, pero puede ocurrir con lesiones estructurales como estricturas, adherencias, divertículos y áreas de by pass.
La disminución de la acidez gástrica resultante de gastritis, cirugía o medicación puede contribuir a mantener la viabilidad de los organismos que entran al intestino delgado. Los síntomas típicos son nauseas, vómitos y diarrea, pero pueden ser más sutiles e inespecíficos en los ancianos. Otros síntomas de presentación pueden ser pérdida de peso, diarrea, disnea de esfuerzo, edema, equimosis, queilosis, glositis, dolor óseo, artralgias, artritis, fatiga o debilidad muscular. La malabsorción ocurre cuando las bacterias compiten por los nutrientes, desconjugando las sales biliares y produciendo secreción activa de proteasas. La deficiencia de vitamina K y folato es infrecuente porque son producidas por las bacterias
Evaluación y tratamiento del sobrecrecimiento bacteriano
El diagnóstico puede real
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