La cafeína es el agente psicoactivo más consumido | 16 AGO 20

Café, cafeína y salud

El consumo moderado de café o té puede ser parte de un estilo de vida saludable
Autor/a: R. van Dam, F. Hu y W. Willett | Fotografía: Matt Hoffman en Unsplash Fuente: N Engl J Med 2020;383:369-78 Coffee, Caffeine, and Health

Introducción

El café y el té se encuentran entre las bebidas más populares en todo el mundo y contienen cantidades sustanciales de cafeína, por lo que la cafeína es el agente psicoactivo más consumido. Una variedad de plantas contiene cafeína en sus semillas, frutos y hojas. Además del café y el té, estas plantas incluyen granos de cacao (un ingrediente del chocolate), hojas de yerba mate y bayas de guaraná (utilizadas en diversas bebidas y suplementos).

La cafeína también se puede sintetizar y se agrega a los alimentos y bebidas, incluidos los refrescos, las bebidas energéticas y a tabletas comercializadas para reducir la fatiga. Además, la cafeína se usa ampliamente como tratamiento para la apnea del prematuro en los bebés y la cafeína y los agentes analgésicos se usan juntos en medicamentos para el dolor.

El café y el té se han consumido durante cientos de años y se han convertido en una parte importante de las tradiciones culturales y la vida social. Además, las personas usan bebidas con cafeína para aumentar la vigilia y la productividad laboral.

Para una porción típica, el contenido de cafeína es más alto en café, bebidas energéticas y tabletas de cafeína; intermedio en té; y el más bajo en refrescos.

En los Estados Unidos, el 85% de los adultos consumen cafeína diariamente, y el consumo promedio de cafeína es de 135 mg por día, lo que equivale a aproximadamente 1.5 tazas de café estándar (con una taza estándar definida como 235 ml). El café es la fuente predominante de cafeína ingerida por los adultos, mientras que los refrescos y el té son fuentes más importantes de cafeína ingeridas por los adolescentes.

Hace tiempo que existe la preocupación de que el café y la cafeína pueden aumentar los riesgos de cáncer y enfermedades cardiovasculares, pero más recientemente, también ha surgido evidencia de beneficios para la salud.

Una cuestión clave en la investigación sobre la cafeína y el café es que el café contiene cientos de otros fitoquímicos biológicamente activos, incluidos los polifenoles como el ácido clorogénico y los lignanos, el alcaloide trigonelina, las melanoidinas formadas durante el tostado y cantidades modestas de magnesio, potasio y vitamina B3 (niacina).

Estos compuestos de café pueden reducir el estrés oxidativo, mejorar el microbioma intestinal, y modular el metabolismo de la glucosa y las grasas. Por el contrario, el diterpeno cafestol, que está presente en el café sin filtrar, aumenta los niveles de colesterol en suero. Por lo tanto, los resultados de la investigación para el café y otras fuentes dietéticas de cafeína deben interpretarse con cautela, ya que los efectos pueden no deberse a la cafeína misma.


Metabolismo, efectos fisiológicos y efectos tóxicos

> Absorción y metabolismo

Químicamente, la cafeína es una metilxantina (1,3,7-trimetilxantina). La absorción de cafeína está casi completa dentro de los 45 minutos después de la ingestión, con niveles máximos de cafeína en sangre entre los 15 minutos y las 2 horas siguientes. La cafeína se extiende por todo el cuerpo y cruza la barrera hematoencefálica.

En el hígado, la cafeína es metabolizada por las enzimas del citocromo P-450 (CYP), en particular, CYP1A2. Los metabolitos de cafeína incluyen paraxantina y, en pequeñas cantidades, teofilina y teobromina, que se metabolizan luego en ácido úrico y finalmente se excretan con la orina.

La vida media de la cafeína en adultos es típicamente de 2.5 a 4.5 horas, pero está sujeta a grandes variaciones de una persona a otra.  Los recién nacidos tienen una capacidad limitada para metabolizar la cafeína, y la vida media es de aproximadamente 80 horas. Después de 5 a 6 meses de edad, la capacidad para el metabolismo de la cafeína por kilogramo de peso corporal no cambia mucho con la edad.

Fumar acelera en gran medida el metabolismo de la cafeína, reduciendo la vida media hasta en un 50%, mientras que el uso de anticonceptivos orales duplica la vida media de la cafeína. El embarazo reduce en gran medida el metabolismo de la cafeína, especialmente en el tercer trimestre, cuando la vida media de la cafeína puede ser de hasta 15 horas.

La actividad de las enzimas metabolizadoras de cafeína se hereda en parte. Por ejemplo, una variante en el gen que codifica CYP1A2 está asociada con niveles más altos de cafeína en plasma y una proporción más baja de paraxantina a cafeína (que refleja un metabolismo de cafeína más lento), así como con una menor ingesta de cafeína.

Las personas con un metabolismo de la cafeína más lento tienden a compensarlo con un consumo de cafeína más bajo que las personas sin esta predisposición genética. Además, algunas clases de fármacos (incluidas varias quinolonas, fármacos cardiovasculares, broncodilatadores y antidepresivos) pueden retrasar el clearance de cafeína y aumentar su vida media, generalmente porque son metabolizados por las mismas enzimas hepáticas. De manera similar, la cafeína puede afectar la acción de varios medicamentos, y los médicos deben considerar las posibles interacciones entre cafeína y medicamentos al recetar estos últimos.

> Efectos beneficiosos sobre el rendimiento cognitivo y el dolor

La adenosina en el cerebro inhibe la excitación y aumenta la somnolencia.

La estructura molecular de la cafeína es similar a la de la adenosina, que permite que la cafeína se una a los receptores de adenosina, bloquee la adenosina e inhiba sus efectos.

En dosis moderadas (40 a 300 mg), la cafeína puede antagonizar los efectos de la adenosina y reducir la fatiga, aumentar el estado de alerta y reducir el tiempo de reacción. Estos efectos de la cafeína también se han observado en personas que no consumen habitualmente cafeína y después de breves períodos de abstinencia en consumidores habituales.

La ingesta de cafeína también puede mejorar la vigilancia durante las tareas de larga duración que proporcionan una estimulación limitada, como trabajar en una línea de ensamblaje, conducir largas distancias y volar aviones. Aunque estos beneficios mentales son más pronunciados durante la privación de sueño, la cafeína no puede compensar la disminución en el rendimiento después de la privación del sueño a largo plazo. La cafeína puede contribuir al alivio del dolor cuando se agrega a los analgésicos de uso común.

> Efectos sobre el sueño, la ansiedad y la hidratación y los síntomas de abstinencia

Como se esperaba por sus efectos sobre la fatiga, el consumo de cafeína más tarde en el día puede aumentar la latencia del sueño y reducir la calidad del mismo.

Además, la cafeína puede inducir ansiedad, particularmente en dosis altas (>200 mg por ocasión o >400 mg por día) y en personas sensibles, incluidas aquellas con ansiedad o trastornos bipolares. Las diferencias interpersonales en los efectos de la cafeína sobre el sueño y la ansiedad son grandes.

Estas diferencias pueden reflejar la variación en la tasa de metabolismo de la cafeína y las variantes en el gen del receptor de adenosina. Los consumidores de cafeína y los médicos deben ser conscientes de estos posibles efectos secundarios de la cafeína, y se debe aconsejar a las personas que toman bebidas con cafeína que reduzcan la ingesta de cafeína o la eviten más tarde en el día, si se producen estos efectos.

La ingesta alta de cafeína puede estimular la producción de orina, pero no se han encontrado efectos perjudiciales sobre el estado de hidratación con la ingesta a largo plazo de dosis moderadas de cafeína (≤400 mg por día).

Dejar de consumir cafeína después del consumo habitual puede provocar síntomas de abstinencia, incluidos dolores de cabeza, fatiga, disminución del estado de alerta y depresión, así como síntomas similares a la gripe en algunos casos. Estos síntomas típicamente alcanzan su punto máximo de 1 a 2 días después del cese de la ingesta de cafeína, con una duración total de 2 a 9 días, y pueden reducirse disminuyendo gradualmente la dosis de cafeína.

> Efectos tóxicos

Los efectos secundarios de la cafeína a niveles muy altos de ingesta incluyen ansiedad, inquietud, nerviosismo, disforia, insomnio, excitación, agitación psicomotora y un flujo de pensamiento y habla divagante.

Se estima que se producen efectos tóxicos con ingestas de 1,2 g o más, y se cree que una dosis de 10 a 14 g es fatal.

Una revisión reciente de los niveles de cafeína en sangre en casos de sobredosis fatales mostró que el nivel medio de cafeína en sangre postmortem fue de 180 mg por litro, lo que corresponde a una ingesta estimada de 8,8 g de cafeína.

El envenenamiento por cafeína por el consumo de fuentes tradicionales de cafeína como el café y el té es raro porque tendría que consumirse una gran cantidad (75 a 100 tazas de café estándar) en poco tiempo para que la dosis sea fatal. Las muertes relacionadas con la cafeína generalmente se han debido a dosis muy altas de cafeína en tabletas o suplementos, principalmente en atletas o pacientes con trastornos psiquiátricos.  

En los informes de casos, el alto consumo de bebidas energéticas y shots, especialmente cuando se mezclan con alcohol, también se ha relacionado con eventos adversos cardiovasculares, psicológicos y neurológicos, incluidos eventos fatales.

La cafeína en forma de bebidas energéticas y shots puede tener más efectos adversos que otras bebidas con cafeína por varias razones: alto consumo episódico de estas formas de cafeína, que no permite el desarrollo de la tolerancia a la cafeína; popularidad entre los niños y adolescentes, que pueden ser más vulnerables a los efectos de la cafeína; falta de conocimiento por parte de los consumidores sobre el contenido de cafeína; posibles efectos sinérgicos con otros componentes de las bebidas energéticas; y combinación con consumo de alcohol o esfuerzo vigoroso.

El alto consumo de bebidas energéticas (aproximadamente 1 litro, que contiene 320 mg de cafeína) produjo efectos cardiovasculares adversos a corto plazo (aumento de la presión arterial, intervalo QTc prolongado y palpitaciones). Por tal motivo, se debe recomendar a las personas que consumen bebidas energéticas que verifiquen el contenido de cafeína y eviten el consumo elevado (>200 mg de cafeína por ocasión) o el consumo en combinación con alcohol.


Café, cafeína y el riesgo de enfermedades crónicas

> Consideraciones metodológicas

Los estudios sobre la ingesta de cafeína y los resultados de salud pueden tener varias limitaciones potenciales.

  1. Primero, las observaciones de los efectos agudos de la cafeína pueden no reflejar los efectos a largo plazo porque se puede desarrollar tolerancia a los efectos de la cafeína.
     
  2. En segundo lugar, los estudios epidemiológicos sobre la ingesta de cafeína y el riesgo de enfermedad crónica se ven potencialmente confundidos por fumar u otros factores de estilo de vida desfavorables, y los primeros estudios que no tuvieron en cuenta este sesgo de manera adecuada condujeron a resultados engañosos.
     
  3. Tercero, el error de medición puede afectar la evaluación del consumo de cafeína. Sin embargo, los autoinformes de la frecuencia del consumo de café son generalmente muy precisos y reproducibles. La variación en el tamaño de la taza, la concentración de café, el tipo de grano de café y las cantidades de azúcar y leche o crema agregadas al café generalmente no se capturan en los estudios epidemiológicos del consumo de café, lo que resulta en una clasificación errónea de la exposición. Sin embargo, dentro de muchas poblaciones, es probable que la variación en el tamaño de las tazas y la concentración de la preparación sea modesta en comparación con la gran
 

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