Muchas de las fracturas de calcáneo ocurren en el ámbito laboral cobrando una substancial importancia económica, ya que según muchos autores, los pacientes suelen presentar una incapacidad total por un lapso de unos tres años y extender su limitación laboral relativa hasta los cinco años de producida la lesión. A pesar de que las tácticas quirúrgicas han ido mejorando estos resultados, no existe un consenso uniforme sobre su clasificación, tratamiento y manejo postoperatorio.
Hacia 1908, Cotton y Wilson sostuvieron la contraindicación del tratamiento quirúrgico de estas fracturas, recomendando el tratamiento incruento merced a la reimpactación fracturaria lateral mediante un martillo. No obstante al entusiasmo inicial, el procedimiento para las fracturas frescas fue abandonado en l920, optándose por tratar sus secuelas. A pesar de la posición contraria de Boehler en 1931, las deficientes condiciones técnicas relativas a la anestesia, material de osteosíntesis, falta de profilaxis antibiótica, que derivaban en frecuentes seudoartrosis, consolidaciones viciosas, infecciones y eventuales amputaciones, desalentó en los cirujanos la incursión quirúrgica. Entre 1935 y 1943, Conn y Gallie, sostuvieron la doble y triple artrodesis primaria como recurso de elección. Esta actitud perseveró hasta 1948 cuando Palmer publicó buenos resultados mediante su ya clásica técnica de apuntalamiento fragmentario mediante el injerto óseo.
En 1952, Essex-Lopresti avaló la conducta intervencionista merced a la utilización de su célebre procedimiento de reducción percutánea, no obstante su limitación para solucionar el hundimiento talámico. A pesar de estos intentos, no decayó la tendencia simplificadora del uso de la artrodesis primaria o diferida hasta 1970, cuando las mejoras anestésicas, la utilización habitual de antibióticos, la extensión de los principios AO de fijación interna, la disponibilidad radioscópica y la TAC, indujeron a los planteles quirúrgicos a esforzarse en obtener mejores resultados operatorios enfrentando un desafío cuyas dificultades aun no han concluido.