El tratamiento médico está indicado en la mayoría de los pacientes con isquemia crónica del miembro que no compromete la viabilidad del mismo (estadíos I y II). El paciente debe ser considerado como poseedor de potencial vasculopatía arteriosclerótica generalizada y deben excluirse localizaciones obstructivas en otros territorios principalmente cerebral y coronario.
El efecto adverso del cigarrillo es bien conocido y el abandono del hábito es primordial en el tratamiento, ya que produce mejoría en el 85% de los pacientes que logran aumentar la distancia de marcha hasta en un 300% (21-24)
El segundo aspecto en importancia terapéutica es el ejercicio que debe ser adecuadamente programado y para ser efectuado en forma regular.
La terapia medicamentosa constituida por vasodilatadores, antiagregantes plaquetarios, agentes hemoreológicos y mejoradores del metabolismo muscular
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