¿Por qué algunas personas caminan cómodamente entre rascacielos en un cable alto o navegan en balsa en las Cataratas del Niágara en un barril de madera mientras que otras se congelan con la mera idea de subir escaleras mecánicas en un centro comercial?
En un nuevo estudio, los científicos descubrieron que cierto tipo de células en el hipocampo desempeña un papel clave.
Las personas son muy diferentes cuando se trata de probar cosas peligrosas o estimulantes. Incluso los hermanos pueden mostrar diferencias dramáticas en el comportamiento de asumir riesgos. Los mecanismos neuronales que impulsan el comportamiento de toma de riesgos son en gran parte desconocidos.
Estudio en animales de laboratorio
Sin embargo, científicos del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Uppsala en Suecia y el Instituto del Cerebro de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte en Brasil han descubierto que algunas células en el hipocampo desempeñan un papel clave en la conducta de riesgo y la ansiedad.
En un artículo publicado en la revista Nature Communications, los autores muestran que las neuronas conocidas como células OLM, cuando son estimuladas, producen un ritmo cerebral que está presente cuando los animales se sienten seguros en un ambiente amenazante (por ejemplo, cuando se esconden de un depredador pero conscientes de la proximidad del depredador).
El estudio, producido por los Dres. Sanja Mikulovic, Ernesto Restrepo, Klas Kullander y Richardson Leao, entre otros, mostraron que la ansiedad y la conducta de riesgo pueden controlarse mediante la manipulación de células OLM. Encontrar una vía que modifique de manera rápida y sólida los comportamientos de riesgo es muy importante para el tratamiento de la ansiedad patológica, ya que la reducción de la conducta de riesgo es un rasgo en las personas con altos niveles de ansiedad.
Resumen Las regiones del hipocampo dorsal y ventral ejercen funciones cognitivas y relacionadas con la emoción, respectivamente. Dado que ambas regiones muestran actividad rítmica, los marcapasos oscilatorios neuronales específicos pueden subyacer a su dicotomía funcional. Las oscilaciones theta de tipo 1 son independientes de la transmisión colinérgica y se observan en el hipocampo dorsal durante el movimiento y la exploración. Por el contrario, el tipo 2 theta depende de la acetilcolina y aparece cuando los animales están expuestos a contextos emocionalmente cargados, como la presencia de depredadores. A pesar de su participación en las emociones, el tipo 2 theta no se ha asociado con el hipocampo ventral. Aquí, mostramos que la activación optogenética de interneuronas oriens-lacunosum moleculare (OLM) en el hipocampo ventral impulsa el tipo 2 theta. Además, descubrimos que la generación theta de tipo 2 está asociada con un comportamiento de mayor riesgo en respuesta al olor de los depredadores. Estos resultados demuestran que dos subtipos de oscilaciones theta se originan en las dos regiones del hipocampo que predominantemente subyacen a funciones cognitivas o relacionadas con la emoción.
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